Capitulo 30

145 14 11
                                    

Capitulo 30

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capitulo 30

Tiempo atrás

Llegue al hospital donde estaba hospitalizada Sevda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegue al hospital donde estaba hospitalizada Sevda. Mis ganas de cometer una locura eran suprema. En el pasillo me contra a su amiga. Ella no espero que viniese, pero lo hice.

Le aclare todo a ella y se sorprendió cuando se enteró que yo me inscribí y estuve un tiempo en rehabilitación y que me había sanado, pero ese no era el punto. El punto era sobre el trasplante de Sevda, ella necesitaba un corazón. Y yo había conversado con Raisell y su doctor, obviamente que mi propuesta no les gusto. Pero les insistí a tal punto de convencerles.

Pero antes de hacer esa gran locura, pedí permiso para visitar a la chica, pero cuando entré a su habitación. Se encontraba dormida. Me acerqué a ella, pero no hice ningún ruido para despertarla. Solo la mire como dormía.

Y le susurre.

—Te amo.

Luego me marche.

Y me prepare.

Los doctores esperaron a que la chica despertara para darle la noticia que todo ya estaba listo para asistirla y operarla. Pero omitiendo que yo tenía algo que ver. Estaba seguro de que si se enterara que aquel corazón que tendría sería el mío. Ella lo habría rechazado.

En cuanto a mi madre no le gusto el plan. Pero me apoyo. Y también sentía un poco de culpa de dejarla sola, pero ella me entendió. Entendió la situación.

Note como sus ojos eran la cuna del océano de lágrimas.

Sentí su voz rasposa de miedo y dolor.

Igual presencie su cálido abrazo reconfortante

—Hijo, quiero que si te reencuentras con tu padre. Si es que lo que dicen si hay vida después de la muerte. Dile que le quiero aun, que, aunque ya no llore por él. Aun le quiero, solo que he aprendido a vivir sin él y a seguir adelante. Quiero que sepa que tiene parte de mi corazón aún. Quiero que sepa que ya lo he soltado, y puedo estar viva sin él.

—Claro que lo hare madre.

—Hijo, quiero que sepas que te quiero. Y aunque no estarás conmigo, protegiéndome. Quiero que sepas que he aprendido que valgo demasiado. Y que no cometeré el error que he cometido cuando creí haber amado a tu padrastro. Cosa que me arrepiento.

Frasco De Estrellas (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora