𝐋𝐀 𝐍𝐈𝐍̃𝐄𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐌𝐈 𝐇𝐈𝐉𝐀. | 𝐉𝐌 𝐘 𝐓𝐔.| •𝐓𝟐•

Día 116.

En cuánto nos separamos del beso nos miramos en silencio mientras yo acariciaba su mejilla y el mi espalda. No hacía falta abrir nuestras bocas y hablar porque nuestros ojos se sabían comunicar perfectamente... Se decían que se extrañaban y se amaban mucho, se sentían felices por volver a sentirse de esta forma.

Jm: __...

__: Sh, cállate.

Jm: Oye, déjame decir algo.

Dijo abultando sus labios mientras me miraba y yo solo sonreí.

__: Dime, ¿Que sucede?

Jm: Te amo.

__: También te amo.

Jm: Que te parece si... ¿Vamos por el cuarto bebé?

Al escucharlo mi sonrisa se desvaneció y me senté en la cama.

Jm: Qué pasó...

__: Acaso... ¿Me ves como una máquina de hacer bebés?

Jm: __, no es lo que pien-

__: Tenemos tres niños, Hyu Min de cuatro años y Kwang Min y Young Min que pronto cumplirán un año... ¿Acaso sabes lo difícil que es cuidar de tres niños? Imagínate si estuviera embarazada... Sería más complicado aún.

Jm: __ yo también te he ayudado, yo también estuve noches sin dormir y cuidando de los pequeños.

__: Yo no estoy diciendo que no hayas hecho nada... Estoy diciendo que es difícil. Tu trabajas y yo igual, pero si sigo embarazándome lo único que haré es criar hijos y no cumplir mis sueños...

Jm: Creí que tu sueño era nuestra familia y yo.

__: Y lo son... Pero también quiero hacer cosas, quiero trabajar, crecer en mis proyectos. No quiero vivir en una casa las veinticuatro horas cuidando de mis hijos hasta no dar más. Amo a los niños y lo sabes, amo a nuestros hijos muchísimo, pero es demasiado rápido. Tu tienes 22 años y yo 20, debería estar saliendo con amigos, haciendo mi vida de universitaria y todas esas cosas.

Jm: ¿Te arrepientes de nuestra familia, verdad?

Dijo cabizbajo mientras se sentaba a mi lado y tensaba su mandíbula. Di un pequeño suspiro y negué.

__: No, no me arrepiento... Sólo digo que la gente de nuestra edad no tiene tres hijos y se va a casar.

Jm: Lo sé, yo a mi corta edad tuve que crecer y comenzar a trabajar en una empresa, luego fui el dueño con dieciocho años y me casé a los veinte con Alba mientras tenía una hija... Me sentía alguien de treinta años, aún me siento así.

__: Ambos crecimos de golpe, nos volvimos adultos tan rápidamente...

Jm: Pero también elegimos lo que tenemos. Yo no me negué a trabajar en la empresa de mi padre ni tampoco a casarme y tener un bebé.

__: Y yo... No me negué a abortar y luego tener más bebés contigo.

Jm: ¿Lo habrías hecho...?

__: ¿Que cosa, amor?

Jm: Abortar...

__: No, en cierto punto al principio en cuánto me enteré de que estaba embarazada iba a hacerlo, pero no quise. Me encariñé con mi pequeña cuando sentía que jugaba en mi barriga.

Sonreí al recordar aquello y puse mis manos en mis abdomen, Jimin me abrazó y puso su mano encima de la mía.

Jm: Quisiera haber estado allí... ¿Te imaginas como hubiera sido nuestra vida?

__: Pues realmente no lo sé... Pero no creo que hubiera sido buena.

Jm: Yo... Me gustaría creer que hubiera sido genial, pero creo que también no hubiera sido buena.

Ambos dimos un suspiro y nos abrazamos.

__: Se que tienes ganas de tener miles y miles de hijos...

Jm: No es solo eso, no estuve en el embarazo de ninguno de mis tres hijos, no estuve aguantando tus regaños, histeriqueos o cosas así por las hormonas, no estuve cuando tuviste antojos... Y me odio por eso.

__: Tranquilo, no te odies... Ambos nos equivocamos.

Jm: Pero de igual manera, por eso quiero un bebé, además de agrandar la familia quiero disfrutar el embarazo de uno de nuestros bebés.

Al escuchar lo miré y acaricié su mejilla mientras sonreía... Mi hombre.

__: ¿Mi prometido no puede esperar un poco más?

Jm: ¿Cuánto es un poco más?

__: Algunos añitos después... Cuando los niños estén un poco más grandes quizás, cuidar de cinco bebés realmente sería muy agotador.

Dije con un puchero mientras lo miraba de reojo y el me tomó del mentón haciendo que levante un poco mi cuello.

Jm: ¿Quien es el cuarto bebé?

__: Tú.

Jm: ¿Y-yo?

Reí al escuchar su tartamudeo y el luego también rió ante su propia reacción.

Jm: Tu bebé y prometido puede esperar... Quiero disfrutar realmente a nuestros hijos y si los tenemos todos de una vez no lo haremos. Esperemos solo dos o tres años.

Asentí ante su comentario y este se levantó de la cama para saltar y correr por la habitación de felicidad... Ay Park Jimin, eres tan infantil y tan serio a la vez, me traes loca.

Este hizo que me parara tomándome de las manos para luego llevarlas a su cuello y llevar las suyas propias a mi cintura. Allí nos miramos nuevamente en silencio hasta que aquella distancia que nos separaba ya no existía gracias al beso que unía nuestros labios.

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