C I N C O

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Los días siguientes, Jeno estuvo solo.

Solía pasar las tardes con Jaemin, pero ahora estaba ocupado saliendo con quien se cruzara en su camino. 

Menos con él. 

Haechan estaba en los dormitorios de 127. Chenle y Jisung siendo mejores amigos en algún sitio. ¿Y Renjun? Sentía que ya le había causado demasiadas molestias al mayor. 

Estaba solo y sus pensamientos lo atormentaban.

Sin darse cuenta pensaba en Jaemin.

Lo cerca que siempre estaba de sus labios, pero lo lejos de atreverse a probarlos. La forma en la que Jaemin solía mirar los suyos, acercándose provocativamente, pero sin ir mas allá. 

Si Jaemin lo besara, entonces lo dejaría hacerlo. Y sería feliz por eso.

Pensaba en la manera tierna en la que Na lo llamaba, y acariciaba su cabello.

En sus brazos alrededor de su cuerpo, calmando todas sus inquietudes. Sintiendo su fresco perfume, la esencia de Jaemin era tan refrescante y la amaba.

Se preguntaba si esas miradas, esos toques, si sus palabras eran verdaderas.

Si quizá en lo profundo de su corazón, el menor sentía algo por él.

Si también sentía esas mariposas en el estomago cada vez que hablaban de sus secretos y lo hermoso que era estar juntos, y cumplir sus sueños.

Si el tiempo se detenía cuando veía sus ojos de medialuna y sus miradas conectaban.

Pero se miró en ese instante, solo.

Se abrazó a si mismo, y suspiró. 

Suspiraba con frecuencia últimamente.

Tan inmerso en su interior no oyó cuando la puerta de la sala se abrió.

Y fue cuando sintió una mano posarse en su espalda que salió de su trance y vio a Jaemin sentado a su lado.

—¿En qué piensas tan profundamente? 

En ti

—En cosas. 

Jeno quería que su amigo la viera, la tristeza reflejada en sus ojos. 

Pero Jaemin estaba muy ocupado, y dedicó toda su atención al ruidoso celular en su manos.

Sin más, Jeno se fue y el menor ni siquiera lo notó.

Dolía. 

Ser quien era, le dolía y lo odiaba.

Se culpó tanto por amarlo, que sin darse cuenta se había aprisionado así mismo en la celda más frívola y oscura escondida en el rincón más remoto de su ser. Con la pena máxima que existía. Y se quedaría ahí, de por vida. Siendo su castigo, el mas cruel que se le ocurrió por su pecado horrible, nunca confesar sus sentimientos dejando que estos le maten de a poco.

PRISON LOVE | NOMIN • NCT DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora