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—Hagamos algo.- propuso Ushijima de repente. Sacando el valor de alguna parte.

Tendo lo miró con curiosidad.
—Yo te haré una pregunta y me la tienes que responder con total sinceridad, luego tú me haces una a mí y yo también la responderé sin mentir.
—¿En serio?
—¿Qué tiene de malo? Somos completos desconocidos y probablemente después de llegar a Seattle no nos volvamos a ver.
—Tienes razón. Entonces empiezo yo.
—Oh, vaya... Está bien.
—Empecemos por lo simple. ¿Qué estás estudiando?- le preguntó después de pensarlo un poco.
—Diseño industrial.
—Eso sí es tener ganas de estudiar.
—No es tan malo como suena. Ahora es mi turno.
—De acuerdo.
—¿Cuál es tu apellido, Tendo?
—Ah, ¿no lo dije? Es Satori.
—Tendo Satori.
—Exacto.
Ushijima sonrió. Tendo lo había estado mirando también. Eso le gustó, al menos tenía un poco de atención de su parte..

—Ahora dime ¿Cómo termina un joven americano y mitad japonés manejando un camión en el medio de la nada entre L.A. y Seattle mientras luce como un modelo de urban wear?
—Esa es una pregunta muy interesante con una respuesta muy aburrida. Estoy ayudando en el trabajo de mi padre.
—Ya veo.
—Te dije que la respuesta era aburrida. Ahora yo: ¿Cómo termina un joven japonés atascado en el medio de la nada entre L.A. y Seattle mientras luce como un galán de telenovela frustrado?
—Esa pregunta es un poco más complicada de lo que parece. Y supongo que no vas a estar conforme si te digo que me quedé sin gasolina.
Tendo negó con una sonrisa divertida.
—Pues digamos que tuve una discusión en casa, y la solución más inteligente que pensé en aquel momento fue la de agarrar mi motocicleta y alejarme tanto como pudiera, a donde fuera, no tenía planeado perder el impulso en medio de la autopista.
—Ya veo... Es tu turno.
—El chico de la foto, tu mejor amigo. ¿Cuál es su nombre?
-Goshiki.
Ushijima elevó una ceja.
—Si quieres saber más vas a tener que esperar tu turno. ¿La discusión fue con tu novia?
Ushijima relajó la ceja y sonrió de nuevo.
—No.- fue lo único que contestó. —¿Por qué el nombre raro?
—También es japonés. ¿Con quién discutiste entonces?

La sonrisa se esfumó del rostro de Ushijima esa era una respuesta que ya no se sentía tan seguro de dar. Él mismo había dicho que podían decir lo que fuera, pero se vio terriblemente tentado a mentir
—Si es algo delicado te puedo preguntar otra cosa.- le dijo el americano al notar su reacción.
—No...- se apresuró a negar. —las reglas son las reglas.- Ushijima suspiró. —Discutí con mi novio.
Las manos de Tendo se crisparon alrededor del volante, pero no dijo nada. Ushijima no sabía si eso era algo bueno o algo malo. Si se trataba de un homofóbico probablemente detuviera el camión allí mismo y lo obligaría a bajar. Rezó un poquito porque ese no fuera el caso. No quería volver a estar varado en la carretera.
—Es tu turno.- escuchó que Tendo le decía. Se volvió a mirarlo y su rostro tenía una sonrisa maliciosa.
—¿Por qué traes esa cara?
—Porque ahora tengo un montón de preguntas que hacerte.- Tendo retiró ambas manos del volante y las froto con anticipación. —Es mi turno.
—Me tocaba a mí.
—Y me has preguntado que por qué traigo esta cara.
—Vaya, no se te escapa una.
—Je je.- Tendo dejó salir una aguda carcajada que hizo que ambos se rieran con ganas. —Deja ver que te pregunto. Umm... ¿Cómo se llama tu novio?
—Ya no es mi novio. Y se llama Oikawa.
—Ah, vaya, con esa información has reducido mis preguntas a la mitad. Dale, te toca.
—El hecho de que te lo hayas tomado con tanta calma ¿Es porque eres gay?
Tendo ladeó la cabeza mientras pensaba.
—No.
Ushijima sintió como unas leves esperanzas que habían echado retoños dentro de él se marchitaban. Tendo lo seguía mirando divertido.
—Solo porque pones esa carita te voy a hacer un servicio especial: No, no soy gay, he tenido novias. Pero también he tenido novios. Soy bisexual.
—Oh...- Ushijima se alegró, pero rápidamente quitó la cara de alegría. No se suponía que estuviera alegre.
—Es mi turno. Con Oikawa ¿Qué pasó?
—Lo sorprendí en la cama con mi mejor amigo.
—¡Hombre! ¡Eso sí que está jodido! ¿No tenemos ningún cadáver que esconder?
—Pues no. Y acabas de desperdiciar tu turno.
—Ay, vamos, solo era un comentario.
—Era una pregunta con todas las de la ley.
