Capítulo 4

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Estar a su lado, hacerlos reír, consolarlos y apoyarlos no siempre basta para que ellos hagan lo mismo por ti

La azabache sintió unos brazos tomarla por la cintura para alejarla con brusquedad de la castaña, se golpeó el brazo izquierdo contra el suelo dejandole un poco de dolor pero eso no le importó mucho, aun no miraba al que la había alejado de la italiana por mirar hacia el suelo reflexionando levemente. Esos recuerdos volvieron a ella abrumandola ¿Qué sabía Lila de ese día? ¿Qué sabía ella de su sufrimiento? ¿Qué sabía ella de su hermano?

—¡¿Qué te sucede Marinette?! -Ese grito la trajo a la realidad alzando su mirada hacia aquella voz tan conocida viendo a aquel rubio que la traía enamorada.

—¿Adrien?... -Susurro levemente sin entender bien por qué la miraba así.

—¡Adrien! Gracias al cielo, ¡Te juro que no hice nada y e-ella me atacó! -Le chillo llorando.

Ahora entendió por que la veía así.

Sorpresa, sorpresa.. ahora ella parecía la mala, ¿Por qué no le sorprendía?

—¡No es cierto! -Grito intentando defenderse. —Ella... E-Ella... -No podía hablar, el nudo en su garganta y las ganas de llorar por recordar esos sucesos sumándole la mirada de enojo y decepción de su amor secreto le impedían siquiera formular una palabra coherente.

—¡Ella nada! Te vi Marinette, Lila intenta cambiar y tu la lastimas... No puedo creer que seas así.... tu y yo ya no podemos ser amigos

—¿Que...? -Susurro con un hilo de voz.

—Vamos Lila, te llevo a tu casa.. -Dijo ayudando a la italiana.

—Gracias Adrien.. -Murmuró sonriendo levemente.

Antes de cruzar la puerta, la italiana miro sonriendo a la azabache que dejó caer una lágrima de impotencia mientras empezaba a temblar por la misma causa. Jamás odio a Howk Moth tanto como en ese instante, ¿La razón?

La horrible sensación que te deja el no poder llorar ni desahogarse por miedo a ser akumatizada.

No se dio cuenta cuando Tikki salió y la abrazo por la mejilla susurrandole palabras consoladoras, la kwami estuvo a punto de salir y enfrentar al poseedor del miraculous de la mala suerte, de gritarle toda la verdad. Sintió impotencia de ver como trataban a su portadora pero lamentablemente no podía hacerlo ya que dejaría al descubierto a su amiga humana poniéndola en peligro.

No paso mucho cuando se encontraba en su cama suspirando y sin poder evitarlo empezó a llorar y gritar con su almohada tapandole la boca para no ser oída, no le importó que Howk Moth le atacará, Tikki le dijo que se desahogara todo lo que quisiera puesto que ella la cuidaría y sin saberlo Tikki ya había purificado a tres akumas.

Howk Moth no estaba feliz ya que no entendía como perdía la conexión con sus pequeñas creaciones sin llegar a su víctima, quería akumatizarla desde ya bastante tiempo, algo le decía que seria una gran villana.

Tikki miraba con pena a su portadora, apenas era una chiquilla que sufrió muchas cosas para su edad, no sentía justo aquello.

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Se miro en el espejo, portaba ojeras, los ojos rojos e hinchados, suspiro resignada y tomó sus cosas para ir a su colegio. Caminaba lento y mirando al suelo, no le importaba si llegaba más tarde de lo que acostumbraba pero ese mal presentimiento aumentaba con cada paso que daba.

Llegó a su clase y golpeó la puerta suavemente, al no recibir respuesta abrió la puerta y se adentro sintiendo la mirada pesada de no sólo Adrien sino toda la clase, alzó la mirada y observo como todos o bueno, su gran mayoría le miraba enojados, Lila le sonreía victoriosa mientras era "consolada" por su amiga Alya en su asiento. Entendió por la mirada de la morena que no quería que se sentara a su lado así que a paso lento se dirigía hasta el fondo de su salón donde para su sorpresa estaba Chloe ahí pero esta lucia decaída y ni siquiera se dio cuenta de su presencia.

No estaba entendiendo que sucedía.

¿Qué les pasaba a todos?

El regreso de una heroínaWhere stories live. Discover now