D I E Z

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El mayor caminaba despacio por el edificio, le pesaban los pies y el aire entraba y salía denso de su interior.

Pero lo hecho, hecho estaba.

Tuvo miedo y se sintió el peor amigo del universo.

Pero aun así, debía hacerse responsable de sus actos.

Suspiró y abrió la puerta del apartamento que compartía con los chicos de Dream

Miró a su alrededor desde la entrada y la casa estaba vacía.

Se quitó los zapatos y apretando sus puños se adentró hasta llegar frente a la puerta de Jeno.

Con mucho coraje golpeó la puerta, y solo un murmuro pase se escuchó.

Maldijo en chino, tenía la esperanza de que Jeno no respondiera o que quizá de hubiese mudado a los Alpes, quien sabe, todo podía pasar.

Adentro, su vista era la de un Jeno recostado dandole la espalda.

— Ey, Jeno... Como estas? —dijo con preocupación y forzando una sonrisa

No hubo respuesta.

—Jeno, yo... Tengo algo que decirte. Antes que nada. Yo no quise, es solo qué, ya sabes —seguía forzando una sonrisa, mientras rascaba su nuca y arrastraba las palabras— a veces, me dejo llevar por el momento y yo— ya no aguantaba el peso que llevaba en el pecho— Le dije a Jaemin.

Agachó su cabeza y juntó sus manos al frente, como cuando esperaba un regaño en su infancia.

—¿Qué hiciste qué? —la voz de Jeno salió con un poco de miedo.

—Le dije a Jaemin que te gusta, pero yo solo estaba.

—Vete Renjun

—Jeno yo lo-

—Que salgas, Renjun

La voz de Jeno casi y podía oírse, era como si estuviese rogando al mayor salir.

Y eso a Renjun le dolió, esperaba que Jeno le gritara, que se enojara, incluso un golpe lo hubiese hecho sentir la basura que era. Pero Jeno ni siquiera lo miró, la había cagado y lo sabía.

Sin más, salió de la habitación.

Jeno estaba destrozado, el secreto que guardaba en su interior, esa oscuridad dentro de él, había sido expuesta.

Eso que tanto odiaba y temía que se supiera, eso que juró matar, estaba en oídos de alguien mas ahora.

Sintió como si la caja de Pandora de su interior hubiese sido abierta y lo que contenía estaba listo para destruirlo de a poco.

Se sintió desnudo, vulnerable.

Se abrazó a si mismo, y se vio como la mierda mas asquerosa que existía.

Estaba desolado y con el dolor quemando su pecho, se quedó dormido.

Horas mas tarde y después de haber pensando mucho, Jaemin volvió a casa.

Todos dormían.

Llamó a la puerta de su amigo. Pero este no le correspondió.

—Jeno, sé que estas despierto... Tu velador está encendido —Nana tenía miedo, no sabía que decir, pero estaba seguro de algo. No lo dejaría solo, nunca—. Renjun me lo dijo y al ver que no respondes, creo que es verdad —una leve carcajada amarga salió de su boca y se dejó caer por la puerta hasta quedar sentado— ¿Por qué no me dijiste? Soy tu amigo y realmente no tenía idea. Solo quiero que sepas que lo siento mucho, y que, no te alejes de mi Jeno. Sé que me he portado como un imbécil todo este tiempo, pero sabes que para mí, eres mi hermano, mi compañero de vida y no sé que haría sin ti. Aunque no puedo entender como te sientes, no me importa Jeno, incluso si te gustaran los extraterrestres, no me importaría. Porque eres más que eso. Y tengo que decirlo, pero al menos tienes buenos gustos bro—. De ambos lados, las personas sonrieron— Perdón, no es momento de bromear. No sé que estoy diciendo, o si me estés escuchando, pero te quiero Jeno!

PRISON LOVE | NOMIN • NCT DREAMWhere stories live. Discover now