اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
______
Yeongju y Juyeon habían salido a pasar tiempo en pareja, mientras tanto el resto de integrantes habían salido a un centro comercial a pasar el día.
A cortesía del líder, Sangyeon, habían decidido tomarse unos días de descanso ya que se lo merecían.
- Ten cuidado Changmin - la pequeña chica se despidió de su hermano con el ceño fruncido.
El mayor sonrió suavemente y asintió con la cabeza, le dio una última mirada a Hyunjae y enarcó una ceja.
Una vez ambos jóvenes estaban solos, se miraron.
- ¿Maratón de Vincenzo? - el chico le propuso a la chica con media sonrisa en sus labios.
Sunhee, sin pensárselo dos veces, asintió con la cabeza mientras agarraba al mayor de la mano y tiraba de él hacia el salón.
Cayeron al sofá mientras reían, ninguno sabía el por qué de tanta felicidad, pero simplemente se dejaron llevar.
Mientras Hyunjae buscaba la serie en la televisión, Sunhee se puso cómoda en el sofá, aún estando a una distancia considerada del chico de pelo gris.
Una vez el capítulo comenzó, se hizo el silencio, pero era totalmente comprensible.
La menor estaba tan metida en la serie que no se percató de que el chico se había acercado a ella, pero de lo que sí se percató fue de cómo este rodeaba sus hombros con su brazo derecho.
Aún así ella no dijo nada y con una mínima sonrisa en sus labios se dejó caer en el hombro del chico, poniéndose cómoda.
Sunhee estaba más que segura de que estaba enamorándose cada día más y más del chico que le acompañaba, pero como no podía averiguar los sentimientos del contrario, prefería mantenerse en silencio.
Además no había pasado tanto tiempo desde su primer encuentro, no quería que la cosas fuesen demasiado rápido.
Hyunjae, al contrario, no quería admitir sus sentimientos.
Se prometió a si mismo que no se enamoraría de otra chica debido a su último amor y ruptura.
Aún así su corazón no podía mentir ya que cada vez que se encontraba cerca de la chica se sentía como un niño pequeño.
Su corazón latía más rápido y fuerte de lo habitual, y eso sólo significaba una cosa.
Dándole una mirada a la chica supo que no podía seguir negándose y pronto tendría que aceptar sus sentimientos, pero tenía miedo.
