Konoha sex

Capítulo 3 : Remolino Oscurecido.

Naruto estaba teniendo un excelente día, sus años de sufrimiento en el entrenamiento, las burlas de sus hermanos y la indiferencia de sus padres. Va a cobrarlos uno por uno, ya había logrado vengarse de sus molestos hermanos.

Habia roto mentalmente a naruko por las constantes sesiones sexuales en las que su psique no puedo aguantar más y se rompió convirtiéndola en nada más que una muñeca sexual sumisa y en cambio menma seguía de terco pero ya lo habia domado lo suficiente como para que no lo moleste.

Y aquí estaba, sentado en un sillón en la sala mientras sus padres conversaban alegremente con sus hermanos a los cuales obligó a comportarse como solían hecerlo , antes la ignorancia de estos le abría dolido pero ya hace tiempo que le había dejado de importar.

Minato estaba sentado en un sillón conversando con naruko la cual actuaba conforme a lo que su amo le ordenó y kushina la cual estaba parada aún lado de este entablando una conversación amistosa con menma , ambos ignorando olímpicamente la presencia del rubio.

Naruto vio sutilmente a su "madre" y una sonrisa oscura se formó en su interior.
Kushina le hacía justicia a la palabra milf en todo sentido, ya que a pesar de estar en sus 35 años seguía manteniendo su piel blanca perfecta sin arrugas con unas enormes tetas copa DD que ese mantel verde resaltaba con gracia, un vientre plano cintura estrecha que seguían a unas generosas caderas maternas que terminaban en unas largas y tornedas piernas las cuales sostenían un grandes y redondo trasero en forma de corazón que lucia moldeable con solo mirarlo.

–haa yo tengo una reunión con el consejo, adiós–, se despido minato con una sonrisa y desparecio en su típico flash amarillo, dejando solo a kushina, naruko, menma y naruto en la casa.

–bueno, yo iré a hacer el almuerzo–, afirmó kushina con una sonrisa retirandose de la sala hacia la cocina, en la sala quedó naruko que volvio a su fase sumisa y fue a sentarse en las piernas de naruto. Menma se quedó ahí mismo con la expresión de impotencia y rabia en su rostro, en la conversación trató de decirle a sus padres sobre lo que les hizo naruto en toda la semana pero cada vez que lo intentaba otras palabras salían de su boca por culpa del sello.

–bien, tengo que ir a ver a kushina para tratar ciertos asuntos–, insinuó el rubio con burla hacia menma el cual apretó sus dientes con ira y trato de lanzarse hacia el pero los sellos en su cuerpo se lo impidieron. Naruto bajo a su hermana de su regazo y la sento lejos de él. Comenzó a caminar en dirección a la cocina sintiendo en su espalda la mirada asesina que menma le envíaba lo cual le sacaba una sonrisa más grande.

Camino por unos cuantos segundos y llegó a la cocina viendo a kushina de espaldas a él preparando el almuerzo, se acercó sigilosamente. Kushina estaba tranquila prepararando el almuerzo hasta que sintió un fuerte golpe en la nuca y su visión se nubló hasta volverse todo negro.

                 Minutos después.

Sentía un leve dolor en su cabeza conforme iba despertando, lentamente abrió sus ojos viendo que se encontraba en la habitación que compartía con su marido.

Confundída movió su cuerpo para levantarse de la cama o bueno lo intento ya que al momento de hacerlo sintió un tirón en sus muñecas. Alzó la vista con nerviosismo apoderándose de su ser al ver su situación. Enfriando su mente trato de calmarse pero en eso unos pasos lentos que hacen crujir la madera del suelo llego a sus oídos, su rostro de manera inmediata se dirigió al dueño de los pasos topandose con su hijo menor. Naruto, el cual la miraba fríamente en sus ojos azules que la hizo sentir incomoda.

–me alegra que despertaras "okaa-san"–, naruto empezó al ver a la peliroja confundída viéndolo. –¡¡¿que crees que haces naruto?!! sueltame de inmediato–, exclamó kushina con orden en su voz viendo al rubio que ni siquiera se inmutó ante su arrebato. Así que, ignorando la propuesta de la mujer peliroja, decidió hablar.