A Tu Lado Para Siempre Inazuma Eleven Go

Sin Fuerzas.

ESTE CAPITULO SE ENCUADRA DENTRO DEL ARCO DE NOBUNAGA y EL ARCO DE JUANA DE ARCO.

Víctor y Ricardo estaban en el autobús convertido en máquina del tiempo, de camino a la época de Nobunaga.

Víctor estaba mirando una foto en su móvil. En ella salían él y Vlad. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta que habían aterrizado.

Tierra llamando a Víctor- dijo Arion- Venga baja que ya hemos llegado-El delantero guardo su móvil con un suspiro y bajo del autobús- ya sé que es difícil que no funcionen los móviles en los viajes en el tiempo y que vas a echar de menos a tu hermano.

Eh...sí claro-dijo Víctor desanimado, lo que extraño a Arión

Vamos no os quedéis ahí parados tenemos que buscar a Nobunaga -dijo Ricardo, lo cual el peliazul agradeció, si se entretenía dejaría de pensar en Vlad.

Esa misma noche Ricardo salió fuera de la casa, ya que, no podía dormir. Se encontró a su amigo tumbado debajo de un árbol: Vaya, veo que no soy el único que no puede dormir-esto sacó a Víctor de sus pensamientos por segunda vez en el día.

Estoy preocupado por Sol- mintió el peliazul, miro al peliceniza que no se creía del todo lo que le acababa de decir su amigo. Suspiro- bueno, vale, sí, estoy pensando en mi hermano. Aunque este enfadado con el también estoy preocupado.

Rick sonrió triunfante, había conseguido que Víctor admitiera que estaba pensando en Vlad- ¿Por qué estas preocupado por él?- Si algo malo le pasaba a Vlad él quería saberlo.

Víctor dudo sobre si contarle a Rick lo que pensaba, pero al final lo hizo- desde que volvimos de Italia, apenas habla o come, se pasa horas en el hospital en la sala de rehabilitación, más de las que debería. Si le duele no dice nada, ni siquiera toma medicación para calmar el dolor. Y esta mañana tenía ojeras y los ojos acuosos. Creo que ha estado llorando por la noche, por mi culpa- Al decirlo sintió como si se hubiera quitado un peso de encima, una lagrima corrió por su mejilla.

¿Crees que esta así por lo de la procedencia del dinero?-pregunto Rick, a lo que el menor asintió desviando la mirada para que no le viera llorar. El mayor apoyo una mano en su hombro- Es normal que llores, estos últimos días han sido caóticos.

Víctor se apoyó en el hombro de Ricardo- No quiero que te sientas culpable, lo de Italia no fue culpa tuya, se le terminará pasando- dijo secándose los ojos- mi hermano tiene mucho orgullo-suspiro- al igual que yo.

Lo sé pero aun así no puedo evitar pensar que si esta está mal como me has dicho es por mi culpa-le contesto el virtuoso.

NARRA RICARDO

Mañana es el Partido contra el Protocolo Omega, todos tienen las esperanzas puestas en mí, y en que consiga hacer el Mixi Max con Nobunaga ¿Y si no lo consigo? ¿ Y si perdemos por mi culpa? Al fin y al cabo intentamos hacer el Mixi Max hace unos días y no funcionó.- Empecé a temblar, estaba muy nervioso y me sentía sobrepasado por la situación, no quería que nadie dependiera de mí. Mire a mi bolsa de aseo y vi mi cuchilla. La cogí y subí una de mis mangas. Justo en ese momento me acordé del día del cumpleaños de Price, cuando Vlad me dijo que le llamara si sentía la necesidad de...Pero eso me hizo sentir más culpable, porque Vlad estaba pasándolo mal por mi culpa- No debí mentirle- Escuche a Arion y a Fey fuera de la casa hablar del partido de mañana. Esto me agobio a un más así que sin pensarlo dos veces deslice el filo de la cuchilla sobre mi brazo. Vi como la sangre empezaba a brotar y poco a poco sentí que la presión en mi pecho disminuía. Me tumbe en la cama y cerré los ojos.

NARRA VÍCTOR.

Estaba estudiando en mi habitación antes de cenar y me di cuenta que me había dejado el libro de Música en la habitación de Ricardo que me estuvo explicando unas cosas. Fui a su habitación para coger el libro. La puerta estaba cerrada pero vi luz así que llame a la puerta. No contesto, desvié la mirada y vi que empezaba a salir sangre por debajo de la puerta. Sin pensarlo dos veces abrí la puerta. Al entrar a la habitación me encontré a Ricardo tumbado en la cama con un corte en el brazo y los ojos cerrados. Cogí una toalla para presionar sobre el corte y me arrodille a su lado-¡Ricardo!, Venga despierta- le zarandee y empezó a despertar.