Harry
Es mi primer día en mi nuevo trabajo. Estoy en la oficina, tratando de manejar mi lista de pacientes cuando la recepcionista llama a la enfermera por teléfono. Unos minutos después, la enfermera regresa mirándome con una sonrisa en su rostro.
―Sé que no es lo que esperabas, pero tu paciente, que se supone que tendría que ponerse de parto en tres semanas, tendrá a su bebé hoy―.
Empujo mis labios hacia adelante, estaba preparado para este parto cuando me hice cargo del número de casos del Dr. Manning, pero asumí que la futura madre y yo, tendríamos algunas citas antes de que diera a luz a su hijo.
―¿Está segura de que está de parto? ¿No es una falsa alarma? ―
La enfermera me mira y menea la cabeza. ―Esta mujer, Avery, es sensata. Para ser una madre primeriza, seguro que actúa en conjunto. Viene temprano a todas las citas. Siempre ha llenado su papeleo, siempre hace las preguntas correctas y nunca nos molestó por algo. Ella ha revisado cada página de ese libro, Qué esperar cuando estás esperando. Y además de todo eso, rompió aguas ―.
Asiento con la cabeza. Si lo que dice la enfermera es cierto, esta madre va a tener un bebé al final del día.
―Ya lo hice, Doc ―me dice.
Cojo mi coche y conduzco los diez minutos hacia el Hospital Olímpico. Después de aparcar en el espacio del médico, paso por la entrada sin llave y me preparo para encontrarme con mi paciente.
Todo esto pasó muy rápido. En el momento en que me enteré de que el Dr. Manning quería vender su consultorio, salté sobre él. Pasé algunas semanas revisando el análisis de costos de su práctica y determiné que este era el lugar adecuado para mí.
Y luego encontré esa casa frente al mar. Una casa que es más hermosa y prístina de lo que podría haber comprado si me hubiera quedado viviendo en Seattle. El valor de la propiedad aquí es irreal, siento que encontré una joya escondida que nadie más parece entender todavía, nadie excepto las personas que ya viven en esta península.
Me lavo las manos tres veces y me pongo la bata de médico, queriendo lucir lo más profesional posible para conocer a la futura madre, que probablemente esté aterrorizada por el hecho de que el médico que ha visto durante todo su embarazo, no la atenderá en el nacimiento.
