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Un nuevo día comenzaba, y el chico de pelo gris quería empezarlo visitando a su mejor amiga.
Se arrodilló frente a la tumba y sonrió levemente.
- Juyeon ha vuelto, - comenzó hablando mientras observaba su foto - y sé que estarías encantada de verle.
Tras eso hubo silencio.
Hyunjae seguía esperando una respuesta de su parte, su sonrisa cayó lentamente ya que seguía sin aceptar la cruel realidad.
Aunque había algo que en su mente no encajaba.
En la llamada anónima que le hicieron hace una semana, la voz era igual o la misma que la de Yeongju.
Su cabeza comenzó a doler al pensar en ella, por lo que chasqueó su lengua.
- Oh, eres tú de nuevo - una voz le hizo salir de su trance.
Hyunjae se giró para observar a la chica, la hermana de Changmin.
Una cansada sonrisa y bolsas bajo sus ojos eran visibles incluso desde lejos.
El chico no quiso decir nada y se limitó a mantenerse en silencio mientras Sunhee se acercaba a él.
- ¿Cómo estás? - fue lo primero que preguntó ella una vez estando frente al chico.
Hyunjae hizo un gesto de indiferencia, y Sunhee comprendió.
- Cuando quieras hablar o soltar lo que esté en tu mente estoy aquí - esta vez su sonrisa era amplia y sus ojos brillaban, el mayor no pudo evitar perderse en ellos.
- Lo mismo digo - dijo él con voz tímida.
Sunhee soltó pequeñas risas al ver la timidez del chico, ni siquiera él entendía por qué estaba actuando así.
- ¿Sabes algo de Changmin? - preguntó apartando el pelo que caía por sus ojos.
El chico se quedó en silencio unos segundos, sin saber qué responder.
- Últimamente está mejor, ya sabes, la noticia de Yeongju nos pilló a todos de imprevisto - respondió observando de nuevo la lápida de su amiga.
Esta vez ella no supo qué decir.
- Yeongju y yo éramos enemigas al principio, - comenzó la chica hablando, tristes y pequeñas risas saliendo de sus labios - estando en primaria tuvimos una pelea enorme.
Hyunjae escuchaba atentamente lo que decía sin apartar la mirada de la foto de la chica.
- Recuerdo que tuve que ir a su casa un día porque mi madre me obligó a hacer las paces con ella, - lágrimas salían de sus ojos sin parar - me costó convencerle pero aceptó, y acabamos siendo mejores amigas.
El mayor giró su cabeza en dirección de la pelinegra, quien lloraba con una sonrisa en sus labios al recordar su pasado.
- La noticia me sentó tan mal como a vosotros, me hablaba muchísimo de vosotros, de Changmin, de ti, de Juyeon - un corto silencio les consumió - nunca llegué a conocer al amor de su vida.
El chico acarició la cabeza de Sunhee de forma tímida, aún sin querer interrumpirle ya que se notaba que llevaba mucho con esos pensamientos y palabras enterradas en su pecho.
- Hablaba maravillas de Juyeon, que era un completo imbécil al principio pero poco a poco le conquistó, pensaba pedirle que fuesen pareja tras enfrentarse a su padre, pero no fue posible - sollozos salieron de sus labios.
- Ella era la única que me mantenía al día con cómo estaba mi hermano, con todo lo que hacia y las estupideces que decía.
- De ti, decía cosas hermosas que ni siquiera soy capaz de decirlas yo misma - pequeñas y ahogadas risas acompañaron sus lágrimas - eras la luz de sus días, confiaba en ti ciegamente y sabía que pasase lo que pasase, ibas a estar ahí para darle calidez.
Hyunjae no puedo evitarlo y lloró junto a la chica al escuchar lo que decía.
Sin pensarlo dos veces atrajo a la chica en un abrazo, escondiendola en su pecho.
- Todo va a estar bien, Sunhee - habló él con voz suave mientras escondía su cara en el pelo de la chica.
