E P Í L O G O

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Otra vez, Jeno estaba solo. Pero esta vez estaba en paz, y de vez en cuando disfrutaba de este momento de soledad para pensar y ordenar sus emociones.

Sí, Jaemin aun hacía apariciones en su mente. Aun le gustaba.

Seguía pensando en la sonrisa de Na, en la infinidad de cosas que le producía tan solo una mirada del contrario.

En lo difícil que era sentirse así, y aunque sus compañeros le animaban y apoyaban en todo momento, era algo que ninguno podía entender del todo. 

Era su carga, y debía llevarla solo.

Y en el momento mas difícil, cuando sentía ese dolor desgarrador en su interior, pensaba en Jaemin. Y aunque sonara masoquista, el pensar que a pesar de todo, aun seguía ahí para él, le curaba el alma.

El saber que donde y cuando sea el menor estaba dispuesto a escucharlo y acompañarlo era el consuelo mas grande.

Porque en algún momento creyó que todo lo que tenia, desaparecería, pero todo estaba ahí, brillando con fuerza ante sus ojos.

Ya no se sentía culpable de nada, ya no se sentía preso de sus sentimientos, de lo que era, se sentía libre y qué lindo era respirar el hermoso aire de la libertad, la aceptación y el amor propio.

Sonrió por lo mucho que había crecido y se sintió por primera vez, orgulloso de ser quien era.

—¿En qué piensas tan profundamente? —Na, que había entrado con sigilo al lugar, lo sorprendió.

—En cosas.

Ya habían vivido está escena antes y ambos sonrieron cómplices. 

—Te están esperando para ir a jugar baloncesto —Jaemin tomó del brazo a Jeno y le obligó a pararse.  

Con un brazo en el hombro del mayor caminaron hacia la salida.

Y en ese momento su corazón seguía latiendo con fuerza por el toque de Na. 

Pero no le importó.

Lo superaría. No hoy, o mañana. Pero lo haría, sino, no fuese Jeno Lee. 

PRISON LOVE | NOMIN • NCT DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora