La familia Lee tiene un secreto que también es su maldición después de que los antepasados de la nueva generación Lee engañarán una bruja, todo cambiará para esta familia de alfas
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Jisung seguía el olor moviendo su nariz cada tanto como si fuera un cachorro curioso.
El aroma le llamaba, era fuerte pero suave a la vez, era como el olor de las galletas, mientras más se acercaba más podía desearlo...
«¿Desearlo?», pensó con clara confusión.
Fue más cuidadoso mientras más se acercaba, el olor le guiaba a un baño y Jisung no quería estar en lo cierto en cuanto a sus sospechas.
Cuando abrió la puerta el olor a vainilla se intensificó chocando en su cara, sofocandolo.
Entró sigilosamente al baño viendo a todos lados por si alguien le veía, se acercó a uno de los cubículos y sintió ganas de vomitar al ver lo que pasaba.
Un omega de su curso estaba semidesnudo con un beta y dos alfas de cursos mayores casi devorandolo con la mirada.
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«Maldición», gimió en su mente Taeyong cuando los otros dos alfas se acercaron, su olor se estaba esparciendo por todo el lugar.
Todos los alfas que estaban en el lugar empezaron a buscar el olor, algunos embelesados por la miel y otros simplemente buscaban con la mirada a la persona que tenía ese olor.
Yuta sentía morirse cuando esos dos olores llegaron a sus fosas nasales, estaba tan embobado que no supo cuando llegó al frente del omega.
Taeil miró disimuladamente a Taeyong y luego a su mano, Taeyong bajó la mirada ahogando un jadeo al sentir una ola de calor, vio la mano de su amigo y había una pastilla, la tomó disimuladamente y la tragó solo con su saliva.
El olor se sentía más cerca, hasta que un alfa entró mirándolo con lujuria, Taeyong juraría que en cualquier momento iba a llorar, el hombre fue corriendo hacia él y Taeyong solo espero algún movimiento sobre él con los ojos cerrados.
...
Nada, no había tocado un pelo de su ser. Abrió los ojos lentamente solo para ver cómo el alfa tenía sus ojos de un color oscuro casi negros y su mejor amigo se encontraba parando el puño de este con su mano abierta.
Taeyong abrió los ojos con sorpresa, su amigo estaba en medio de ellos parando el golpe de un alfa solo con su palma abierta, sabía que Taeil era fuerte y no tenía un cuerpo flácido pero un alfa en estado de éxtasis no era algo que cualquiera pudiera imaginar.
Taeil empezó a cantar suavemente mientras la seguridad del edificio venía hacia ellos, Taeyong miró al que parecía estar al mando y le dijo que parara cuando vio lo que estaba haciendo su amigo.
Taeil empezó a soltar sus feromonas y agarró la cara del otro alfa cantando suavemente.
El alfa estaba calmandose poco a poco hasta que sus negros ojos se volvieron de un color avellana.
