𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝐄°𝟐𝟗 "𝐃𝐞𝐬𝐞ó"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ ɴᴏ ᴀᴄᴀʙᴀʀás ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ.

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Los pueblerinos se acercaban con curiosidad y preocupación, hace un par de minutos atrás el Rey había partido al Palacio, ellos no se habían acercado por temor a ser asesinados.

— ¡Es-Es la Princesa Tzuyu!...— Susurraron asombrados — Realmente asesinó a su propia hija.

— ¿Está muerta?, ¿realemente la mató?...

— El Rey es un ser sin corazón...— Dijieron algunos por la terrible imágen.

Las agujas comenzaron a temblar y a desaparecer, dejando caer los siete cadáveres bruscamente al suelo.

— Ojos grises y una ligero olor a muerte, ellas están muertas.— Afirmó una anciana.

Crujidos provenientes de los cadáveres llamaron la atención de los presentes, pronto éstos comenzaron a convulsionar.

— ¿Q-Qué les sucede?

— Atrás, no se acerquen, están poseídas.

Los pueblerinos estaban asustados, observaban expectantes como poco a poco los cuerpos recuperaban el color y olor de un mortal.

— ¿Q-Qué les está pasando? — Retrocedieron todos con pavor.

Los cuerpos se sacudieron por el suelo y como arte de magia todas volvieron a la vida, vomitando grandes cantidades de sangre, pero estaban con vida

— Es-Eso fue tan doloroso.— Se quejó Dahyun mientras estiraba sus piernas.

— Lo sé, pero era la única manera de salvar nuestras vidas.— Explicó Jihyo.

¿Qué rayos había pasado?

Toda había sido obra de Jihyo, quien en el instante de ser travesadas detuvo el corazón de todas para que al ser atravesadas el veneno no se dispera y destruyera sus corazones.

Una idea fantástica.

— ¿Y bien?, ¿qué haremos ahora?, se llevaron a Momo, Sana y a Mina.— Dijo Nayeon.

— Ahora debemos ir por ellas, es probable que ya hayan despertado del hechizo.— Jihyo informó.

Los pueblerinos asombrados intentaron huir y avisar a cualquiera de los guardia sobre lo que acababa de pasar, pero una barrera de fuego hecha por Jihyo se los impidió.

— Se atreven a decirle a alguién sobre ésto y les cortaré las lenguas a todos ustedes para dárselas de comer a sus hijos.— Tzuyu amenazó, no mentía y eso era lo que más les asustaba a todos.

— No, claro que no haremos eso Tzuyu — Intervino Jihyo — Debemos ayudarles, el Rey los manipula.

— ¿Qué se le ocurre para ayudarlos unnie? — Somi estába impaciente por la respuesta de Jihyo.

De un derrepente los ojos de todos los pueblerinos comenzaron a brillar y sus cuerpos se elevaron con delicadeza.

— Les daré la oportunidad de saber y ustedes la compartirán.— Dijo en un inaudible susurro Jihyo.

— Oh...Claro no me esperaba menos.

La barrera se desintegró y todos los pueblerinos cayeron al piso, estaban en un sueño profundo procesando la información dada por Jihyo. Les llevaría tiempo procesar, así que, debían marchar.

— Bien, es hora de irnos.— Tzuyu comenzó a correr adelantándose a sus amigas.

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