El hijo de la luna.

Capitulo 17.

La peliazul tras recuperar la conciencia, ve a Yato, siente su energía, no es igual a la de un mortal, entendiendo que podría ser, se levanta, haciendo reverencia a Yato, dejando confundidos a ambos chicos, Ziri - ehh por qué le haces reverencia? - Ivonne - también deberías hacerla tu, tonto, estamos ante la presencia de un semi-dios - está vuelve a su postura normal, viendo al pelinegro, Ivonne - disculpe por lo irreverente que es - Yato - ehh... No te preocupes, no es necesario... espera, como sabes que soy un semi-dios? - Ivonne - mi señor Poseidón me contó que entre los dioses hay un semi-dios y que igual debemos respetarlo, porque es hijo de Zeus - Yato - eso lo explica, aunque no es necesario - dice apenado, moviendo en señal de negación sus manos ante el acto de la peliazul, causándole pena, Yato - espera un momento, dices que soy el único semi-dios? - Ivonne - sí, eso fue lo que dijo mi señor, dije algo que no debía? - viéndose la preocupación en la chica, Yato - no, para nada, no te preocupes *en su mente: entonces nadie más que yo sabe la existencia de Ziri, aparentemente, espero que no sea malo que vaya a ver a su madre* pronto partiremos Ziri - dice alejándose un poco para darle a ambos su espacio, Ivonne - piensas irte tan pronto? - Ziri - sí, me surgió algo, discúlpame por no quedarme - Ivonne - primero descansa, imagino que no has dormido, ve esas ojeras - está posa su mano en la mejilla del albino, con su dedo pulgar toca por debajo de su ojo, viendo que está un poco ojeroso, después se acerca a Yato, Ivonne - mi señor, es necesario que se vayan rápido? - Yato - eh no creo, depende de Ziri, por qué? - Ivonne - quisiera que lo dejará descansar un poco, parece que no durmió - Yato - oh claro, no hay problema - Ivonne - venga también usted, será un gusto recibirlo en mi casa - Yato - gracias, solo una cosa, no me hables con tanto respeto, me haces sentir viejo, puedes hablarme con confianza - Ivonne - oh eh... Claro como us-... Que diga cómo digas - ríe un poco confundida, llevando a ambos chicos a su cabaña, notando que están a pocos metros de esta.
En los campos elíseos, vemos a una rubia entrar a los aposentos de Zeus con mucha confianza, mientras esté hablaba con Apolo y Efebo Abel, está al acercarse, escucha la conversación, Apolo - dicen que huyó, pero no se sabe a dónde - Zeus - pero por qué lo haría? Abel - he escuchado ella y sus guerreros han escapado porque preparan una rebelión contra usted - la rubia al escuchar ese comentario, toma un semblante de enojo, manteniendo la calma

hasta que los tres notan su presencia, ambos dioses del sol hacen una reverencia a la rubia, Abel - es un gusto que haya regresado - Apolo - disculpen por molestarlos, nos retiramos - Casumi - espera Apolo, quien quiere traicionar a mi esposo? - Apolo - Artemisa - Casumi - esto no tiene sentido!... - Zeus - suficiente, pueden retirarse - ambos dioses salen del lugar, está ve con enojo al dios del rayo, mirándose en su rostro la molestia que le causó, Casumi - explícate, cómo está eso que Artemisa te quiere traicionar? - Zeus - eso creen, la verdad, no se a sabido de ella desde hace 18 años - Casumi - lo sé... Pero algo saben ese par que ocultan, algo no me agrada en su actitud, además, como saben que quiere traicionarte si nadie la ha visto desde hace mucho tiempo? - Zeus - como te repito querida, eso creen ellos, aunque también lo dudo, la última vez que la ví, estaba comenzando a cambiar - Casumi - además que actuaba raro, como si se hubiera sentido mal como si... - Zeus - si estuviera embarazada - Casumi - así es - Zeus - si hubiera sido así, por qué huiria? Y la más grande pregunta, quien hubiera sido el padre? - la mujer lo ve con confianza, diciéndole "eso es obvio" con la mirada, Casumi - solo hay alguien, pudo haber sido él - Zeus - puede ser, ya que se volvieron cercanos en poco tiempo - Casumi - además, si es cierto que se embarazo, fue meses antes de que quitarás tu absurda regla, de repudiar a los semi-dioses - Zeus - eso tendría sentido, porque cuando iba a nacer Yato, me hiciste entender que estaba mal - Casumi - cambiaste mucho desde que nos casamos y me volví reina de los dioses - Zeus - eso es verdad, me hiciste cambiar - este abraza a la rubia de la cintura, besándolo de manera cariñosa, como si cada beso que le da, le fuera tan adictivo, que no podría parar, Casumi - jajaja Zeus ja estás muy cariñoso hoy - Zeus - es tu culpa - ríe un poco, posando su mentón en el hombro de su amada, Casumi - si es verdad nuestra teoria, dicho hijo no tendría mucha diferencia de edad a nuestro hijo- Zeus - así es, debemos investigar si lo que dijeron Apolo y Abel es verdad - Casumi - sí, algo me dice que esconden algo y no es bueno -.