𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝐄°𝟐 "𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐃í𝐚"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ ᴍᴜɴᴅᴏ ʜᴜᴍᴀɴᴏ.

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Me llamo Hiraimyouimizaki Sana, soy de Japón y tengo dos hermanas Momo y Mina.

Recientemente nos mudamos a Corea ya que nuestros padres adoptivos que eran una linda pareja de ancianos fallecieron tras un accidente automovilístico.

Decidimos que Corea sería nuestro nuevo inicio, después de ese doloroso capítulo y justamente hoy es nuestro primer día de clases y nuestro último año de preparatoria.

Ahora vamos caminó y cómo era costumbre íbamos tarde.

Nada nuevo cuando se trata de nosostras.

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— ¡Mina!, ¡apresurate! — Pedí entre quejidos al otro lado de la puerta.

— Sana, ¿no puedes esperar? — Se quejó Mina molesta.

— Minari...Sana se está apuntó de orinar.— Se burló Momo desde la cocina.

— ¡Vamos Mina! — Insistí.

— ¡Bien!, entra y déjame en paz.— Se quejó Mina, saliendo rápidamente del baño.

Hice mis necesidades. Pronto se hicieron las siete cuarenta y cinco de la mañana, solo nos quedaban exactamente quince minutos para llegar a la preparatoria.

— ¡Mina, Momo llegaremos tarde! — Chillé con desesperación.

Corrí hacía la cocina, tomé a Momo y a Mina y a jalones de muñecas las saqué del apartamento.

— Sana, estába comiendo.— Lloriqueó Momo.

— Vamos tarde a la preparatoria, ¿y tú piensas en comer? — Dije molesta por sus palabras.

Ella no se preocupaba por nada.

— No te preocupes Momo te compraré algo de comer cuando lleguemos a la preparatoria.— Dijo Mina tratando de calmar a Momo.

Momo comenzó a correr cómo nunca antes, Mina y yo corrimos detrás de ella intentando alcanzar su paso.

— ¡Eh!, ¡Momo espera! — Gritó preocupada Mina.

Mina corrió más rápido para ir detrás de Momo y yo trataba de seguirles el paso a ambas, pero ya no podía más, estába cansada, pero tan pronto cómo me adentré por los pasillos de la prepararia choqué bruscamente con alguién.

— ¡Auch!, ¿q-qué sucedió?...— Me queje adolorida.

— ¿¡Qué te pasa!?, ¿¡acaso no ves o estás estúpida!?

— Y-Yo lo siento...Venía con mucha prisa y no te ví.— Traté de resolver la situación rápidamente, no quería más problemas.

— ¿¡Y creés que me interesa!?

La alta chica se acercó a mí, se veía muy molesta y yo solo retrocedí para tratar de no empeorar más las cosas.