Epílogo/final

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Epílogo.
Hemos llegado al final de esta historia, aún no lo puedo creer, no puedo creer cómo todo esto ha crecido tanto, es...difícil de asimilar.

En el fondo no quiero que esto acabe, pero siento que es el momento de hacerlo.

Para todas aquellas personas que me leyeron a través de estos capítulos, que comentaron, votaron, leyeron, gracias por su apoyo, gracias por hacer crecer esta historia y gracias por todo.

Si eres un lector fantasma o nunca has comentado en este libro te agradecería que lo hicieras esta vez. ♡

Era una mañana soleada en la casa de los Potter-Malfoy, los tenues rayos de sol se colaban por las ventanas de toda la casa y una suave voz yacía gritando por todo el lugar

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Era una mañana soleada en la casa de los Potter-Malfoy, los tenues rayos de sol se colaban por las ventanas de toda la casa y una suave voz yacía gritando por todo el lugar.

―Papá Dray ―escuchó el grito de la pequeña Cissy desde su habitación. Suspiró y lentamente sin querer despertar a su esposo se levantó de la gran cama, caminó sin hacer ningún ruido hasta la habitación de su hija.

―Cissy. ―la llamó con voz serena. Los grandes orbes verdes lo observaron.―son las siete de la mañana ¿Qué sucede? ―preguntó acercándose a la pequeña cama de color rosa donde estaba la pequeña.

―Nada...solo quería que estuvieras aquí, conmigo y me contaras una historia. ―explicó la niña  con voz cansada, suspiró.

―Está bien. ―dijo acurrucando a la pequeña en su pecho. ―Te leeré eso cuentos muggles que Harry te compró, esos son tus favoritos ¿no?

―Sí...pero quiero que me cuentes otro, uno divertido, donde no haya una princesa, solo dos príncipes. ―dijo viéndolo fijamente, ¿cómo le explicas a una niña de ocho años que el mundo muggle no ve bien la homosexualidad y por eso no existen cuentos así? ¿Cómo?

―¿Quieres escuchar una historia graciosa de dos príncipes ? ―escuchó la voz de su esposo desde el marco de la puerta, la niña asintió con entusiasmo.―bien, te contaré la historia de cómo dos príncipes tuvieron su final feliz...y gracioso ―añadió.―luego de mucho sufrimiento.

―Harry...¿qué estás haciendo? ―cuestionó en voz baja, el ojiverde ignoró olímpicamente la pregunta de su esposo.

había una vez...―comenzó.―un hermoso príncipe, de ojos color plata, tan hermosos, éste príncipe parecía ser un hermoso ángel rubio, caído del cielo.

Justo como papá Dray...―susurró bajito.

sí, justo como él. ―respondió. ―pero había algo...su persobalidad, era enojado, maleducado y muy muy dramático...y no olvidemos...era resentido, muuy resentido. ―como respuesta ganó un golpe suave en su hombro que su esposo le regaló y una risita por parte de su hija. ―También había otro príncipe, uno de ojos color verdd brillantes, justo como dos esmeraldas. Éste príncipe venía de un pueblo muy, muy lejano, por ende no conocía nada del reino del otro príncipe.

«Un día se conocieron mientras compraban unas túnicas. ―‟¿cómo las de Hogwarts?” preguntó la niña. ―como las de Hogwarts. Ese día el pequeño príncipe rubio conoció al príncipe azabache, sin saber que éste era  uno, sin saber que éste no conocía nada de su reino. Lo llenó de preguntas que el pequeño azabache no entendía, el rubio no le dio importancia, y se presentó, pero el pequeño ojiverde no tuvo tiempo de hacer lo mismo. ―‟¿y qué sucedió con ellos? ” cuestionó la pequeña. ―ya lo verás. Días después ambos príncipes se reencontraron en un tren, que los llevaba a un hermoso castillo, en el tren ambos se volvieron a ver, el rubio, se presentó y presentó a dos plebeyos que lo acompañaban, sin embargó insultó a uno de los nuevos amigos del príncipe azabache, éste lleno de enojo rechazó la amistad del príncipe ojiplata.

Estos príncipes llevaron una enemistad durantes muchisímos años. Sin emabargo aquel odio se fue convirtiendo en lo que es amor, pero ninguno de los dos tenía el valor para aceptarlo. Un día el príncipe azabache sospechaba que el rubio estaba en malos pasos, así que lo siguió, y al encontrarlo mal, decidió ayudarlo, hacer las paces, y tal vez intentar algo más que amistad, aunque en ese momento ninguno lo sabía.

Años después, el príncipe azabache y el príncipe runio después de pasar por mucho dolor, pérdidas y sufrimiento, lograron estar juntos; pero el ojiverde quería casarse con su novio.

―Aquí viene la mejor parte. ―se burló el ojiplata, y la pequeña también rió.

El ojiverde buscó al padre de su novio, para pedirle la mano de su hijo en matrimonio,  el padre se negó rotundamente; pero el príncipe azabache había pasado demasiado como para no tener su final feliz, así que... ―suspiró, eso era demasiado vergonzoso.―buscó otra forma de pedir la mano de su novio...y no tuvo mejor idea que con una canción; el padre del ojiplata estaba cansado así que sin más les otorgó su bendición. Aunque eso le costó su dignidad al príncipe azabache éste lo haría una y otra vez para estar con su esposo. ―‟¿cuál era la canción? ” preguntó con malicia el rubio, quien fue interrumpido por su hija, ‟¿Qué sucedió con los príncipes? ” ―éstos, dejaron de ser príncipes y se volvieron reyes, también tuvieron una hermosa princesa y vivieron felices para siempre.

¿Cuáles eran los nombres de los príncipes? ―cuestionó interesada con sus ojos brillando por la emoción.

―Draco Malfoy y Harry Potter. ―respondieron ambos al unísono.

FIN

Rude [Drarry/Harco]Where stories live. Discover now