27. [ Extra ] ¿Estoy en un isekai?

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Shen Jiang realmente no sabía como debía decirle a su mejor amiga que debía de viajar a un isekai donde la importancia a la salud mental era tan existente como su heterosexualidad y que la necesitaba para atender a una persona que era el doppelganger de uno de los amigos de su hermano a la vez que su hermano había tomado el cuerpo original de dicho amigo que había pasado por una tortura continua por quién sabe cuántos años.

Tenía que encontrar una forma de decirle eso sin que pareciera que la está invitando a una secta o que ha estado fumando hongos (¿los hongos se fuman?). Había pensado tanto en qué decirle y cada vez parecía más inverosímil que la anterior.

Además, había algo mucho más importante que todo eso: no le había dicho nada a WangFei sobre Fang. Bueno... decir "nada" quizás era demasiado. Le había hecho el comentario sobre que estaba viendo a alguien, WangFei no era tonta y había adivinado que salía con alguien después de negarse dos veces a ver una película o la maratón de alguna serie durante sus escasos días de descanso como solían acostumbrar desde que se habían vuelto buenos amigos. El problema... Jiang no sabía cómo presentar a su novio con su mejor amiga.

- Si dices que tu amiga... podría creerte... No entiendo porque aún dudas en hable con ella. - preguntó Mu QingFang.

- No creo que ese sea el mayor problema que tenemos en manos, Fei me creerá si le digo que fui abducido por aliens que me llevaron a su planeta para atender un parto de quintillizos... pero me va a odiar por no haberte presentado antes.

Llevaban casi dos años saliendo, había presentado a QingFang con su familia en Año Nuevo y resultó mejor de lo que esperaba, su familia había recibido a QingFang muy bien, quizás tuvo problemas con Ming, pero no había sido nada serio... y si cierto virus no hubiera atacado, pensaba presentar a Fang con su mejor amiga durante las vacaciones de Año Nuevo de ese mismo año. WangFei había estado muy ocupada los siguientes meses, Jiang también regresó al hospital como voluntario cuando la crisis se había vuelto peor y a penas podía hablar con su novio por 15 minutos al día cuando se recostaba de una pared para descansar y hablar por teléfono y ver a su amiga cuando se encontraban por los pasillos del hospital y se saludaban. En todo ese tiempo, por las insanas horas de trabajo, el estrés de ver como pacientes empeoraban de la nada y no entender que estaba sucediendo... no tuvo tiempo de decirle a su amiga que quería presentarle a su novio.

Ahora que las cosas habían mejorado gracias a la vacuna... de hecho... después de ser vacunado fue la primera vez que pudo ver a Fang después de mucho tiempo. Se había enfermado tanto que Fang había llegado a su apartamento para cuidarlo, nunca había reaccionado bien a vacunas y era algo que ya esperaba, tenía tanta fiebre que pensó que había alucinado con su novio cuidando de él mientras se encontraba enfermo, por lo que quizás dijo muchas cosas sin sentido... y quizás le había pedido matrimonio con la anilla de una lata de refresco atada a una cuerda... pero ya no recordaba nada y Fang le había dicho que no tenía importancia (aunque aún era sospechosa la anilla de lata que Fang llevaba en un brazalete).

- Ahg - gruñó tirándose en la cama de su apartamento - lo es... ella es como mi madre en ese sentido. Le he hablado de ti... pero no es mi culpa que alguien tuviera antojo de sopa de murciélago y le diera tos y no me diera tiempo de presentar adecuadamente a mi mejor amiga que parece más mi madre que mi propia madre con mi novio.

- Jiang... - llamó, sentándose al lado de Shen Jiang.

- Y nunca creí que iba a presentar a mi novio al mismo tiempo que tendría que pedir a mi mejor amiga que me acompañe al mundo de fantasía que existe al otro lado del portal que se encuentra en el sótano de un bibliotecario cerca de la estación del metro... Joder. Suena como... no sé... como si los Winchester fueran a aparecer de la nada, tirar sal por el piso y hablar en latín.

El Sistema de redención del Villano EscoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora