El Sistema de redención del Villano Escoria

2. Heridas abiertas

Tomó otra botella de agua. Ya se sentía mejor después de varios días sufriendo por los síntomas de la abstinencia. 

Realmente no tenía la necesidad de consumir droga, es decir, nunca la había probado y por eso desconocía sus efectos, para comenzar odiaba el alcohol, en su vida pasada no era el tipo que bebía ese tipo de cosas aun cuando estaba en reuniones (otra cosa que odiaba de las reuniones sociales). Su mente no exigía la droga, estaba muy consciente que no la quería, pero el cuerpo que ahora era su recipiente la pedía a gritos y eso era un inconveniente, era incluso doloroso tener que soportar eso. Para su mala suerte, había avanzado muy lentamente en la lectura de los últimos capitulos de la novela de 'El camino del Orgulloso Demonio Inmortal' debido a los molestos síntomas que aparecían de la nada y no se iban por horas. Feng Wu no se había ido de su apartamento en todo ese tiempo, quedándose hasta tarde ayudándolo en algunas cosas y limpiando el apartamento en busca de más droga. 

Se sorprendió al ver que el dueño original de ese cuerpo no solo tenía la caja fría llena de alcohol, sino que esas bolsas con polvo blanco también estaban escondidas en todos lados al igual que algunas pastillas y otra cosa que parecía ser una planta seca (se seguía preguntando como ese idiota llegó a vivir tanto tiempo). Feng Wu dijo que se iba a encargar de deshacerse de todo eso y Shen Jiu no se opuso. El Sistema de vez en cuando daba señales de donde se encontraba la droga o el alcohol para completar una de las misiones de limpieza. 

- ¿Estas seguro que es todo? - pregunto Feng Wu entrando al cuarto con más agua - no quiero que en la desesperación tu... bueno...

- Es todo - interrumpió viendo que el objetivo del Sistema indicaba estar al 100%. 

- Bien hecho - felicitó Feng Wu con una sonrisa - realmente... me sorprendiste cuando dijiste que querías desintoxicarte... estoy muy orgulloso de ti, hermanito. 

Shen Jiu puso los ojos en blanco. Pensó que Feng Wu no se sentiría tan orgulloso si supiera que la persona que esta frente a él no es realmente su hermano menor, sino que un amargado ex cultivador que había muerto de una desviación de Qi y que ahora estaba siendo obligado a hacer cosas por un demonio que hablaba en su cabeza. Claro, hablar con voces en la cabeza era malo tanto en el mundo moderno como en el mundo de donde venía. Pero ese no era el asunto. 

Aun si tuviera la droga en su misma habitación no había forma en que la consumiera. No le agradaba la idea de perder la noción de sí mismo... aunque... si lo pensaba un poco, tal vez si no hubiera sido tan orgulloso en su vida pasada hubiera probado esos atajos para mejorar su cultivo. A pesar de eso, no entendía porque el idiota del dueño original solía usar tanta droga.

- Jiu - llamo Feng Wu sentándose a su lado en el suelo - sé que te has negado antes... pero... tengo una amiga en una clínica de rehabilitación no muy lejos de aquí... puedo pedirle que te acepten y... bueno... así ayudarte a... superar todo esto. Ayudarte con tus heridas. 

- Qué ridículo - bufo - no necesito ayuda de nadie. 

- Jiu... por favor, sé que nuestros padres han sido muy duros contigo. Pero... realmente veo que lo estas intentando ahora y yo... yo en verdad quiero que tengas una vida feliz. ¿Qué dices? ¿Al menos quieres verla?

[ Nueva misión: visitar el centro de rehabilitación junto a Feng Wu ]

[ Aceptar ] [ Aceptar de mala gana ]

Si lo iba a obligar a aceptar no tenía porque poner dos opciones que era la misma cosa. Seleccionó la segunda opción de aceptar, de todas formas estaba seguro que Feng Wu no se iba a rendir fácilmente.