Lucius y Narcissa.

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Lucius daba vueltas en círculos en su oficina, mientras leía la carta de su hijo; eso era imposible, ¿cómo y en qué momento se le había pasado por la cabeza aceptar que el niño Potter se casara con su hijo?, y ahí estaba uno carta diciéndole que si podía asistir a los preparativos junto a Narcissa; quien estaba deslumbrante e irradiando felicidad por el matrimonio de su hijo, según ella después de la guerra con tal de que Draco fuera feliz no importaba el estatus de sangre o algo por el estilo, y en parte poseía mucha razón, pero Lucius jamás lo admitiría, no hasta mucho años después.

Narcissa entró a la oficina vestida con un largo vestido azul con detalles plateados de alguna tela fresca diseñada para el verano, ¿Narcissa alguna vez se vería mal con algo?, Lucius estaba firme en que su respuesta era no. Narcissa sonreía feliz, tenía un brillo en sus ojos que no había visto nunca después de la guerra, y Lucius pensó que si esa boda ponía así de feliz a su esposa, podría valer la pena.

—Lucius, querido, ¿qué decía la carta de Draco? —Preguntó mientras se sentaba en la silla de él, era una costumbre que había adquirido con el paso de los años, y a Lucius ése pequeño detalle siempre lo había hecho feliz por algún motivo inexplicable —

—Nos preguntan si estamos disponibles para ayudar con los  preparativos para la boda—Dijo mientras ponía el trozo de pergamino sobre la mesa y veía como su esposa lo revisaba y leía con suma importancia y curiosidad.

—Supongo que no estás muy feliz con eso ¿no? —preguntó mientras lo miraba fijamente esperando notar alguna pizca de duda en su respuesta.

—La verdad es que...—Suspiró—Te ves feliz con la boda de Draco, Draco se ve feliz con el hecho de casarse con ese niño Potter y si la dos personas más importantes de mi vida están felices con esto no puedo hacer nada más que ayudarlas en esto.—Dijo mientras se acercaba donde su esposa para tomarla de las manos y luego cuando ella estuviera de pie abrazarla.

—Entonces...¿iremos al vivero de los Nott para buscar las flores de la decoración —Dijo mientras se separaba para buscar un pergamino limpio y escribirle una carta a los Nott y una a su hijo informando que se reunirían en el vivero al día siguiente cerca de las once de la maña.

—Sí, Cissa, sí. —Dijo suspirando y rodando los ojos, mientras le pedía a Merlín que le diera la paciencia para soportar a dos Malfoy emocionados, sin contar a Potter.

[...]

Y ahí estaban, en el vivero Nott, esperando que la otra pareja llegara, ¿qué acaso no saben lo que es la puntualidad? Pensó Lucius mientras conjuraba un tempus para ver la hora.

Narcissa estaba más que emocionada, algunos dirían que brillaba a la hora de revisar y buscar las flores que podrían agradarles a los chicos, Lucius simplemente se dedicaba a asentir o a negar cuando algo le parecía bueno o malo, o a fingir emoción cuando su esposa le mostraba más y más flores.

Hasta que por fin la pareja apreció, Draco llevaba dos folletos de lugares donde se podía hacer la celebración y Harry llevaba folletos de qué comida podían pedir a los elfos; ante esto Lucius elevó una ceja y miró a su hijo cuestionandole el porqué había llegado tarde, sólo le preguntaba a su hijo porque de Potter realmente no esperaba mucho.

Narcissa saludó educadamente a Harry y Draco para luego arrastrar a su hijo en busca de más flores; dejando a Potter a su 'cuidado', Potter lo saludó educadamente con un "buenos días, Señor Malfoy" y él le devolvió el saludo, recordando que soportaba todo esto por la felicidad de su esposa y de su hijo.

—Harry, querido, mira estos Lirios, podrían ir en el arco —Decía Narcissa mostrando unas bellas flores que a opinión de Harry eran las más bonitas de todo el vivero junto a los narcisos.

—Sí, podríamos poner estos junto a unos narcisos, ¿qué dices, Harry? —Le preguntó Draco mientras le mostraba los bellos narcisos, Harry pensó que cambiarían bien.

—Me parecen bien. —Dijo por fin. Luego de eso pasaron el resto del día en busca de un buen lugar, que cumpliera con las altas expectativas de Narcissa y Draco, aunque de vez en cuando Lucius también decía algo que los hacía cambiar de opinión, hasta que decidieron seguir buscando otro día.

—Gracias por acompañarnos—Dijo Harry mientras se despedía de sus suegro afuera de la Mansión Malfoy; y se aparecía en Grimmuald place junto a Draco.

—No mataste a Harry, fue un gran avance —Dijo su esposa mientras servía una copa de vino de la cosecha de 1987, y se sentaba en el sillón frente a la chimenea que justo en ése momento estaba apagada.

—Esperemos que siga siendo así.

—Algún día le tomarás cariño, ya verás.

—Primero me colgaré a mí mismo de un árbol, antes que querer a Harry Potter. —su esposa rio y le sonrió, sí, definitivamente valía la pena aguantar al niño Potter si hacía feliz a su hijo y con ello a su esposa.

Rude

Rude [Drarry/Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora