El hijo de la luna.

Capitulo 19.

Yato y Ziri al salir del extenso bosque, una niebla espesa los rodea, que sin darse cuenta los separa, Yato al notar que el peliblanco no está con él, iba a llamarlo, pero adelante de él, ve una figura muy familiar, una silueta femenina, Yato - madre? - dejando asombrado al pelinegro, con Ziri, ante la neblina, no logra ver su camino, volteando a su lado izquierdo para ver a su amigo, notando que este no se encuentra, Ziri - oye Yato... No está, maldición, nos perdimos - delante de él, ve una silueta muy conocida, dejandolo sin palabras, Natasha - hijo, me recuerdas?... - viendo a la morena sonreír con dulzura, abriendo sus brazos al peliblanco, Ziri - m-mamá... -  siendo lo único que pudo pronunciar, regresando con Yato, al ver que la mujer con la forma de su madre, se acerca a él, sabía que dicha mujer no es su madre por la manera en la que se encuentra vestida, de manera atrevida, le abre sus brazos, Casumi - ven hijo, dale un abrazo a tu madre, te he extrañado -

Este se mantiene alerta, decidido a saber quién es aquella que tomo la forma de su madre, sonríe, mientras con sutileza saca sus espadas, Yato - madre, también te extrañe - sonríe para que el enemigo no desconfíe de él

Deja que aquella mujer se le acerque, teniendo la a menos de medio metro de distancia, saca sus espadas, lastimando a aquel ser femenino, una espada la apoya en su hombro y la mantiene apuntando a su enemiga

Yato - quién eres y por qué tomaste la forma de mi madre? - Casumi (falsa) - mocoso grosero - invocando una gran espada, apoyándola sobre su hombro, para amenazar al ojiazul

está sin dudar, lo ataca, este se defiende con sus dos espadas, dándole una patada en el estómago para alejarla, Yato - quien eres?! - notandose la clara molestia del pelinegro, Casumi (falsa) - no pude engañarte con facilidad, sin duda eres hijo de Zeus, no te dejas segar por esos afectos inútiles humanos, mi nombre es Caval, soy una demonio de clase 3 de la segunda esfera demoniaca - viéndose a aquella mujer tomar su forma real, viendo su espada convertirse en una boa, rodear a la susodicha, mientras está la acaricia.

Con Ziri, este se acerca a aquella mujer que dice ser Natasha, este sin dudar la abraza con fuerza, Vacal - ya ya, mamá está aquí - está hace que el peliblanco la vea a los ojos para comenzar a hipnotizarlo, este comenzando a caer en la hipnosis de la mujer serpiente, ve una serpiente salir detrás de ella para atacarlo, logrando salir rápido de aquel estado, tomando al reptil, arrojándolo al suelo y clavarle la espada, atravesando su cabeza, Caval - maldito! - mostrando su verdadera forma, atacando directamente al ojos de sol, este desenvaina su espada para defenderse, comenzando una pelea con la clon de la demonio. Volviendo con el ojiazul, Yato - como puedes tomar esas formas? - Caval - es fácil querido, los hipnotizó para adentrarme a sus mentes, a los mejores recuerdos, tomando la forma de quienes amas, sabiendo que esa será su debilidad para usarlo en su contra - manda a su boa sobre Yato para atacarlo, este sin problema, lo parte, Yato - ven y atacame tu, no me mandes a tus mascotas - mostrando arrogancia el ojiazul, está comienza a transformarse en serpiente, pero es detenida por una voz imponente, ?? - detente! Recuerda que el no es nuestro objetivo! - está voltea a todos lados, buscando con la mirada dónde se encuentra el dueño de esa orden, Caval - pero mi señor...! - ?? - es una orden! Concéntrate en nuestro objetivo, el no nos sirve! - Yato - muéstrate cobarde! - manteniéndose en defensa, aquella mujer demonio no tuvo otra opción más que obedecer la orden de su amo, pero antes de marcharse del lugar, le manda muchas serpientes para distraerlo y huir del lugar, el pelinegro sin dudar destruye las serpientes de la demonio, siendole un poco complicado porque eran demasiadas, este arto de tanto reptil, usa su cortador de plasma, destruyendo a todos los reptiles de una vez, al ver que no había otra distracción, ve que la demonio no estaba, pensando que su objetivo sería su amigo Ziri, corre a cualquier dirección para buscarlo e impedir los planes que tengan con él.