La familia Lee tiene un secreto que también es su maldición después de que los antepasados de la nueva generación Lee engañarán una bruja, todo cambiará para esta familia de alfas
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Tenía la mente en blanco, y la despejó intentando no volverse loco cuando llegó a su casa nuevamente.
Hendery podía ser de mal genio, no lo malinterpreten; él es una persona muy paciente pero no siempre tenía el control de sus emociones, y en ese momento estaba intentándolo.
No estaba celoso, para nada, solo estaba frustrado consigo mismo ya que pensaba que la Diosa Luna le estaba jugando una mala broma y que un chico de preparatoria le quitaría a su novio.
El olor a gardenias rebosaba en toda la casa, la frustración se veía y los ligeros toques de molestia aturdían a quien los oliera.
Bajó de su habitación tratando de mantener su olor natural, no quería escuchar quejas de los demás cuando llegaran.
Buscó vagamente en la nevera algo que comer, el pensar mucho le había dado hambre.
Normalmente encontraría cualquier cosa en la nevera, sus padres dejaban comida lista si salían, porque, conociendo a sus hijos, sabían que si los dejaban cocinar era probable que no tuvieran un hogar al cual volver, Hendery era uno de ellos.
Iba a salir a comprar comida fuera de casa cuando su madre entró por la puerta principal, frunciendo el ceño desde el primer momento en que había olido el ambiente.
-¿Estás en celo?
Hendery juraba que si estuviera bebiendo agua la hubiera escupido, los celos en la familia Lee eran un tema delicado.
-¿Que? No, claro que no -dijo moviendo sus manos en negación.
-¿Entonces por qué la casa tiene tu aroma? Es muy fuerte -pronunció, tapándose la nariz.
-Estoy... ¿Frustrado? ¿Celoso? ¿Decepcionado? Ya ni sé cómo me siento -Hendery se tiró boca arriba al sofá abrazando uno de los cojines.
Su madre le preguntó qué había pasado mientras se sentaba a su lado.
-Es Dejun, no hemos peleado ni nada, pero... Él encontró a su omega y sabes que aunque sé que él no me va a dejar, siento que la Diosa Luna me vió poca cosa y le asignó otro destinado a Junnie, me siento insuficiente pero al mismo tiempo celoso... ¿Y si me deja? -Hyuna escuchó todo un poco distorsionado pero entendió los pesares de su hijo.
-Bueno cariño, en primer lugar no eres poca cosa, nunca pienses eso de ti o te desheredo.
Hendery ahogó una risa.
-Jun nunca te dejaría, él te adora, a veces te espera por horas aquí esperando a que llegues de la universidad, siempre es paciente contigo, el te ama osito_-Hendery se sonrojó con el apodo que le había puesto su novio, reprochándole a su mamá, qué vergüenza-. Y por último ustedes están destinados, cariño si tú Junnie tiene omega como destino, ¿no pensaste que también podría ser tu destinado?
