Valery (terminada)

CAPÍTULO 26

Nos encontrábamos en la cama tras horas de dejar que nuestros cuerpos se reencontraran, habíamos estado hablando del tiempo que pasamos lejos, ellos me hablaron de historias de hace cientos de años mientras nos volvíamos uno y no se sabía dónde empezaba uno y terminaba el otro. 

Nos encontrábamos así cuando recordamos el entrenamiento con la manada sobre cómo luchar contra un neófito. Ninguno quería dejar la cama, cuando decía que ya era hora de movernos otro se acurrucaba más fuerte al cuerpo de los otros dos y dejábamos pasar el tiempo hasta que fue inevitable tener que salir de la cama. Nuestra ropa había quedado hecha un desastre, les hice aparecer ropa y yo tomé algo funcional del armario. 

Nos teletransporté al punto de encuentro. Al llegar ya se encontraban todos los Cullen restantes y la manada completa más Bella. Pude ver la sonrisa ladeada de Rosalie al vernos llegar y la burla de Emmett reflejada en su rostro. Paul también se mostró como quien tiene muchos comentarios que hacer, pero no era el lugar ni el momento. El entrenamiento ya había comenzado, ya habían hecho esto mientras yo me encontraba fuera y habían asignado parejas. 

Bella se mantuvo alejada de mí y todos sabíamos que así debíamos mantenernos. 

Tras una serie rápida de saludos y comentarios al oído por parte de Rosalie y Cody Jasper se puso serio y Edward se quedó a nuestro lado para hacer observaciones, yo era la que menos conocimiento tenía y hasta Carlisle se había mantenido cerca para ayudarme. Al ver lo recto que se había puesto Jasper mis instintos se activaron y mis sentidos se agudizaron. 

-Valery- llamó- ya sabes contra qué luchamos. Los neófitos son vampiros que acaban de ser transformados, lo que los hace inmensamente más fuertes que cualquier otro vampiro maduro. Voy a enseñarte cómo luchar contra ellos y tener una posibilidad de salir de esa. 

Sentí la tensión que sus palabras habían provocado en el resto de los presentes, vi a Edward abrir la boca para decir, probablemente, que no hiciera esto, que ya había suficiente gente, pero nunca hay suficiente gente contra un ejército y menos uno de estas características. Pero lo habíamos hablado mientras me hacía caricias a lo largo de mi espalda y yo no había dado el brazo a torcer, Jasper había estado de mi lado, pero algo reticente con el tema.  

-Lo primero que tienes que saber- continuó el rubio- es que no debes permitir que te rodeen con los brazos porque te aplastaran. Tampoco intenten las maniobras conocidas, las estarán esperando y acabaran contigo. 

Antes de empezar mi entrenamiento Jasper consideró que era mejor que viera practicas con los demás mientras él daba consejos. 

Los primeros en hacer una demostración fueron Edward y Carlisle, ambos dieron pelea, pero Edward perdió al darle la espalda a Carlisle una vez que creyó que le había ganado. Emmett luchó con Jasper, pero se distrajo y el rubio ganó limpiamente. Siguió Rosalie y luego pasaron Cody y Alice, quien utilizó su poder para ganar, al terminar le dio un beso tierno a su pareja. 

Sabía que ya no podía posponerlo más cuando Jasper me llamó, sentí a todos hacer silencio. Jasper se posicionó delante mío y yo sólo me concentré en mi oponente, todos los ruidos ajenos a la situación desaparecieron, el mundo desapareció para dejar sólo a mi oponente

Por un instante ninguno se movió, me miró con una sonrisa desafiante a la cual respondí. Se movió a la velocidad de la luz hacia mí, pero yo ya me había teletransportado, volvió a moverse, pero yo había vuelto a desaparecer. En algún momento escuché su voz. 

-No sólo huyas Valery, tienes que atacar y acabar con tu oponente cuando llegue el momento.

Me moví hacia él y lo rodeé, pero él capturó mis brazos dejándonos cara a cara, él sonrió por haber ganado, yo sonreí porque aún no había terminado. Rápidamente usé mi poder y ramas y enredadoras se movieron en silencio, pero a gran velocidad. Jasper dejó de sonreir cuando se dio cuenta de su error, era demasiado tarde. Las enredaderas ya subían por sus piernas y otras aparecieron velozmente para capturar sus manos. Me teletransporté a unos centímetros de él al tiempo que las ramas le llegaron al cuello.