El Mundo II

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Para el mundo puede que solo seas una persona. Pero para una persona tu eres su mundo.

Vlad se bajó del autobús con cuidado y camino hasta la casa/mansión de los Di Rigo.

Al llegar se encontró con Mercury que volvía de hacer unos recados.

Vlad-le sonrió la madre de Ricardo- ¿Cómo estás?, me podías haber llamado y te acercaba yo hasta aquí.

No se preocupe señora Di Rigo-respondió Vlad- venía a ver a Ricardo. Le he estado llamando pero no responde.

Que mono, la verdad es que lleva encerrado en su habitación desde que llegó, no ha comido ni habla con nadie-suspiro Mercury- pero seguro que tu visita le anima.

Esperemos- Dijo Vlad- ¿Qué es eso?

Son galletas típicas de Italia, a Ricardo le suelen animar cuando esta triste- contesto Mercury cuando entraron a la casa. Fue a la cocina a preparar un té- ven conmigo Vlad, vamos a llevárselo- el mayor de los Vlad asintió- Oh, está tocando el Piano eso es buena señal- Toco la puerta, no escucho respuesta, volvió a tocar-Cariño te he preparado un Té con las galletas que tanto te gustan y tienes visita.

Mama, gracias pero no quiero ver a nadie, y no tengo hambre- se escuchó la voz de Ricardo tras la puerta.

¿Ni siquiera quieres verme a mí?- habló Vlad en italiano.

NARRA RICARDO.

Cariño te he preparado un Té con las galletas que tanto te gustan y tienes visita- Escuche a mama detrás de la puerta.

Después del desastre de esta mañana solo quiero estar solo. Agradezco que mi madre me intente animar, pero no es el momento. Le hablo en italiano para que la visita no se moleste y rechazo su oferta.

¿Ni siquiera quieres verme a mí?- Oigo decir en Italiano con un fuerte acento Japonés.

No puede ser, ¡es la voz de Vlad! Abro la puerta y le veo ahí de pie con las muletas sonriéndome. Esa sonrisa me vuelve loco y hace que todos los problemas desaparezcan.

Le abrazo con cuidado para que no pierda el equilibrio, mientras mi madre pasa a la habitación y deja la bandeja con las galletas y las tazas de té. Todavía sigo sorprendido de ver a Vlad allí.

¿No le vas a invitar a sentarse?- habló mi madre devolviéndome a la realidad.

S-si, claro, pasa y siéntate donde quieras- respondo deshaciendo el abrazo. Veo como Vlad me sonríe de nuevo y pasa a la habitación- Gracias mama- le doy un beso a mi madre antes de que se marche. Me giro y veo a Vlad sentado en mi cama. Sonrió al verle allí- ¿Qué haces aquí?- me siento a su lado y le ayudo a dejar las muletas apoyadas en la pared.

Estaba preocupado- me responde. Que mono es, se preocupa tanto por mí- no me cogías las llamadas. Así que he cogido el bus y he venido a verte peque. No quiero que te sientas solo. Sé que estas frustrado por lo de hoy, pero estoy seguro que en cuanto os conozcáis mejor el equipo será invencible- sin poder evitarlo las lágrimas de frustración salen por mis ojos mojando mis mejillas. Vlad me abraza, entierro la cabeza en su pecho. Se tumba en la cama y yo le sigo. Noto como acaricia mi pelo para calmarme.

Gracias Vladi- digo cuando puedo articular palabra. Él me sonríe y besa mi frente-siento el haber reaccionado así.

Shh-pone un dedo sobre mis labios- es normal, no tienes de que disculparte-acaricia mis mejillas y yo sonrió- ¿puedo pedirte una cosa?- yo asiento- aunque me da un poco de vergüenza-sus mofletes tienen un leve rubor.

Hay confianza-le sonrió.

El desvía la mirada hacia el piano- ¿Pu-puedes tocar para mí?- sus mofletes se han puesto rojos- en todo este tiempo no te he visto tocar, te escuchaba en Italia, pero nunca me atreví a entrar por no molestarte.- Es verdad en todo este tiempo nunca había tocado delante de Vlad.

A Tu Lado Para Siempre Inazuma Eleven GoWhere stories live. Discover now