18. Sueños extraños de incienso

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Algo no estaba bien.

Yue Qi había tenido sueños lúcidos en el pasado, esas veces en las que sabe que está soñando y podía moverse o decir lo que quisiera, un par de esos sueños terminaban en escenas no aptas para todo público y despertando en plena madrugada con un frustrante problema en sus pantalones. Pero esa noche era... extrañamente diferente, no se sentía como esos pocos sueños lúcidos que había tenido en el pasado.

Se encontraba de pie en una especie de montaña, un camino en mitad de un bosque, a su lado se encontraba Shen Jiu. Su novio parecía tan confundido como él, miraba a su alrededor tratando de entender que estaba sucediendo o al menos examinar si la situación era peligrosa o no haciendo movimientos con las manos y articulando palabras sin sonido, algo común de Shen cuando se estaba concentrado en algo. Por fin soltó un suspiro e hizo un pequeño puchero.

- Así que... Supongo que esto es por el quemador de incienso - hablo Yue Qi mirando a Shen a su lado.

- ¡Te dije que todo lo que viene de ese mundo es un peligro!

Trato de no reír. Realmente no sabía que tan peligroso podía ser eso, estaban en un sueño después de todo.

- Conozco este lugar - susurro Shen Jiu mirando a su alrededor. - maldición.

Justo después, Shen Jiu comenzó a caminar. Yue Qi lo siguió. Era un pequeño camino rodeado de árboles, el sol brillaba y soplaba una relajante brisa de verano, Yue Qi incluso pudo escuchar el canto de algunos pájaros y algunos insectos zumbando alrededor. Pensó en lo bien detallado que estaba aquel sueño o quizás se debía que era un sueño muy vívido. Después de pocos minutos caminando llegaron a una pequeña casa de bambú. Yue Qi se sorprendió un poco al ver a su novio sentado en un columpio que se mecía ligeramente frente a la puerta de la casa, tenía un gato blanco ronroneando en su regazo que parecía estar disfrutando del calor del sol en esos momentos. En una de las ventanas había una radio que parecía ser antigua en la que sonaba la melodía de Yesterday.

- Estamos en un sueño - confirmo Shen Jiu en ese momento.

- ¿Has soñado con esto? - pregunto, Shen Jiu asintió - ¿Un gato?

- Me gustan los gatos.

Yue sabía eso. Al menos lo había sospechado el día que pasaron frente al refugio de animales que estaba cerca de la universidad de Yue y Shen Jiu se quedó jugando un poco con un pequeño gato negro con manchas blancas que había saltado para atrapar el colgante de su celular, atraído por el pequeño cascabel que colgaba del bolsillo de su novio. Trato de no reír al recordar aquello, pronto la aparición de otra persona llamo su atención, se sorprendió al ver que era él mismo, llevaba el cabello ligeramente más largo y sus ropas eran como las típicas que llevarías a acambar, una cazadora café, pantalón de mezclilla roto y botas de montaña, eso acompañado con un arco y un par de faisanes colgando del hombro, Yue Qi decidió no decirle a su novio que era horrible cazando para no destrozar aquel sueño... algún día lo descubriría de todas formas, observó detenidamente cada detalle del lugar donde se encontraba, la radio de madera que se encontraba en la ventana y en la que sonaba una melodía de The Beatles, la extraña combinación de ropa que cada uno de ellos llevaba y otras cosas que podía ver dentro de la pequeña casa, como una televisión encendida en el menú de Netflix o la librera que reconocía del apartamento que compartían. El mundo que su novio había creado era una mezcla entre el mundo moderno donde ahora vivían juntos y el mundo de la novela de El Camino del Orgulloso Demonio Inmortal en el que había nacido.

Yue Qi se fijó en la escena que se desarrollaba frente a él. El Yue del sueño se había acercado a Shen Jiu y lo saludo con un beso como él hacía siempre que llegaba a casa, para luego sentarse junto al adormilado Shen Jiu del sueño.

El Sistema de redención del Villano EscoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora