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El resto del día me la pasé frente al cuarto de aquella chica que había "rescatado" y que ni siquiera sabía su nombre; pero sin pasar de la puerta, como siempre.

Al caer la noche, me levanté y me fui a mi recámara, sin embargo, en el transcurso me encontré con algo inesperado.

O más bien con alguien.

-¿Eliot? -por supuesto que era él, aunque nunca llegaba tan temprano, ¿O tan tarde era?

El Alfa de la manada venía sucio, como si se hubiese revolcado en el lodo en repetidas ocasiones, al menos eso se notaba por detrás, ¿Cómo estará su aspecto de frente?

-¿Qué? -ese pequeño cuestionamiento no solo lo dijo, sino que casi lo rugió, como si el simple hecho de mi presencia le molestará.

Yo no estoy muy a gusto aquí.

En ese momento el Alfa dio la vuelta, y si su imponente figura por detrás era desarreglada, por delante era patética. Estaba todo sucio incluyendo su rostro y cabello, aunque debo mencionar que esté último estaba bastante despeinado; su camisa arrugada y lo único casi decente que traía era su pantalón.

-Rayos, ¿Que te paso? —las pronunciadas ojeras en ese rostro tan pálido hacían que él se viera como un zombie, ¿Qué no ha estado durmiendo?

-No es de tu incumbencia, chiquilla.¿Qué quieres?

Que cabrón.

-Tienes razón, no es de mi incumbencia, solo una cosa, necesito el libro, me urge. -no estaba molesta, de hecho, tenía razón, sus asuntos no son de mi interés; fue una pregunta estúpida.

-Allison, es muy noche, te lo dejare en la mañana con Noona, ¿Si?, Ahora vete a dormir y déjame descansar - suspiré y sentí como inconcientemente rodé mis ojos, una maña que jamás dejaré al parecer.

-Como sea. —iba a entrar a mi recámara, sin embargo, sentí la presencia de alguien detrás de mi, ¿Y quién más si no era el Alfa?, Éramos los únicos en ese lugar —¿Necesitas algo? -di la vuelta y lo vi ahí parado a cierta distancia de mi, con su cabeza un poco inclinada y con una cara de cansancio, ser Alfa debía ser difícil.

-Noona me dijo que querías salir, sé que es difícil estar aquí todos los días sin ver a nadie, pero, me haz obedecido y te agradezco eso; tu presentación será al atardecer de mañana, un poco antes de que salga la luna, después podrás salir libremente, con guardia claro. -mis ojos se abrieron de la sorpresa que me causaba esa noticia, ¿Por fin iba a poder salir?

Oh, iba a salir.

No sé porque, pero esa noticia paso de causarme sorpresa y un poco de entusiasmo a causarme... Miedo.

¿Por qué tenía miedo?

¿A caso no quería salir?

-¿Que pasa? -salí de mis pensamientos y volví a mirar a Eliot, no comprendía su cuestionamiento -, ¿No es lo que querías?

-Eh, yo no... Digo si, si es lo que yo quería, ¿Al atardecer dijiste? - él solo asintió y se dirigió a la puerta de su cuarto, me miró por última vez y entro, así, sin más. Yo hice lo mismo, me cambié y trate de dormir, digo trate porque no pude pegar el ojo en toda la noche de los nerviosa que estaba por la presentación que sería dentro de poco.

Maldita sea.

Cuando me di cuenta eran las 7 de la mañana y no había dormido nada, debía verme totalmente demacrada. Iba a cerrar un poco mis ojos en un intento de dormir, sin embargo, alguien tocó la puerta.

Esclava del Alfa. Where stories live. Discover now