Amor de verdad | namkook.

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A NamJoon no se le daba bien preparar una buena cena para su novio, al parecer los nervios le ganaban. Y pudo confirmarlo cuando la comida terminó quemada y con una horrible presentación, todo de un color oscuro.

Se quitó el delantal negro y lo dejó sobre la mesada. Tomó sus guantes de cocina para vaciar el contenido de las ollas, una por una, en el bote de basura.

ㅡ Bueno, comeremos comida china una vez más ㅡ dijo al aire antes de soltar un gran suspiro y formar un pequeño puchero con los labios ㅡ. ¿Y así piensas casarte, Kim NamJoon? ㅡ se regañó a sí mismo.

Sacó su teléfono celular del bolsillo trasero de su pantalón y se acercó al refrigerador para ver el número del local de comida china que a JungKook le gusta tanto. Luego de copiar cada uno de los dígitos presionó el ícono de llamada y pegó el aparato en su oreja derecha.

Mientras ordenaba, tenía la mirada puesta en una de las tantas fotografías con su novio que decoran el largo del refrigerador en color gris brillante. Allí estaba JungKook con una sonrisa grande y preciosa, su cabello era de un azabache encantador y un traje de color negro, era un lindo recuerdo de la boda de un primo del menor. NamJoon también estaba en la foto usando un traje bastante similar al de su novio.

Cortó la llamada y mientras esperaba por su orden decidió revisar que todo en la mesa siguiera intacto, el mantel seguía bien colocado, la vajilla, cubiertos, en fin, todo permanecía en su debido lugar. JungKook es todo un amante del romanticismo y los detalles, por lo que las velas y una rosa de un rojo intenso decoran el centro de la mesa.

La comida llegó a su puerta quince minutos después, la recibió, pagó por ella, y dejó los platos en la cocina, cuando estuviera de regreso con JungKook la serviría. Tomó sus llaves con un llavero que su novio le regaló y salió de casa con los nervios a tope.

Durante el trayecto, algunas ideas para la propuesta llegaron a su mente e intentó visualizarlas. Se veía con JungKook a solas como en una de sus tantas citas en el parque japonés, con las flores de cerezos cayendo sobre ellos y un agradable viento de primavera saludando y revolviendo sus cabellos. No lograba ver qué tipo de comida era la que los acompañaba en aquella ocasión, quizás en ese detalle TaeHyung podría ser de ayuda.

¿Qué tipo de propuesta sería? Bueno, no quería que JungKook estuviera incómodo, por lo que no sería algo muy formal. Más bien informal, muy al estilo de ambos. Ropa casual, cómoda, tal vez con sus camisas de pareja o accesorios del mismo tema.

Cuando llegó a la casa de los Jeon se quedó en el auto por un par de minutos para calmar a su acelerado corazón, debía ocultar sus nervios y evitar quedarse pensativo por tantos minutos o JungKook podría notar algo en él y así arruinar los planes. El anillo se encontraba en una caja de zapatos debajo de la cama, nunca lo encontraría y esperaba no olvidar devolverlo a su lugar cuando estuviera solo.