Capítulo 8

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El pasado no puede ser olvidado... por más que uno quiera.

Adrien miro atentamente a la azabache, parecía que ella tenía un debate interior. No la quería presionar, de repente la azabache suspiro y tomó con determinación el cordón de su bolso.

—Ese día... Lila me provocó... -Murmuró pero el rubio la miro sorprendido. —Dijo cosas que me hicieron enojar y y-yo... yo simplemente seguí un impulso... para cuando reaccione... -Guardo silencio.

—Yo te empuje... -Termino de decir mirando un punto muerto.

Si antes se sentía fatal ahora mucho peor, ¡volvió a caer en el sucio juego de Lila!

Pero...

¿Qué había alterado tanto a su pacífica amiga?

Quería preguntar, pero no se sentía en derecho de hacerlo...

—Ella... -Susurro. —Ella hablo mal de mi hermano...

—¿Tienes un hermano? -Susurro por inercia pero se arrepintió al ver la sonrisa triste que se dibujo en los labios de la azabache.

—Tenía -Corrigió recostandose en la pared del elevador. —Él y yo... éramos muy unidos.... -Susurro sonriendo aún.

Se deslizó hasta el suelo abrazando sus rodillas, se sentó a su lado en silencio, no sabía que decirle exactamente.

—Era mayor que yo por 2 años, físicamente solo compartíamos el color de ojos y quizá el tono de piel, el era castaño y más alto que yo -Suspiro. —Cuando tenía 7 años... yo... yo convencí a mis padres de ir pasear. En aquel entonces mi papá tenía un auto y fuimos a un día de campo, para cuando regresabamos empezó a llover pero no era tan fuerte como para detenernos -Guardo silencio por un momento, su garganta formó un nudo y sus ojos picaban.

Adrien ya se imaginaba a donde iba la historia, pero no era capaz de detenerla, algo le decía que ella necesitaba decirlo para desahogarse.

—No recuerdo bien el por qué pero empece a pelear con él, algo normal entre hermanos ¿no? -Soltó una risa sin ganas. —Recuerdo que fui yo quien inicio esa pelea -Murmuró. —Me quite el cinturón y me tire sobre él.. Él justo estaba atrás del piloto, mi padre, lo empecé a golpear y él sólo me quería apartar y me pedía que lo dejará... Debí haber obedecido a mi mamá cuanto me regaño y me pidió que lo dejará... Llego un punto en que me empujó y yo choque contra el asiento de mi papá.. -Guardo silencio por varios segundos.

—Yo... si tu ya no quieres hablar... esta bien -Le susurro pero la azabache solo se abrazo más a sí misma.

—Papá perdió el control en el auto, y todo paso muy rápido -Las lágrimas empezaron a deslizarse de sus ojos. —No recuerdo bien que paso luego de eso, por alguna razón cuando desperté estaba junto a mis padres, que seguían inconscientes, fuera del auto pero escuchaba a mi hermano pedir ayuda.. -Sollozo cerrando sus ojos. —Apenas me pare y di un paso el auto... el auto.. e-ex-explotó  -Se tapó su rostro rompiendo en llanto.

El rubio no se resistió más y la abrazo contra su pecho, se mordió el labio al no saber que decirle y el hecho de ver como la azabache se aferraba a su camisa llorando le partía el alma.

Pasados varios minutos la azabache guardo silencio mientras seguía siendo abrazada por el rubio.

—La explosión me hizo caer y golpearme la cabeza, antes de caer inconsciente recuerdo que vi a alguien... Desperté en el hospital... -Murmuró. —Cuando pregunte a mi mamá por mi hermano me miró con sus ojos llorosos, se me partió el corazón al entender... él ya no estaba... -Hipo un poco. —Resultó que en el accidente me golpee la cabeza de tal forma que hizo que quedará en un coma por un año... según los doctores lo sucedido después lo creo mi subconsciente... -Suspiro. —Lila por alguna razón lo supo, y lo uso en mi contra...

Adrien la abrazo más fuerte contra su pecho sintiendo su corazón doler por todo lo que su amiga guardaba en su corazón.

—Perdóname... Perdóname de verdad Marinette... -Sollozo sorprendiendo a la azabache. —¡Fui alguien horrible injustamente contigo! Y lo que te dije... era mentira, eres la mejor persona que cualquiera puede tener ¡Yo soy el idiota! Todos los somos...

Marinette sonrió levemente, no esperaba ese resultado y su corazón dejo de doler levemente.

Antes de responder las luces volvieron y las puertas del elevador se abrieron dejando ver a varios técnicos y a una histérica rubia.

—¡Dupoing-Cheng! ¡Panadera de cuarta, ¿Estás bien..?! -Exclamó preocupada pero al ver al rubio y el cómo estaban abrazados ambos aparentemente llorando guardo silencio por 3 razones.

1. El ver al rubio no era de su agrado.

2. El hecho de que la panadera se haya dejado abrazar por ese imbécil.

Y 3. ¿Acaso estaban tan asustados como para terminar así?

¡Ridículo, totalmente ridículo!

—¡Los dos! ¡A mi habitación! -Les grito furiosa.

Ambos se miraron igualmente de asustados.




Elección ganadora:

Si, contarle la verdad y sobre el difunto dupoing-cheng.

Resultado:

¡Marinette a ganado un aliado!

¡Han elegido la opción correcta!

Ahora sabemos más sobre ese accidente, pronto habrá una nueva elección ¡Suerte!

El regreso de una heroínaWhere stories live. Discover now