ARRANGED MARRIAGE | YEONGYU |

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— ¿Acaso es una broma? — Dijo Beomgyu confundido.

— No lo es — respondió dulcemente — Hace unos días me pediste que tocara algún instrumento y bueno, decidí hacerlo hoy.

Beomgyu abrió sus ojos, estaba sumamente sorprendido por la reacción del mayor. Así que, sin pensarlo dos veces, avanzó hacia donde estaba Yeonjun y se sentó en una de las sillas mas cercanas a él.

— Estuve practicando desde hace unos días debido a que antes no tenia mucho tiempo. — Habló Yeonjun. — No soy tan bueno como antes.

— Estoy seguro de que si lo eres. — sonrió Beomgyu — ¿Hay alguna razón por la que estuviste practicando?

Yeonjun dejo de mirar el piano para darle una corta y rápida vista al menor que lo miraba atentamente. Él se empezó a reír internamente de lo dulce y curioso que se notaba Beomgyu.

— Eso es un secreto. — Se limito a decir. — ¿Quieres escuchar?

Así fue como Yeonjun empezó a tocar el piano. Se notaba sus años de practica y dedicación, la melodía era dulce y armoniosa y eso le fascinaba a Beomgyu que cerró sus ojos para poder concentrarse mejor y los volvió a abrir para ver el perfil de Yeonjun mientras seguía disfrutando del compás de la música.

— ¿Y que tal estuvo? — la voz del mayor hizo que Beomgyu moviera su cabeza despejando sus pensamientos. — Al parecer eso fue un ''perfecto''

— Gracioso. — rodó sus ojos. — Decidiste tocar el piano no como la otra noche.

— No tenia mucha inspiración. — respondió. — Creo que es hora de irnos

Beomgyu asintió y ambos empezaron a caminar por el pasadizo. Evitaban cruzar miradas debido al largo tiempo que habían estado juntos. Después de unos segundos, llegaron a la puerta de la habitación de Beomgyu. Este abrió la puerta al instante, pero no entro debido a la mano de Yeonjun que tocaba la puerta manteniéndola semi abierta para que no pudiera ingresar.

— Espera. — Dijo al instante, Beomgyu volteo por instinto notando lo cerca que se encontraba de Yeonjun, notaba su penetrante mirada mientras lo acorralaba más hacia la puerta, pero de una forma sutil y sin tocarlo del todo.

— ¿Q-que pasa? — balbuceo el menor evitando mirarlo a los ojos.

— Buenas noches — habló en un tono suave que sorprendió al menor. — La boda se acerca, prepárate. — finalmente se alejó caminando con dirección a su habitación.

Beomgyu soltó un suspiro mientras se tocaba el pecho. Su respiración se encontraba agitada, como había cambiado en tan solo esos minutos que estuvo con él. Quería dejar de pensar en eso, pero se le era imposible.

Se cubrió con sus sabanas y cerró sus ojos fuertemente para sacar de su cabeza esos pensamientos, pero soltó un pequeño grito no lograrlo. Poco a poco, pudo conciliar el sueño quedándose completamente dormido.

...

Durante los últimos tres días, se la pasaron yendo al lugar donde sería la ceremonia, preparando algunos números y también probándose los trajes, si porque no solo vestirían uno, el día de la boda.

Finalmente, el día llegó.

Yeonjun se hospedó en otro hotel por la noche anterior así que el menor se encontraba con HueningKai y Taehyun en el apartamento mientras se arreglaban para la ceremonia.

— ¿Por qué no cuando el sacerdote este diciendo si te quieres casar con el dices ''no'' y sales corriendo? — preguntó Taehyun logrando la risa de los otros.

— Sería mejor provocar un accidente, ese sería un genial plot twist — añadió HuenigKai.

— Ahora entiendo porque Yeonjun no los había invitado desde un principio. — Beomgyu rodó los ojos. — Estoy nervioso

— Quien no lo estaría si se casase con un demente. — respondió Taehyun

— El no es así. —le corrigió. — Al comienzo pensé lo mismo, pero hay algo de él que no muestra en publico y eso es tierno.

— Igual solo serán seis meses, ¿Verdad Beomgyu? — Preguntó HueningKai.

— Si eso creo. — Respondió finalmente.

Llegaron al lugar de la ceremonia, Beomgyu ya lo había visto unas dos veces, sin embargo, se sorprendió de la decoración, todo era tan lujoso que le impresionaba. Por el lado derecho se encontraban los familiares y las mesas para los invitados. Mientras que al otro lado y junto a la puerta se encontraban los diferentes periodistas de los distintos canales de televisión y radio que esperaban para algunas entrevistas y fotos del matrimonio.

Boemgyu corrió al notar la mesa de su familia y la abrazó muy emocionado de verlos a todos.

— ¿Estas nervioso? — preguntó su madre.

— No, no lo estoy. — Mintió para no preocuparla.

— Si, si lo estamos.

Una voz un poco más gruesa se escuchó detrás de ellos, el menor volteo para encontrarse con Yeonjun. Tenia un traje mas oscuro, una camisa que le quedada acorde a su cuerpo y su maquillaje estaba perfecto para el momento.

— Yeonj...

— Estas muy precioso. — sonrió la mamá de Beomgyu.

— Muchas gracias. — Yeonjun sonrió dulcemente. — Es momento que nos vayamos, la ceremonia empezara en unos minutos. — Tomó la mano del menor y entrelazo sus dedos para caminar alejándose de su familia.

Saludaron a unas personas que estaban tomando fotos de la pareja antes de seguir caminando.

— Como te atreves. — habló el menor mirándolo fijamente a los ojos.

— ¿Saludar a tu familia? Era lo mínimo que podía hacer. — Respondió Yeonjun saludando a las personas presente. — Tu mamá es muy dulce, ya se de donde salió tu personalidad.

Beomgyu bajó la mirada sintiendo sus mejillas con un tono rojizo por el comentario del mayor. Llegaron a un camerino donde pudieron tener un momento a solas antes de la ceremonia.

— Beomgyunie.

— ¿Sí?

— No estés nervioso, al contrario, diviértete. Sera un lindo día. — Sus palabras sonaron tan natural que lo sorprendieron por completo.

Beomgyu no noto en qué momento, pero tenía a Yeonjun a pocos centímetros de él. Alzó la mirada encontrando esos grandes ojos que tanto nerviosismo le causaba. Yeonjun dio un pequeño paso más acelerando el corazón del menor que no sabia como reaccionar. Por instinto cerró los ojos sintiendo unos cálidos labios en su frente. El pequeño beso fue corto, pero logró poner nervioso al menor que solo sonrió mientras sentía los labios en su frente. Yeonjun se separó soltando una dulce y pequeña risa mientras Beomgyu abría los ojos.

— Te veo en unos minutos. — el mayor acarició su mejilla y segundos después salió del lugar.

Esta noche recién iniciaba, sin embargo, tenía miedo de que acabara pronto.