—Ya, okay. Dispara.
—Goshi-no-sé-qué... ¿tuviste algo con él?
—Sí. Pero ahora solo somos amigos.
—Vaya. Tienes gustos exóticos.
—Goshi es muy sexy.- bromeó Tendo exagerando sus gestos.
—Oh sí, lo pude ver.- Ushijima lo imitó.- Buenas piernas.
Ambos volvieron a reír con ganas.
—¿A quién le toca ahora?- preguntó Tendo cuando logró dejar de reír.
—A ti.
—Ah, bueno... ¿A quién llamaste hace un rato?
—Semi. Supongo que es quien acaba de pasar a ser mi mejor amigo. Vive en Seattle. Supongo que me pasaré unos días en su casa.
—Ya veo.
—¿Qué pasó con...Goshiki?
—Éramos jóvenes. Fue más para ver como salía la cosa que porque realmente nos gustáramos. Cuando Goshiki encontró alguien que realmente le gustaba entendió la diferencia. Decidimos separarnos y quedar como antes. Como amigos.
—Ya veo. Supongo que esas cosas pueden pasar cuando eres joven
—¿Cómo era tu relación con Oikawa?
Ushijima no respondió de inmediato. No le gustó la forma en la que su mente se trasladó a los viejos tiempos.
—Normal. Nunca fue muy emocionante. Ahora lo puedo decir sin sentirme mal al respecto. Llevábamos unos cinco años juntos.
—Wow...- susurró Tendo.
—Sí. Al principio lo quería mucho. Tenía que hacerlo para decidirme a seguirlo en su idea loca de venir a estudiar a los Estados Unidos. Alquilamos un piso de estudiantes y allí estuvimos todo este tiempo. Pero con los años se dejó de sentir igual, era aburrido, monótono. Sin embargo nunca hablábamos de eso, era ese tema incómodo que ninguno de los dos se atrevía a tocar, solo seguíamos como si nada hubiera pasado. Pero supongo que, detrás de todo eso, Oikawa ya estaba cansado. No es que no lo entienda, además Iwaizumi es un chico genial. Solo digo... hubiera sido mejor que me dijera que ya no quería estar conmigo... en vez de irse con él a mis espaldas.
—Supongo que tienes razón. De hecho, es admirable que seas capaz de analizar las cosas así.
—Eso es ahora. Después de haber estado tres horas tirado allí afuera. Después de haber pensado con calma. En su momento no me lo tomé para nada bien.
—¿Por eso estás en esta situación?
—Exacto. Por ser un descerebrado impulsivo con motocicleta.- Ushijima sonrió. —Aunque, ahora que lo pienso, sus caras eran súper graciosas.
—¿En eso es en lo que estás pensando?
Ushijima continuó riéndose.
—Tendrías que haberlo visto. Parecía como si se les fueran a salir los ojos. Iwaizumi se apresuró a decirme que me calmara, que no hiciera una locura, y yo ni siquiera había hablado. Dios, es como si yo fuera la criatura más terrible que podía haber aparecido.
—De cierta forma es así. Luces como alguien que da miedo cuando se enoja.
—¿Tú crees?- Ushijima le lanzó una mirada a Tendo, aún con los restos de su sonrisa en el rostro.
—Sí.- Tendo le devolvió la mirada dejando caer su vista justo en los rasgados ojos de Ushijima. Se miraron así durante unos segundos. Sin pensar en nada. Solo mirando con cuidado el rostro del otro.
—Deberías mantener la vista en el camino.
—Hace más de cinco kilómetros que no nos cruzamos con nada. Y tu cara es ligeramente más interesante que las líneas blancas de la carretera.
—¿Solo ligeramente?
—Sí, solo ligeramente.
La comisura derecha de Ushijima se elevó en una media sonrisa.
—Creo que nos hemos salido un poco del asunto de las preguntas.
—Si. Olvidémonos de eso y solo hablemos.
—Bien. Hay algo que me daba curiosidad. ¿Cómo un joven que tiene que conducir camiones para ayudar a su familia puede permitirse el último modelo de iPhone, ropas de marca e irse de fiesta con su amigo tailandés vistiendo un traje de alta costura?
—¿Te gusta hacer las preguntas de esa manera? Dando datos digo... y hablando de mí en tercera persona.
—Supongo. Suena cool. Solo dime.
—Pues a la clase de joven cuya familia es dueña de una corporación multinacional de alimentos.- se encogió de hombros.- El chofer de este camión se intoxicó con unos mariscos y yo solo suplí su lugar. Resulta que andaba por ahí y tenía tiempo libre. Era más rápido que andar buscando otro chofer ¿no?
Ushijima se quedó mirándolo atónito.
—¿Estás bromeando cierto?
—No. Mi abuelo fundó SFoods, tienes que conocer esa marca.
—Por supuesto que la conozco. Está en todas partes.
—Pues ahí lo tienes.
—Así que estoy sentado en un camión con el heredero de SFoods.
—Exacto.
