𝗛𝗶𝗴𝗵𝘄𝗮𝘆; 𝘂𝘀𝗵𝗶𝘁𝗲𝗻.

Epilogo

—Wakatoshi-kun...- Tendo se removió hasta que logró sacar su cabeza de debajo de las sábanas. Ushijima le dedicó una sonrisa enternecida mientras permanecía recostado bocarriba sobre la cama, descansando la cabeza sobre su brazo.
—¿Qué?- le contestó, divertido. Tendo tenía todo el pelo regado sobre la cara.
—Estaba pensando...
—Ajá...- Ushijima levantó una de sus cejas.
—Pues... como que ya te has quedado aquí durante una semana...- Tendo comenzó a dibujar figuras extrañas sobre el pecho desnudo de Ushijima con uno de sus dedos. —Así que...- pero detuvo lo que estaba diciendo al darse cuenta de que Ushijima se había quedado mirando fijamente al vacío.
—Tienes razón. No me había percatado.- Ushijima se irguió sobre la cama, quitándose cuidadosamente a Tendo de encima. —Debería buscar donde quedarme, supongo que me iré mañana.- se levantó por su lado de la cama y caminó hasta donde estaba su mochila, encima del sofá.
—No es eso lo que...- Tendo intentó hablar pero Ushijima seguía concentrado en lo suyo.
—Debería llamar...- el menor tomó su celular y comenzó a buscar un número en él. —Supongo que podría preguntarle a Kageyama.
Tendo se levantó de la cama, ya algo molesto, y fue hasta donde él estaba, arrebatándole el móvil.
—¿Me dejarás hablar?
Ushijima se giró a verlo, sorprendido.
—¿Qué te pasa ahora?
—No te estoy echando.
—Lo sé... solo me hiciste ver que realmente debo irme ya. Me dejé llevar y terminé molestándote más de lo necesario.- Ushijima tomó su celular de vuelta.
—¡No! ¡No es eso lo que quería decirte!- Tendo se lo volvió a quitar, como si tener el celular en su mano obligara a Ushijima a escucharlo.
—¿Ah no?
—¡No!
—¿Entonces qué?- Ushijima se dejó caer sobre el sofá, dispuesto a escucharlo.
Tendo no pudo evitar pensar que Ushijima lucía algo gracioso ahí, en su sofá, mirándolo atentamente mientras solo traía la ropa interior.
Ropa interior suya, por supuesto.

—Estuve pensando... ahora que... ya no vas a vivir en tu apartamento y... y que tienes que buscar donde quedarte. Estaba pensando... como ya llevas una semana aquí... y, bueno, a mis padres les agradas, y... y no ha habido ningún problema... pensé que... a lo mejor... quizás...- Tendo se rascó el brazo a la vez que desviaba la vista.—...podrías vivir aquí.

—Tendo...- Ushijima no podía creer lo que acababa de escuchar.—... solo llevamos juntos una semana...

—Lo sé, y sé que ibas a decir eso, pero... yo quiero que te quedes conmigo. No quiero que andes por ahí. Me gusta dormir contigo, me gusta abrazarte. Además... tengo espacio más que suficiente para los dos.

—Pero eso...- Ushijima también retiró la vista. Esa no era una decisión tan sencilla.

—Wakatoshi-kun...- Tendo agarró sus mejillas y se sentó a horcajadas sobre él. —Ya sabes lo que pasó la última vez que nos dejamos guiar por muestras dudas.- buscó su mirada y le sonrió con dulzura. —No lo pienses tanto. ¿O será que no tienes ganas de verme todos los días?

—Es solo que no quiero formar parte de un hogar en el que no aporto nada.

—No hace falta que aportes nada.- Tendo se encogió de hombros. —Yo tampoco aporto nada. Pero vivo aquí porque me quieren... y yo te quiero.

—Tu lógica viviría feliz en la cabeza de un niño de cinco años.

—Pero tengo razón. Sé que debe ser incómodo para ti. Se perfectamente que mi estilo de vida te resulta a veces sobrecogedor y esa fue la principal razón que me alejó de ti en su momento. Pero no quiero cometer el mismo error. Por eso quiero que te quedes conmigo.

Ushijima lo miró atentamente, en su semblante se podía ver que ya estaba cediendo.

—Por favor...- Tendo soltó su rostro y juntó sus palmas para suplicar.

—No sé...- Ushijima rodó los ojos.

—Porfis...

—Uhmm...