El hijo de la luna.

Capitulo 29.

Después de la dura batalla de Ivonne y Yato contra Ziri, este huye al sentir dos auras conocidas ir a los campos elíseos, dónde está ocurriendo la batalla entre Zeus y Hades, este huye del lugar, dejando herida a la peliazul, Ivonne - Y-Yato... Yato d-dime... Sabes usar... El poder del hielo...? - viendo lo débil que se encuentra, recistiéndo para detener la hemorragias interna, Yato - sí - Ivonne - ejerce presión aquí... Y t-trata de congelar mis órganos... - Yato - estás loca?! Eso no curará la hemorragia! - Ivonne - l-lo se... Pero s-solo así detendrá un poco... El sangrado m-mientras me curan... hazlo... p-por favor! -se queja del dolor, manteniendo presión en su vientre, haciendo que el pelinegro haga caso a la petición de la chica herida, concentra su poder, volviendolo gélido, posa su mano sobre la zona donde le dolía, está da un suave quejido al sentir la fría mano de su compañero de batalla, sintiendo que suelta su poder frío, aliviando poco a poco su molestia, está al sentir que es aliviado de manera temporal su dolor, con molestia se levanta, apoyándose de su cetro y del semi-dios ojiazul, Yato - crees poder seguir? - está sonríe de manera confiada, Ivonne - claro, esto no es nada, vamos a ayudar en la batalla - ambos entran corriendo, como cometas para ayudar en el campo de batalla.
Fuera del castillo de Zeus, el lado de Zeus comienza a tomar victoria, porque Poseidón derrota a los tres jueces del Inframundo, Casumi a los dioses gemelos, solo queda la decisiva entre Zeus y Hades, Zeus le lanza una tormenta eléctrica a Hades, este al reaccionar lento, recibe el ataque, haciendo que el dios rubio creyera que tenía la victoria, pero ve que el dios pelinegro se levanta a pesar de recibir esa fuerte descarga, Hades - ¿ese fue tu máximo? Te mostrare el verdadero dolor - ondea su espada, provocando que lance su ráfaga infernal, recibiendolo por completo la deidad del rayo, cayendo al suelo, soltando su cetro, el dios pelinegro amenaza a su hermano, riendo por su derrota, Casumi ve que su esposo será acabado por Hades, que está aumenta su poder divino, el dios infernal no le presta atención a lo que hace la reina de los dioses, porque iba a darle la estocada final, pero el poder de Hades disminuye de manera drástica, provocando que todos voltean al cielo, viendo que el sol y la luna se separan, rompiendo el eclipse, mientras los jueces y los dioses gemelos son regresados al Inframundo, provocando furia en el dios infernal, Hades - maldito mocoso! - la rubia aprovecha que Hades baja la guardia, para encerrarlo en su prisión divina, al tenerlo dentro, le regresa el golpe que le dió a su esposo, usando la explicación solar, provocándole graves quemaduras, después de recibir tan poderoso ataque, cae de rodillas al suelo, resistiendo los daños que recibió, Ziri - este absurdo juego se acabó - el dios del rayo se levanta con dificultad, viendo lo que había hecho el "aliado" de su hermano, Zeus - ¿a qué te refieres? - Hades - m-maldito... Eso no es parte del trato... Pero no eres el único con jugadas bajo la manga - sacando el collar con el que conecta al de Ziri, usando las fuerzas que le quedan, destruye el collar, viendo a Ziri caer al suelo de rodillas, viendo que una neblina negra sale de su cuerpo, siendo el poder que le había dado el dios infernal, siendo una disminución del 25% de su poder, volviendo poco a poco su cabello blanco, quedando un poco de oscuridad en su corazón, se refleja en sus ojos

Quedando al mismo poder que el dios pelinegro, el dios del rayo se levanta con dificultad gracias a su esposa y hermano, Ziri - no deben vivir... - se levanta sin dificultad, yendo sobre los dioses, Ziri - no deben vivir! - salta para atacarlos, haciendo que brille su espada, pero un cetro choca contra su espada, deteniendo su ataque, Chronos - llegamos a tiempo - comienza a forcejear contra el dios del tiempo, mientras el dios del Inframundo iba a atacar por la espalda al peliblanco, pero un rayo blanco lo detiene, lanzando su espada lejos, quedando todos asombrados al ver que detrás del dios del tiempo, salen Artemisa e Ícaro, Artemisa - no vuelvas a ponerle una mano encima a mi hijo - el ojos de sol sonríe con malicia al verla, Ziri - al fin vienes -