Capitulo 8

567 73 13
                                    


Nota autor: Lo he vuelto subir, pues lo modifique porque no me gusto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota autor: Lo he vuelto subir, pues lo modifique porque no me gusto. Así que aquí esta la nueva versión. Y pues ejem, he mencionado un libro que actualmente estoy leyendo y pues si lo leyeron entenderán el termino Microondas y el nombre Jared  (por cierto me esta gustando ese libro)

 Y pues ejem, he mencionado un libro que actualmente estoy leyendo y pues si lo leyeron entenderán el termino Microondas y el nombre Jared  (por cierto me esta gustando ese libro)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Y tú me quieres?. ─Desvié la pregunta y esperé a que esta vez el hablara.

¿Enserio crees que soy capaz de querer?

─ ¿Entonces por qué te gusta provocarme? ─Logre hablar apenas, pues me estaba dejando casi sin palabras por la maldita cercanía y con la fuerza que el sostiene mi cintura.

─¿Así que te estoy provocando?

─Suéltame niñito malcriado.

No me obedeció en lo absoluto, el seguía sosteniéndome y mis nervios se estaban apoderando de mí.

Seria genial si tuviera un diccionario para entender a Aron, pues si no es capaz de querer, ¿porque me provoca.?

─Me gusta el color de tus mejillas, rojos como tomates. Eso quiere decir que hago bien mi trabajo. ─ Lo dijo mientras pasaba su dedo pulgar en mi labio inferior. Luego ese dedo recorre mi cuello.

Sentía los efectos de su mirada y el del recorrido de sus dedos, que eran pequeños temblores y cargas eléctricas por todo mi cuerpo. Y diablos ¿qué rayos estaba pasando?, no sabía porque, pero odiaba que se quedara ahí quieto y haciendo movimientos tan tentadores sin besarme.

911, llamado de emergencia, alguien ha muerto de nervios.

─Adivino, soy otra más de tus conquistas de niño fuckboy.

─No sé.

─Ya.

El chico de la nada note como sus ojos se tornaron más oscuros que de costumbre y su expresión de seductor cambio a irritación y termine como siempre desconcertada.

─Aléjate rara.

─¿Eh?

─Eso, me irrita tu presencia. ─ Su voz era de enojo profundo.

Frasco De Estrellas (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora