El regreso de una heroína

Capítulo 6

Una sonrisa aparece incluso en los peores momentos con una verdadera amistad

La noche en París llego, el cielo oscuro era adornado por un manto de estrechas y parecía ser una noche tranquila, el viento soplaba suavemente dejando un entorno fresco.

Entre los techos caminaba una silueta masculina escabullendose entre las sombras para pasar desapercibido. Tenía experiencia en eso, más de una vez tenia que cumplir con distintas obligaciones relacionadas con el sigilo.

Se acercó discretamente hasta un gran edificio en particular, solo última la habitación en aquel edificio poseía las luces encendidas, ya era bastante tarde así que en su mayoría todos dormían pero ¿Por que esa persona, la que estaba en aquel cuarto, no lo hacía?

Se sentó en el borde del techo de un edificio lo suficientemente cerca para observar pero sin ser detectado viendo en dirección a esa ventana, sonrió levemente mientras el viento helado soplaba moviendo sus desordenados cabellos. Desde la ventana se veía claramente como una azabache parecía ordenar su cuarto, luego apago las luces y la vío salir a su azotea, se sentó en el suelo mirando al cielo e ignorando su presencia.

Marinette sonreía levemente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, le dolía su corazón ante los sucesos de ese día. Luego de lo sucedido con Chloe no tardó mucho en encontrarse cara a cara con sus amigas, sus antiguas amigas..

Discutieron, ellas le atacaron verbalmente y ella no sabia como reaccionar. Necesitaba un abrazo, necesitaba consuelo...

Miró sus manos borrando la sonrisa que tenia, las convirtió en puños molesta, impotente...

¡Estaba segura que si de Ladybug se tratará no hubieran hecho eso!

Últimamente empezó a desarrollar una clase de odio a su contra parte, algo la hacia aborrecerla cada vez más ¿Qué tenia Ladybug que Marinette no?

Un sollozo salio de sus labios y se abrazo con fuerza así misma. Quería ser fuerte, no tener temor.. era tan fácil cuando era Ladybug ¿Por que a Marinette le costaba tanto?

¡Genial!

Otra cosa en la que Ladybug era superior a ella, ¿por que no le sorprendía?

Se mordió su labio inferior intentando dejar de sollozar, cuando logro controlarlo suspiro mirando al cielo más calmada. Sus ojos dolían y cada vez que los cerraba le costaba más abrirlos.

Poco a poco fue derrotada por el sueño y empezó a dormirse sin importarle que estuviera en su azotea.

Mañana seria un mejor día.

Quería convencerse de eso.

~•°•~•°•~•°•~

—¡Marinette! -Grito su madre desde el primer piso. —¡Cariño, se hace tarde para ir a tu colegio! -Sólo esas palabras bastaron para hacerla despertar de golpe.

Miró la hora comprobando que su madre no mentía, iba a llegar tarde... como siempre.

Empezó a correr por su cuarto de un lado a otro siendo ayudada por su kwami que ya se había acostumbrado a eso. Bajo rápidamente las escaleras y se despidió de su madre rápidamente tomando una manzana y salio casi corriendo.

Al salir del edificio y casi caerse un par de veces observó a su mejor amiga Alya esperando a alguien frente a su colegio mientras revisaba su celular. Era la misma rutina, seguramente la esperaba a ella como siempre.

Sonrió y cruzó la calle pero cuando estaba por llegar y saludarla la realidad la golpeó.

Lila Rossi corría hacia la morena sonriendo y llamándola con su nombre, Alya al verla guardo su celular sonriente devolviendole el saludo.

—¡Lo lamento Alya, por hacerte esperar! -Se lamento la italiana. —Es que tuve que bajar el balón de unos niños que había quedado en un árbol. Los pobresillos estaban llorando y se me partió el corazón -Le dijo dulcemente.

—¡No te preocupes, chica! Fue muy noble de tu parte hacer eso por ellos -Le reconoció la morena.

—Gracias Alya, después de todo soy la mejor amiga de Ladybug, su ejemplo a seguir -Presumió entrando ambas al colegio.

Por otro lado, Marinette se quedo quieta. Por un momento había olvidado todo, incluso creyó que fue un sueño ¡Un muy mal sueño!

Miro hacia el suelo dolida.

—¡Dupoing-Cheng! -Le llamo una voz chillona, al voltear observó a la rubia de sus pesadillas.

Pero se supone que ahora son... ¿Que son? ¿Amigas? ¿Enemigas? ¿Conocidas?...

La rubia se acercó elegantemente a la azabache con aires de superioridad, su mirada le dio miedo a decir verdad. Chloe era alguien que demostraba su enojo, pero cuando se lo guardaba para si misma y solo te lo transmitía con su mirada era aterradora.

—Escúchame bien Dupoing-Cheng, la postura es esencial para las damas ¡No mires al piso! Mira hacia el frente ¡Ten algo de glamour, panadera! -Le dijo caminando otra vez.

Una sonrisa se dibujo en sus labios de forma sincera e inconsciente, entendió el mensaje que le quiso trasmitir claramente.

No le demuestres debilidad, mantén la frente en alto.

Sin duda alguna, Chloe era una caja de sorpresas, la siguió rápidamente sin borrar esa sonrisa.

Al llegar a su salón siendo mayor mente ignoradas o vistas con desagrado u odio se sentaron en el mismo sitio del día anterior. No hablaron entre sí, aun no se acostumbraban a la contraria.

Eso le dio tiempo de pensar en algo importante a la azabache, un detalle que ignoro.

Si ella se había quedado dormida en su azotea... ¿Por que despertó en su cama?