—¿No tienes miedo de que intente secuestrarte? El rescate sería más de lo que puedo gastar.
—Puedes intentarlo.- Tendo también le dedicó una media sonrisa. —Me gustaría ver como lo haces.
Ushijima notó el ligero coqueteo subyacente en aquella frase, pero no dijo nada al respecto.
—No lo haré. Tranquilo.
Tendo puso una cara de fingida decepción, incluso suspiró.
—Si eso que me has dicho es cierto.- continúo Ushijima. —el hecho de que estemos aquí y ahora, se debe a una sucesión de continuas casualidades.
—Más o menos. Si el chofer de este camión no hubiera comido esos mariscos probablemente estarías ahora hablando con él y yo estaría en mi casa viendo una película o algo.
—Es sábado. Seguro estarías en alguna fiesta en Beverly Hills con tu amiguito exótico.
Tendo negó suavemente.
—No. No lo creo. Goshiki sí sale todos los fines de semana. No se pierde una. Especialmente ahora que su novio es un DJ famoso. Pero yo no soy así.
—En la foto lucías muy integrado a la fiesta.
—Era mi cumpleaños. Era en mi casa. Sería el colmo si no me dignara a aparecer en mi propia fiesta de cumpleaños. Tampoco soy un inadaptado social.
—Aún así tienes un estilo de vida completamente distinto al mío.
—¿Qué estuvieras haciendo tú si hubieras llegado un poco antes a casa? ¿Sí a... Oikawa y a Iwaizumi no les hubiera dado tiempo de... ya sabes?
Ushijima lo pensó un poco mientras se pasaba los dedos por el cabello, quitándoselos de la cara.
—Estaría en el salón del apartamento, viendo como Oikawa se embute un pote de helado mientras ve las series de la noche. Fingiría estar viendo la tele con él, pero siempre me gustó más mirar esas pequeñas cosas tiernas que hace.
Tendo se le quedó mirando en silencio.
—¿Qué?
—Nada, simplemente no pareces el tipo de persona que haría algo así, y menos que lo contaría en voz alta. Aunque eso suena precisamente como el estilo de vida que me gustaría llevar. Nunca he podido hacer algo así. Nunca ha habido nadie que solo me mire, que descubra mis detalles. Usualmente solo ven a alguien guapo, que viste ropas caras y que tiene más dinero del que puede gastar. Yo no soy una persona para ellos, solo soy fama, renombre, dinero y sexo. Puede que haya quien piense que eso es divertido, pero ya yo estoy cansado.
—Siempre he pensado que, si vas a estar en una relación con alguien, es porque hay cosas especiales en esa persona, cosas que te hacen sonreír, o te hacen sentir mejor, cosas que te parecen hermosas, o tiernas, o graciosas.- Ushijima tenía su vista perdida en el horizonte que se podía ver a través del parabrisas pero, aun así, sentía la mirada de Tendo clavada en él. —Aunque eso son solo cursilerías.
—No lo creo. No hay nada de cursi en hacer a alguien sentirse especial.
—¿En serio nunca nadie te ha hecho sentir especial, Tendo?- Ushijima se giró para enfrentar aquella mirada.
—No. Hubo un tiempo durante el cual lo intenté. Busqué desesperadamente a alguien. Quien fuera. Para llenar un vacío que parecía no tener fondo. Hasta que me di cuenta que estaba usando piezas que no encajaban.
—Entonces debes estar rodeado de gente muy estúpida. Si fuera yo...- pero Ushijima se dio cuenta de la tontería tan grande que estaba a punto de decir. —Si fuera yo...
—¿Si fueras tú...?
—No sé... no puedo fingir que entiendo tu posición.
—¿Realmente estabas hablando de lo que harías si estuvieras en mi lugar?
Ushijima lo miró en silencio. No sabía qué era lo que realmente quería responder así que solo dejó que Tendo interpretara su mirada a gusto. El ambiente íntimo y cerrado que se había creado entre ellos dos estaba haciendo que ideas raras se formaran en su mente. Acababa de conocer a Tendo, y por lo que le había contado, era una persona que, en otras circunstancias, jamás hubiera tenido nada que ver con él.
Aun así, el Tendo de ahora, el que iba conociendo poco a poco, lucía inmensamente solitario, mientras lo miraba con aquellos grandes ojos color café, en búsqueda de algo que ninguno de los dos sabía qué era.
Finalmente Tendo suspiró.
—Paremos un rato. Debes tener hambre. Saliste sin cenar. ¿Cierto?
En el segundo en que Tendo mencionó algo referente a comida el cuerpo de Ushijima reaccionó con furia. Prácticamente se había olvidado de sus necesidades fisiológicas, pero la verdad era que tenía hambre, sed, sueño y ganas de ir al baño.
—No como nada desde el almuerzo.

𝗛𝗶𝗴𝗵𝘄𝗮𝘆; 𝘂𝘀𝗵𝗶𝘁𝗲𝗻.Where stories live. Discover now