H E R D I N © ✓ (Terminada)

•Extra Especial•

—Me encanta tu sonrisa fingida.

—Y a mí me encantas tú— junto mis labios con los suyos en un beso suave y delicado. Demostrando que a pesar de mis pocas palabras con mis actos demuestro más, siento más.

—Sólo me quedan dos semanas más aquí, mudarme al otro lado de la ciudad es algo que me tomo por sorpresa— retoma la conversación de hace unos minutos atrás, la cual nos hizo discutir—. ¿Irás a visitarme cada que puedas, verdad?

Negarme a su pregunta haría volver el tiempo de hace unos minutos y no estoy para soportar otra discusión, lo mejor sería decir que sí, pero, no estoy de acuerdo con que se tenga que mudar tan lejos. ¿Por qué?

—Sabes que no estoy de acuerdo con eso, tampoco puedo oponerme a algo que sucederá —baja de mi regazo y vuelve al asiento del copiloto.

—Esa no es la respuesta que quiero, Travis.

Se queda en silencio y su actitud cambia. Luego de un rato me pide que la lleve a casa.

— ¿Ya estás de regreso?

Leo de reojo el mensaje que me manda Otis sin apartar la vista del camino. No le respondo y llega otro de inmediato.

—Te necesito... es urgente.

Añade una cara triste y supongo que algo le volvieron hacer en la maldita escuela.

— ¿Otis otra vez está en problemas? —Interrumpe ella el silencio que se proporcionó cuando arranqué desde aquel lugar.

—Eso parece...

El camino se hace corto y estaciono el auto frente a la casa de Vanessa. Intento no pensar y hablar por qué es seguro que comenzaré una discusión, así que apago el motor del auto y espero lo que sea que dirá ella. Por qué sí, ella dirá algo en cualquier momento...

—Sé que la cosas se volverán un poco complicadas entre ambos ahora que me iré al otro lado de la ciudad— Ella guarda silencio por unos segundos y mira por la ventana— Pero sé que ambos daremos lo mejor— Se gira para mírame.

Tiene razón. Se hace complicado dejar ir a la única persona que le da algo de sentido a mi miserable vida; Luego de perder a mis padres, ella ha sido la única que ha sabido comprenderme y que se aparte de mí... es...

—No será fácil, es verdad. Y sé que estás pensando en eso, pero entiende que es algo que anhelaba desde hace mucho tiempo; para mí... irme y dejarte aquí sabiendo cómo eres y como te comportas cuando algo no te gusta o pierdes el control... —hace una pausa antes de continuar —No quiero ni pensar en eso.

Tiene tanta razón en sus palabras que creo que no es necesario completar algo que se deduce con mi silencio.

—Pero tienes que comprender que —continúa hablado a pesar de mi silencio —, así como eres importante para mí, lo es mi familia. Además, mis padres están buscando lo mejor para mí y para...

— ¿Llevandote al otro lado de la ciudad?— mi pregunta sale sin pensar. Ella sólo guarda silencio.

—Creo que lo mejor sería dejar está conversación para después.

Hace el intento de abrir la puerta, pero soy más rápido que ella y le pongo seguro al auto. No me mira. Simplemente respira profundo y deja soltar el aire como si estuviera cansada de todo esto.

—Comprendo todo lo que dices... —hablo sin mirarla — ­y sé que esto es importante para ti, pero... es difícil para mí —tan difícil que no veo nada más allá del día en que ella se marche.

El silencio vuelve apoderase del auto. De nosotros.

Sé que esto puede parecer una escena de alguna novela romántica donde los protagonistas se tienen que separar por cuestiones del destino. Al parecer algo demasiado cursi para mí. Pero es necesario todo este... ¿suspenso? Para pensar lo que pasara a continuación.