サツ ︴Tzuyu tiene una misión, traer tres piedras preciosas con poderes sobrenaturales a su Padre, el Rey Lobo, pero una humana se interpondrá en su labor y en su corazón.
¿Tzuyu podrá seguir con su misión?
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ᰔ ¡𝘖𝘯𝘭𝘺 𝘴𝘢𝘵𝘻𝘶! ᰔ
ᰔ 𝘊𝘰𝘮�...
Las puestas del palacio fueron abiertas. El general de guerra del rey estába de regresó y traía malas noticias con él.
No le hizó falta seguí corriendo ya que el rey lo interceptó en medio caminó, había olfateado la preocupación del sirviente y decidió hacerlo rápido.
— S-Señor...— Sus nervios eran evidentes.
— ¿Qué sucede? — Preguntó rápidamente.
— Están de vuelta, e-ellas regresaron...
— Cómo lo sospechaba, esas dos son muy escurridizas...— Soltó molestó — Son asquerosas ratas...
— Ya son casí doscientos años desde su primer ataque y desde entonces no hay día de descanso para nosotros.
— Por ahora no te preocupes, solo haz lo que te ordené.— Dijo sin darle mayor importancia al asunto.
— P-Pero...
El Rey posó su mano frente al rostro de hombre, en señal de que debía guardar silencio.— Eso después.
El hombre obedeció.
— Manda un comunicado, informa a las magas que visitaremos el mundo humano.— Pidió con tranquilidad.
— Sí señor...
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Tzuyu corría con rápidamente, expulsaba y alejaba a las personas que entorpecían su camino.
— ¡Quitense del caminó! — Pidió molesta.
Intentaba atrapar a Sana, la mayor se había burlado de ella minutos antes y no se quedaría de brazos cruzados.
— ¡Sana detente!
La mayor obedeció.
Tzuyu no esperaba que lo hiciera por lo que el repentino movimiento la tomó por sorpresa y en un intento rápido de no chocar con la mayor se movió rápidamente lo que provocó que se tropezará con sus propios zapatos.
— ¿Eh?, ¡Tzuyu!
Sana actuó sin perder el tiempo, atrapando a la menor por la cintura y apegandola a su cuerpo para que no cayeran.
— T-Tzuyu...— Se sonrojo al ver sus cercanía entre ellas.
Tzuyu notó el sonrojo de Sana y le causó mucha gracia, le fue imposible contener sus carcajadas.
— ¿D-De qué te ríes? — Sana evitó el contacto visual.
— Me gusta más de otra manera...— Soltó Tzuyu.
— ¿Otra manera? — No entendía a lo que se refería.
Tzuyu pasó su mano por la cintura de Sana atrayendola a ella, cambiando así de posiciones.
