Valery (terminada)

*Capítulo 28*

La casa parecía ridículamente chica con cuatro chicos de más de metro ochenta dentro de ella. La mujer se detuvo y se acercó a mí con una sonrisa amable, de cerca pude notar que la mitad de su rostro estaba desfigurado por una gran cicatriz que llegaba de su mentón hasta el ojo izquierdo. No pude evitar pensar que la cicatriz no hacía más que acentuar la belleza que había tenido incluso antes de ella.

-Eres la chica vampiro ¿verdad?- preguntó curiosa mientras estrechaba mi mano.

El comentario en si era inofensivo pero para mí fue como una patada justo en el pecho que me dejó inmóvil por un momento. Sus ojos dorados invadieron mi mente por completo y tuve que alejar los recuerdos antes de que doliera aún más.

-Supongo que eso te hace la chica lobo- murmuré algo apagada.

-Supongo, estoy comprometida con uno- al decir esas palabras sus ojos se desviaron al hombre a mi lado y el brillo en sus ojos hizo que tuviera que apartar la vista.

-Ven Val- Paul llegó nuevamente a mi rescate, tomó cautelosamente mi muñeca y me guio a la mesa donde estaban los otros dos chicos. Se me hacían vagamente familiares, supongo que los he visto de lejos en algún paseo-. Ellos son Jared y Embry.

Ambos me saludaron enérgicamente, resultaban ser demasiado amistosos como para no dejarse llevar por su energía. Me invitaron a sentarme y comer algo, tardé un momento de más en aceptar la invitación. Mi mente estaba contrariada, había esperado que se enojaran o un sermón por meterme donde no me llaman. Claramente no había esperado tal recibimiento.

Al volver la vista hacia hombre que me había traído hasta aquí, él y la mujer estaban besándose con demasiada pasión para tener público, aparté la mirada sonrojada.

-Sam y Emily no tiene ningún tipo de reparo al demostrar su amor ante otros- dijo burlón el chico que reconocía como Embry mientras se inclinaba a mi lado, como si me contase un secreto.

-Pude notarlo- murmuré en complicidad, inclinándome también.

Luego de rechazar varias veces la comida, mi estómago no estaba para ingerir comida en estos momentos, el hombre, Sam, posó su mirada sobre mí.

-¿Cómo te enteraste de nosotros?¿los chupa sangre te lo dijeron?- preguntó ahora más severo.

Tardé un momento en entender que se estaba refiriendo a los Cullen.

-No me enteré hasta hoy que ustedes eran hombres lobo- me encogí de hombros diciendo la verdad-. Sabía la existencia de los de su especie pero no sabía que había licántropos en este lugar hasta que hice enfurecer a Paul.

Sam se mantenía escéptico a mi respuesta pero logró mantener su rostro relajado. Emily se mantenía pegada a él como una lapa, no podía mantener la mirada en ella mientras miraba a Sam con todo el amor del mundo. Aunque había pasado tiempo y no estaba arrastrándome como Bella, la desaparición de Jasper había creado más destrozos de los que podía controlar, me sentía caminar en la cornisa; siempre en peligro de caer y estrellarme contra el piso pero manteniéndome firme en el lugar inestable. Cosas simples, como aquella mirada, hacían que todo temblara y me tambaleara.

Cerré los ojos mientras sentía un dolor creciente en mi cabeza, la casa parecía aplastarme e impedirme respirar. El mundo entero pereció temblar un momento y luego se detuvo.

-Valery- la voz preocupada de Paul trataba de traerme a la realidad mientras sacudía mi hombro, después de todo el mundo no temblaba era yo siendo sacudida.

-Parece que se va a desmayar- Embry dijo en algún lugar de la habitación.

-Paul, sácala a tomar aire- la voz de Sam ahora era demandante y pude reconocer una nota de preocupación al final.