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-Camina -el beta me empujó hasta que el impulso hizo que abriera las puertas de aquel despacho.

Todos me miran...

-Alfa, la desertora intento escapar e incluso me amenazó con balas de plata benditas -todos colocaron una cara de sorpresa e inmediatamente me miraron con... ¿Repudio?, Si, causo grandes emociones en la gente.

Vaya, ahora que me daba cuenta, la sala estaba llena de Alfas que, para mi mala suerte, ya conocía y no bajo circunstancias buenas.

-¡Ella es quien entró a mi manada y hurtó parte de los bienes comerciales hace dos meses! -oh, me recuerda. Claro que me recuerda, le rompí una pata, ¿O fueron dos?, No lo sé.

-¿También contigo?, Conmigo entro a mi manada y lastimó a muchos de mis guardias.

-Tus guardias querían pasarse de listos.

-¡Silencio! -la voz del chico-Alfa, resonó en toda la habitación y después un silencio sepulcral se hizo presente, hasta que un valiente hablo.

-Esta perra fue encarcelada en mis mazmorras y cuando escapó no se conformo con irse solo ella, sino que libero a muchos de los que se encontraba ahí con ella. ¡Fueron libres sin si quiera pagar su condena! -inmediatamente mire al hombre que dijo eso, me safe del beta que aún me tenía agarrada y me acerque hacia aquel hombre.

-Tu, eres el peor de los Alfas que he podido ver, y vaya que he pasado por muchas manadas. Eres un injusto, abusas de tu poder y ni siquiera ves por el bienestar de tú manada, ¿Y la perra soy yo? -en seguida de que dije eso su mano se levantó e impacto contra mi mejilla.

Maldito bastardo.

Justo cuando iba a regresarle el golpe, obviamente con mano cerrada y no con una bofetada, el Alfa verdadero se acercó y me cargó mientras inmovilizaba mis brazos.

-Alfa Viktor, le voy a pedir que no se vuelva a atrever a golpear a esta mujer ni a ninguna otra por lo que le resta de vida, si no quiere vérselas conmigo. Y por lo que dice esta mujer, si es cierto o no, será investigado para averiguar la verdad. Ahora le voy a pedir que se retiré -me sorprendí por el tono que uso el Alfa contra con el otro, ya que, los Alfas mayores son bastante respetados y la voz que uso este Alfa inexperto, no sonó muy respetuosa -. Mi decisión se les comunicara en unos días, mientras, pido que se retiren todos menos tu Jordan, esta sesión se da por concluida. Tengan buena tarde señores.

Todos se levantaron, hicieron una reverencia y justo cuando iban a irse me safe del hombre que aún me tenía inmovilizada, me acerque hacia el aquel Alfa llamado Viktor, y cuando lo tuve cara a cara le propine un golpe en el rostro, que hizo que esté cayera y sujetará su nariz, la cuál empezó a sangrar.

-Vuelve a golpearme y te irá peor que eso, estúpido. - todos se quedaron estupefactos esperando a que algo más sucediera, sin embargo, nada pasaba, Viktor solo se limpio la sangre que seguía cayendo de su nariz y se fue junto a los demás.

-Ya he tenido suficiente paciencia contigo, chiquilla. ¿Qué es lo que pretendes? -habló el Alfa restante en la habitación, sin embargo, este parecía bastante enojado y sus ojos rojos me lo confirmaban.

-Pretendo irme de este repugnante lugar con olor a perro -el beta, que ahora sé que se llama Jordán, avanzó en forma de amenaza hacia mi, pero el Alfa lo detuvo colocando una de sus manos en el pecho del contrario.

-Jordán, prepara una celda en lo más profundo del lugar e igualmente prepara una recámara, veamos cuál se ocupará el día de hoy. -levante una de mis cejas al escuchar su intento de comentario intimidante.

-Pero Eliot, no me digas que vas a...

-Jordán, hazlo.

-Si, Alfa. - y con eso dicho, el beta se fue, no sin antes mirarme de arriba hacia abajo.

Oh, vaya, algo interesante va a pasar.

-Bien, es hora de que te diga mi propuesta -el silencio volvió a hacerse presente mientras aquel chico tomaba lugar en la silla que estaba frente al escritorio -. Cómo sabes, los desertores se han convertido en un gran problema hoy en día, han liquidado a millones de nuestra raza, y ni hablar de las cacerías de Alfas que han terminado con la mayoría de ellos...

-Al grano. - si, odio los rodeos.

-Necesito una mujer, mi mujer.

Silencio de nuevo.

-¿Y yo qué tengo que ver con eso?

-Pues, como escuchaste a los demás Alfas, porque si, me di cuenta que eres una impertinente y estabas escuchando tras la puerta. Necesito una luna, eso me hará más fuerte y a mi manada también - la verdad, lo que decía no tenía mucho sentido para mí, seguí sin ver mi papel en aquella situación, yo no podía hacer nada por él.

-Si tanto necesitas una mujer, busca a tu pareja eterna y ya. Sabes que no puedo hacer nada por ti.

-Te equivocas -se levantó de aquella silla y se acercó hacia mi, algo había cambiado, ese chico había cambiado, se veía más... Imponente, misterioso y peligroso -. Los temas del amor no son de mi interés, no estoy empeñado a encontrar a mi pareja, eso solo me distrairía de lo que verdaderamente viene, una guerra. Lo que necesito es una mujer, una a la que no pueda amar y sea consciente de eso, que no espere ningún trato afectuoso de mi parte o algo parecido. Una que sepa cuál es su lugar aquí y me obedezca en todo -me tomo del rostro, se acercó mucho más a mí y me miró con esos ojos rojos, con esos fríos ojos rojos -, y esa, vas a ser tú.

¿Qué yo qué?

Me aleje de su agarre y retrocedí unos pasos. Volví a mirarlo buscando cualquier indicio de que aquello que decía era una broma, una mala pasada o algo parecido, pero no, su rostro estaba firme, era totalmente en serio, ¿Me estaba proponiendo ser su mujer de mentira?, No, peor que eso, me estaba proponiendo ser su esclava.

Si se dieron cuenta le cambié el nombre a Eliot a uno de los protagonistas. ¿Les está gustando la historia?, Espero que si(:

Esclava del Alfa. Where stories live. Discover now