Capítulo 3

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Nunca dejamos de conocer a las personas al igual que la vida nunca parará de hacernos ver que lo que creíamos no era cierto.




—¿Que sucede Marinette? Acaso... ¿Acaso no estás feliz de vernos? -Le dijo la italiana sonriendo mientras se acercaba a la franco-china.

—N-No deberías estar aquí, Lila -Hablo buscando valor en su interior pero con mirada determinada, no se dejaría vencer.

—Ow... Sólo quería darte mis pésame -Dijo dando un falso tono dolido. —Después de todo... ¿Hoy no había muerto tu hermano? -Mencionó sonriente al ver la reacción que quería.

La azabache abrió sus ojos sorprendida mientras una fina capa cristalina estaban cubriendo sus orbes azules. Sus labios se abrieron levemente dejando salir su respiración con algo de rapidez ¿Cómo sabía eso?

—Pobre niño ¿No lo crees? -Hablo la italiana caminando más cerca de la azabache. —El no merecía eso pero... ¿De quien abra sido la idea de que salieran de paseo? -Mencionó llevando su dedo a su mentón fingiendo pensar. —¿Quién fue la que inicio la pelea? -Hablo mirando como la azabache tomaba su cabeza con fuerza ante los abrumadores recuerdos de aquel fatídico día. —¡Dímelo Marinette! ¡¿Quien fue?! -Hablo acercándose más quedando a poco menos de un metro de la chica.

—¡Callate Lila, tu no sabes nada de lo que paso! ¡Nada! -Le grito la azabache mientras dejaba caer las lágrimas por sus mejillas.

Hacia unos pocos años que había dejado de sentirse culpable y ahora volvía a sentir aquella horrible presión en su pecho, se sentía cada vez más impotente y abrumada.

En cambio Lila todo los ojos, necesitaba más que eso o su plan no funcionaria, pronto él llegaría y debía provocar que la azabache le atacará así que decidió usar otra técnica.

—¿Segura? ¡Se bien que fuiste tú, Marinette! -Hablo empujando a la azabache. —¡Fue TÚ culpa! -Hablo empujándola más fuerte haciéndola chocar contra la pared.

—¡No fue así, lo juro! ¡Y-Yo no quise.. Y-Yo...! -Grito algo desesperada tapando su boca mientras lloraba y temblaba levemente.

Lila soltó un gruñido, ¡si seguía así el plan no funcionaria! Esa chica era realmente... Patética... Ante sus ojos. Sonrió aún más al ocurriesele que hacer.

Lila se acercó hasta el oído de la chica que estaba apunto de colapsar en llanto con su malévola sonrisa.

—Pero.. Supongo que hiciste un favor al mundo.. El era totalmente patético, llorón, idiota e inutil ¿no crees? -Se alejó de ella un par de metros Viendo como la azabache dejaba de temblar y unos pasos se escucharon, hora del show. —Marinette... Quiero.. Yo... Quiero ser tu amiga... Prometo dejar de mentir y-yo.. Será difícil pe-pero ¡si me ayudas se que lo lograré! Quiero que me quieran por quien realmente soy.. ¿Quieres iniciar de nuevo? De verdad... Quiero ser tu amiga... -Los pasos se detuvieron en seco y eso le dijo que el se había tragado ese cuento.

La azabache, en cambio, dejo de escuchar cuando la italiana decía eso de su hermano.. Su adorado y difunto hermano.. Absolutamente nadie hablaba así de él.

La consciencia ya no funcionaba en su cabeza, sus instintos e impulsos eran los que tomaban control en esos momentos haciéndola hacer alzar su mirada viendo a Lila que le sonreía de forma tan realista que a ojos de cualquiera era una sonrisa sincera.

—Entonces.. ¿Qué dices? -Le dijo la italiana fingiendo no saber que un rubio de ojos verdes miraba la escena sonriendo con orgullo pues, según él, Lila siempre quiso cambiar pero no sabía cómo ni a quien pedirle ayuda.

Sabía que su buena amiga le ayudaría pero grande fue su sorpresa cuando escucho y vio lo que hacía la azabache.

—¡Tu siempre serás una maldita mentirosa! -Hablo molesta empujándola y poniéndose sobre la italiana empezando a golpearla.

La italiana "intentaba" liberarse pero no hacía mucho esfuerzo realmente. Empezó a llorar y suplicar por ayuda haciendo reaccionar al rubio.

¿Qué le ocurría a Marinette?

El regreso de una heroínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora