𝗛𝗶𝗴𝗵𝘄𝗮𝘆; 𝘂𝘀𝗵𝗶𝘁𝗲𝗻.

Mío

Ushijima sintió una especie de extraña paz interior cuando volvió a sentir que Tendo conducía.

Aunque esta vez era un poco distinto, Tendo seguía siendo su salvación en un momento de crisis. Fue como un deja-vu cuando volvió a mirar hacia el lado, recorriendo cuidadosamente la figura de Tendo con sus ojos. Deleitándose con cada detalle. De nuevo Tendo traía uno de esos pantalones que dejaban poco a la imaginación, la camisa tampoco era precisamente inocente, especialmente con su ausencia de cuello, lo que provocaba que el escote se hundiera profundamente en el pecho de Tendo. Ushijima sonrió para sus adentros. Tendo era demasiado sexy.

Sin embargo ahora la situación era otra. Tendo correspondió las lascivas miradas de Ushijima con una sonrisa mientras continuaba conduciendo. Aunque no iba tan rápido como antes, se notaba un poco de apuro en la forma en la que se pegaba al límite.

—¿Exactamente a dónde me llevas?- Ushijima se acomodó en el asiento, relajándose. Se sentía extrañamente cómodo ahí con Tendo. Nunca había nada molesto o desagradable junto a él. Además... bueno, era un Audi. Era imposible estar incómodo.

Tendo amplió su sonrisa con malicia.

—Ya te dije: a un lugar para que pases la noche.

Ushijima estiró una de sus manos y la puso sobre el muslo de Tendo.

—Supongo que ese hospedaje de lujo te incluye a ti. ¿Verdad?

Tendo frenó ante la luz roja de un semáforo. Soltó el volante y se quitó el cinturón de seguridad para inclinarse sobre Ushijima.

—Claro, el americano sexy va por la casa.- sonrió y depositó un casto beso sobre los labios de Ushijima. Sintió al mayor gemir ante el contacto, lo cual hizo que un escalofrío recorriera toda su espina dorsal. Sin embargo, cuando se iba a separar, notó como las manos del mayor sujetaban su cabeza y lo obligaban a unir nuevamente sus labios, reclamándolo en un beso duro y ansioso. Ushijima mordisqueó sus labios y paseó su lengua por el interior de su boca, con algo que solo podría ser descrito como una necesidad apasionante. Tendo se dejó llevar, descubriendo de repente las ganas tan enormes que tenía de besar a Ushijima, de acariciarlo, de tocar cada jodido centímetro de su cuerpo...

El sonido de un claxon los sacó de su pequeño mundo. La luz ya había cambiado a verde y ellos seguían allí sin moverse, bloqueando la senda. Tendo se separó de Ushijima después de darle una última lamida a sus labios y volvió a su lugar, moviendo el auto de mala gana. Ushijima aún tenía una mano en su muslo, y lo acariciaba sin el más mínimo recato, divirtiéndose al ver la expresión turbada de Tendo mientras conducía.

—¿Falta mucho?- le preguntó.

El menor, aceleró en respuesta.

—Me estoy asegurando de que no.

Tendo detuvo el auto ante lo que Ushijima únicamente podía considerar como un palacio moderno. Se bajó del auto mientras miraba el enorme inmueble con la boca abierta. Tendo también se apeó y se paró a su lado.

—¿Te gusta?- le preguntó, haciendo visera con la mano para cubrirse del sol.

—¿En serio vives aquí?- Ushijima se giró a verlo. Tendo solo se encogió de hombros.- Dios...

—Ven.- Tendo tomó su mano. —No vinimos para apreciar la arquitectura de mi casa.

Tendo apenas le permitió a Ushijima mirar alrededor, subió corriendo las escaleras, aún sujetando la mano del mayor. Finalmente tenía a Ushijima solo para él. Aun parecía un sueño, pero realmente eran los pasos del menor los que sonaban detrás de él.