O4

1.9K 234 335
                                    

¿Alguna vez han visto a una persona que cumpla literalmente con la definición de la palabra hermosa? ¿No?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Alguna vez han visto a una
persona que cumpla literalmente con la definición de la palabra hermosa? ¿No?

Pues les presento a Jung Jaehyun, un muchacho alto, fornido, bonita cintura, labios carnosos y muchas otras cosas que te harían dudar por un momento si es omega o un alfa.

Pero Jaehyun a sus veintiún años todavía no se presentaba, su lobo estaba dormido y si seguía así podría morir. Él podía hablar con su lobo, e interactuar en sus pensamientos o sueños.

Un día le preguntó:

«-¿Por qué no sales?

Su lobo le respondió con entusiasmo:
-Estoy esperando a mis destinados.

A Jaehyun eso le había caído como un balde de agua fría; tenía dos destinados y su lobo no aparecería a menos que los encuentre.

-Pero... Puedes morir -dijo al borde de las lágrimas.

Su lobo se quedó triste, lo podía sentir en su mirada. Quería ir y consolarlo pero no podía, no podía dejar que le vieran, no aún.
-Lo siento -pronunció con un gruñido triste, y ahí Jaehyun despertó».

Desde ese día Jaehyun buscaba a sus destinos, día tras día, observando a su alrededor, captando los olores que traía el viento.

Pero no encontró nada.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Lee Youngho para no tener que soportar lo desastrosa que su familia era siempre se levantaba más temprano.

Fue al cuarto de su hermano mayor para que se fueran juntos. Tocó varias veces la puerta y nadie le respondió.

-¿Tae, estás ahí? -solo se escuchó un jadeo y un gruñido.

Dos olores empezaron a llenar las fosas nasales de Youngho de repente, buscó esos olores por todas partes; sentía que los había olido antes.

Hasta que miró de nuevo a la puerta de su hermano y el olor se intensificó.

«Miel con un pequeño toque de fresias, Taeyong aguanta».

Se tapó la nariz y llamó a su hermano.

-Tae, respira, cálmate -le dijo el menor mientras buscaba supresores.

-No a-aguanto, ayud- ahg -el gruñido del final sonó como un agudo gemido un poco lastimero.

-Ya voy, no hagas mucho ruido así no despertamos a los demás y no se preocupan -Johnny no recibió más que un jadeo como respuesta.

Ya en la puerta se tapó de nuevo la nariz y entró al cuarto.

Todo fue rápido, le inyectó los supresores, le dió una pastilla para el dolor de cabeza y le buscó un vaso de leche rosa para que tuviera algo dulce que le dé energía.

𝓛𝓪 𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓛𝓮𝓮 ⁿᶜᵗ (Cancelada)Where stories live. Discover now