Capítulo 1

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- Addeline tan sólo podrías tomarte un tiempo para ti.

La hija de mi jefe quien ha llegado primero que él, ha estado insistiendo sobre una salida con ella y unos amigos.

Negue.

-No tengo tiempo para eso, lo siento.

Revisaba que todo estuviera en orden en la sala de juntas, abrí las carpetas revisando su contenido, asentí,  acomode la silla enfrente mío.

- ¡Perfecto! -Sonreí al observar todo, cheque la agenda en mis manos, vi la hora en mi reloj el señor Wolley tendría que llegar en 35 minutos a mas tardar.

-¡Pero que te cuesta! - Reprocho como niña chiquita.

Reí y le pedí que saliéramos, cerré la puerta, caminábamos una a lado de la otra,  escuchaba los saludos que le daban.

- Podrías divertirte y distraerte. - Dijo cuando llegamos al escritorio de la secretaria de su padre.

- Gracias Margaret, todo está excelente. - Le dije a la señora a lado de mi, ella me regalo una sonrisa y siguió con su trabajo.

- Maggie, ¿verdad que Addy debería salir a pasar un rato, tomar unos tragos y bailar? - Le pregunto a la mujer, ella es una señora casi de la edad de mi madre, no pasaba de los 40, rellena, con un corte de cabello "pixie", rubio pero con un estilo único peinado hacia su lado derecho, ligeramente maquillada y bien vestida, un traje negro y con una blusa de seda con botones de color rojo que esta combinaba con su labial y zapatillas.
Ella la observo y negó.

- Lo siento, pero si ella no quiere no puedes obligarla. Ni tú, ni yo. - Contesto y siguió con lo suyo.

-Maggieeeee.

Lloriqueo y se sentó en uno de los sofás que habían,  la observe, al estar a Julio y en verano, con un calor infernal. Llevaba un vestido de tirantes azul marino con pequeñas flores blancas en el, tenis blancos converse, collares adornaban su cuello, su cabello castaño oscuro, suelto caía en sus hombros, no podía creer en lo hermosa que se veía con algo tan sencillo. Pase la vista de su vestimenta a la mía,  yo sólo usaba faldas de tubo de colores neutros y blusas de vestir parecidas a las de Margaret solo que de manga larga, trate de no darle importancia, de su bolso saco su celular y leyó algo.  

Revise de nuevo mi reloj, faltaban 15 minutos.

- ¡He llegado! - Exclamo el señor Wolley al tenerlo a nuestra vista.

Saludo a su hija, los vi hablar bajo, nos observo y camino en nuestra dirección.

-Buenos días Margaret, Addeline. - Inclino su cabeza en forma de saludo.

-Buenos días. - Contestamos al mismo tiempo.

Mientras él le explicaba algo a Margaret, yo preparaba su habitual  expreso con la cafetera que tenia en su oficina, lo esperé,  cuando ambos entraron mi jefe tomó asiento  en su escritorio y su hija frente a él. Le di su bebida, estaba apunto de ofrecerle algo a la chica cuando me interrumpió.

- ¡Papá! -Ambos nos sobresaltamos ante su grito. - Por favor, por favor. Convence a Addy para que salga conmigo hoy en la noche. - Suplico juntando sus manos, me puse nerviosa al escucharla llamarme por el diminutivo de mi nombre.

- ¿Addy? - Pregunto el hombre y alzó una ceja en mi dirección. 

Sentí mi cara arder de la vergüenza y agaché la mirada.

- ¡Oh vamos!,  lleva trabajando dos años y medio contigo. Y es joven.-  Me señalo.

Supe que se aproximaba una charla de padre e hija así que le serví un vaso de té verde con menta frió y salí de ahí.

- ¿Y bien? - Se burlo Maggie al verme.

Puse los ojos en blanco, esto se ha repetido más de cinco veces.

Después de unos 10 minutos ambos salieron, me acerque a el señor Wolley caminamos para llegar a la sala de juntas.

- Faltan 5 minutos para que lleguen todos, algunos de sus socios lo esperan. - Le entregue la carpeta con los documentos.  - Todo esta en orden señor.

Él asintió leyendo y pasando las hojas.

- Confío en ti. - Sonreí agradeciendo el cumplido. Me observo y después a su hija que estaba a unos pasos de nosotros hablando por su celular - Pero mi hija tiene razón.

- ¿Disculpe? - No podía creer que estemos hablando sobre ello.

- Deberías de salir, eres joven...

- Pero... -Lo interrumpí con un temblor al hablar

- Lo sé, se que tienes responsabilidades esperando en casa pero te lo mereces trabajas muy fuerte y con tanta dedicación.  - Vio lo sorprendida que estaba por sus palabras. - No lo tomes como un momento de diversión sino como un momento de descanso. Lo mereces.

Termino y se alejo de mi para despedirse de la chica, cuando él se fue me acerque a ella.

- Amelia. - La llame.

Y sí, ella era Amelia Wolley, hija de mi jefe, dueño de una de las empresas más grandes de exportación de productos orgánicos en Hackney, diseñadora de zapatos y con un puesto de trabajo con Nicholas Kirkwood, ¡Dios! Alex se moriría por conocerla.

- ¿Si? - Guardo su celular.

Suspire.

- No es seguro que vaya, -Jugué con mis manos-  tengo que hablar con alguien antes y...

- No te preocupes, - Me tomo por los hombros- yo te esperaré. - Tomo de nuevo su celular-  ya te envié  la ubicación - Me mostro la pantalla, no quiero ni pensar como consiguió mi número. - esta cerca de aquí.  - Continuo y me abrazo- No te arrepentirás.

Me sonrio y yo le devolví el gesto.

Eso espero.

"New Angel" | NH Where stories live. Discover now