-GÉMINIS-

CAPÍTULO 12

---- SOLO DE UNA NOCHE ----

Aitana 

—Ya no me despedí de mi hermana-lo miro.

—Estarás bien no te voy a matar,-sonríe —ni a secuestrar.-dibuja una cara pensativa en su rostro —Bueno talvez si te secuestro, si me gusta lo que pasa esta noche.

Esa sonrisa que el se carga es sexy y muy tentadora <<Es el hombre al que sin duda me follaría<<. Esa sonrisa que me encanta ver, es como si solo fuera para mi. Me quedo con una sonrisa por sus palabras.

—Lo digo porque hoy es su luna de miel y le prometí que hablaríamos durante la fiesta-su mano se baja hasta mis glúteos y me pone de frente a el .

—Tu también tendrás acción Diosa.-me da un beso y su mano vuelve a mi cintura, las mismas manos que me impulsan para caminar —Tanta que no podrás moverte en un par de días.

—Vamos al hotel ¡sí! -me sonrojo.

—Rubor natural por palabras malas-se muerde el labio —¡Me gusta!

—No diré nada mas-me cruzo de brazos .

—Claro que no dirás nada-me mira y su mirada vuelve a su camino.

Estoy mas baja que el por lo que tiene que bajar la mirada para verme.

—Este camino ya esta largo.-me quejo —Ya me duelen hasta las piernas de tanto caminar.

—Puede ser que haya escogido el camino largo solo para tenerte un rato sin follarte-suelta una carcajada.  Una carcajada que moja mis bragas y jodidamente sensual combinada con su voz varonil.

—Malo-le muestro una cara triste.

<<¿Qué haces Aitana?<<

—Tranquila Diosa que tendrás tiempo para descansar después de que te folle, si es que paro de hacerlo-me encanta  escuchar a este hombre decir esas palabras, creyéndose superior y con ego por los cielos.  Lastima que solo es una noche porque me lo follaría a diario. 

<<Nadie es mejor que tu<< dice mi conciencia. 

Camino metros por ese pasillo al aire exterior que de los dos lados estaba adornado con arbustos y arboles grandes que dejan pasar la luz de la luna, hasta llegar a un estacionamiento subterráneo con varios coches lujosos. Uno de ellos llama mi atención:  un Lamborghini Aventador gris con rines brillantes.

—Que hermoso coche-me detengo a admirar el auto de lejos.

—Lo sé, escogí bien mi auto-me mira por encima de su hombro —¿Vienes Diosa?-corro hacia el.

La practica hacen a la maestra por lo que correr no resulta difícil estando en tacones. Hace un rato no podía ni caminar pero parece que unos tragos de tequila y dos cigarros no arreglen. 

—Claro que si.

El auto esta perfectamente equipado, es de lujo y tiene asientos cómodos, un volante de lujo y bien elegante. Me acomodo en el asiento del copiloto y espero a que Adán se suba de piloto. 

—¿Estas lista? -pregunta el agarrando el volante. 

—Mas que nunca-la cabeza me da vueltas pero esto no me lo pierdo. 

El auto se enciende en el estacionamiento y luego las luces blancas, un motor se escucha y es ahí cuando el auto acelera y salimos del estacionamiento a todo lo que da. El paisaje es hermoso, pasamos entre la carretera oscura y con arboles por ambos lados con mucho bosque y con las luces del auto alumbrando la estrecha carretera.