Capítulo 11 : Alas Negras Pt 2.

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Mikoto jadeo cuando fue golpeada contra la cama de su recamara, sus labios envueltos en el candente beso por parte del chico rubio que la empujaba contra el colchón, profundizando el húmedo tacto que la comenzaba a excitar, sus lenguas unidas en una lucha por el dominio en el que era derrotada cruelmente.

Un gemido escapó de sus labios cuando fueron liberados del contacto labial, naruto sobre ella se paro sobre sus rodillas tomando su chaleco ninja aventandolo aún lado de la cama para luego tomar su buso alzándolo revelando su torso musculoso finamente sincelado por los años de entrenamiento.

Todo eso bajo la mirada de mikoto que no pudo hacer más que sonrojarse de la vergüenza y excitacion dominante en ella. Puede que naruto sea años menor que su esposo pero sin duda tenia un figura que opacaba por completo a fugaku en todo sentido, pero antes de que se perdiera en sus pensamientos naruto la agarro firmente de su cintura obligandola a aferrarse con sus brazos en el cuello de este, sus enormes tetas copa DD se pegaron contra el pecho fornido del hombre que la beso nuevamente.

La excitacion y la inmoralidad del acto la inundaban pero no podía evitar sentirse bien, y ese solo pensamiento la mortificaba. Este muchacho que consideraba un sobrino la hacía sentír bien con unos simples besos que la derretian. –ah..hy~~–, gimió cuando las manos fuertes y gruesas subieron a su cuello tomando los botones de su camisa que ocultaban su figura, no pudo evitar sonrojarse cuando el sonar de los botones siendo separados llegaron a sus oídos. –son bellos...–, murmuró naruto hipnotizado abriendo la camisa con sus manos revelando el par de enormes senos maternos encerrados en un erotico sostén negro de lencería que se acentuaban bellamente a la piel blanca y palida de la mujer que vio todo sonrojada.

–creo que llegamos demasiado lejos, debemos parar–, habló mikoto nerviosamente posando sus palmas en las manos que sostenían su camisa abierta dejando al aire sus senos. –mikoto....ya llegamos demasiado lejos como para parar–, naruto susurro empujando a la mujer de cabellos negros contra la cama donde cayó de espaldas. Naruto sin demora alguna inicio una serie de besos suaves y húmedos que bajaban desde el cuello hasta la zona de los pechos de mikoto que gimió mordiéndose el labio, aturdida por los toques en su cuerpo.

–e..espera–, rogó mikoto cuando vio a naruto ver sus pechos con hambre dirigiendo sus manos al broche indefenso que los apresaba. –ya me canse de esperar–, naruto sin detenerse tomó el broche entre sus dedos y con un ligero "click", las enormes tetas adornadas en la cima de sus valles con unos acarameleados botones rosas que se endurecieron al ser vistos. –fugaku es un idiota...–, murmuró naruto acercandose en un movimiento casi robotico al seno desnudo bajo la mirada expectante de mikoto. –un idiota con suerte...–, y sin más que decir enrollo sus labios en el apretado boton empezando a succionarlo.

Mikoto separó sus labios en un timido y lindo gemido que la habitación lo acuno impidiendolo salir, su cuerpo entero tembló cuando la lengua comenzó a rodear su pezon temblante sin consideración alguna. El ritmo lento y suave sólo la volvió loca, encendiendo su libido hasta entonces callado. –ah..ah..espera~~–, rogó avergonzada y con sus pies moviéndose juguetones hacían rollos las sábanas bajo ella conforme las caricias en sus senos aumentaban.

Naruto en su adoración al pezon izquierdo subió su mano al otro seno desnudo y lo acuno en su palma tosca empezando una serie de movimientos circulares que sólo hizo temblar más a mikoto aún que sus gemidos delataban lo que de verdad le hacían esas caricias. Mikoto subió sus manos a su rostro, tapando su boca gimiente con sus mejillas rojas, sus ojos entrecerrados humedecidos al ser tratada de esa forma tan, tan, tan, ¿linda?

Fugaku nunca fue ni de lejos un buen amante y ni de chiste un hombre en la cama, y ahora su cuerpo simplemente se rendía por un par de toques en sus pezones por parte del chico que consideraba un sobrino. Ni siquiera cuando se masturbaba se sentia tan bien y a eso agregale el grueso bulto pegandose en su entrepierna no ayudaba mucho a su situación.

Konoha sex Where stories live. Discover now