El hijo de la luna.

Capitulo 13.

Ivonne lleva a Ziri a su casa, dándole asiló, el peliblanco cuestiona a la ojos de tornasol, Ziri - dime, por qué me trajiste aqui?  No me conoces - Ivonne - eso lo sé, pero entiendo lo que es estar desempatado, sin que nadie pueda extenderte la mano, además, veo en ti un gran potencial como guerrero - Ziri - que te hace creer eso? - Ivonne - no lo creo, estoy segura, sentí una energía grande provenir de ti, manifestándose en tu cuerpo, haciendo que emanes un brillo, me dió la impresión al brillo de la luna llena, por la noche, con un cielo despejado - Ziri - vaya, crei que eras débil, pero me dejas asombrado *en su mente: mejor por su bien, ocultare quien soy, no quiero que alguien más muera por mi culpa* - Ivonne - me ofendes, soy una de las mejores, en la guardia de mi señor - dice con un toque de arrogancia en su voz, Ziri - eso no lo creo, tendrás que darme una demostración - notandose en su rostro una sonrisa arrogante, mientras esté desenbaina su espada, para verse intimidante, la peliazul da una carcajada, pasando frente él, abriendo la puerta del lugar, este la sigue saliendo del lugar.
Con Artemisia, está se encuentra en los campos elíseos, con un sello de Apolo rodeandola, evitando que salga del lugar, se aleja un poco de la entrada al templo del dios sol

viendo a Odiseo y Teseo, estos al ver a la diosa, le hacen reverencia, oprimiendo sus puños del coraje al ver que es prisionera del dios sol, Odiseo - ahora le puso ese sello, verdad mi señora? - Artemisa - sí, bloqueo mi poder, para hacerme confesar - Teseo - sabe algo el dios Zeus o la diosa Casumi? - Artemisa - no creo, además, si estuvieran enterados de la situación, no harán nada, se entiende, antes actúe contra la humanidad, al igual que Abel, Eris, Hades y Apolo, no creerán que me he redimido - Teseo - usted no lo sabe hasta que lo intente - Artemisa - conozco la justicia de Zeus - Odiseo - pero no de la señora Casumi, denos la orden para ir con ella por favor - Artemisa - dicen que ella cree en el perdón, pero no creo que me lo de al saber mis pecados - Odiseo - hágalo si quiere volver a reunirse con su hijo, por favor - Artemisa - hablando de él, dónde están Ícaro y él? - ambos angeles se ven unos momentos, dando un suspiro, Teseo - mi señora, Ziri... Está en la tierra... Huyó... - Artemisa - como fue posible eso?! Cómo se les escapó? Y dónde está Ícaro? - se muestra el enojo de la diosa al saber que se les había escapado su hijo, Teseo - Ícaro... - ambos angeles invocan la cápsula en la que tienen el cuerpo de su compañero, dejando impactada a la diosa, se acerca a la cápsula dónde está el ojiazul, acariciándola, Artemisia - que le pasó Teseo?... - escuchándose su voz quebrarse, esperando una explicación de su ángel, Teseo - mi diosa él... Él está muerto... - la diosa no podía creer lo que escucha de Teseo, sin aguantar más, comienza a llorar de manera silenciosa, desaparece la cápsula en la que tenían el cuerpo de Ícaro, está apoya su cabeza en sus piernas, acariciándola, como solía hacerlo antes de que naciera Ziri, las lágrimas de la diosa de la luna caen sobre el rostro del cadáver de su amado, sintiendo lo frío que está, Artemisa - como paso?... - Odiseo - parece que Abel y Apolo se aliaron, porque al llegar, estaban Ziri e Ícaro peleando contra Jao de Lynx, decía que se llevarían a Ziri, Ícaro no lo permito, peleando contra esté, pero no logro vencerlo, Ziri al ver que estaba en dificultades, iba a vencerlo, pero su caballero Atlas de Quila interfirio en la pelea, salvando a su compañero, pero antes de morir, Ícaro le dijo la verdad - Artemisa - le dijo quien es su padre? - Odiseo - no, solo le dijo que usted es su madre y el motivo por el cual Apolo lo quiere - la diosa sin decir nada más, le quita la armadura y el resto de su ropa, está con el poco poder divino que tiene, cubre el cuerpo del pelinaranja

Artemisa - gracias por su trabajo, les pido que traigan a Ziri, por favor - escuchándose su voz quebrada, pero mantiene su semblante firme, Odiseo - nos llevamos el cuerpo de Ícaro? - Artemisa - no... Yo me quedaré con su cuerpo, hagan lo que les pedí, por favor - ambos ángeles asientan alejándose del lugar, para regresar a la tierra.
Regresando con Ziri e Ivonne, ambos se alejan lo suficiente de la casa, dirigiéndose a la cascada, Ziri - aquí pelearemos? - Ivonne - claro, no quiero limpiar el desastre *en su mente: parece que se animó, lo mantendré así* muéstrame lo que tienes albino - poniéndose en posición de defensa.