For Love of Magic (Traducción)

Capítulo 8.

¡Respuestas a review de invitados! No he hecho uno de estos en un tiempo.

Partha Lahiri: ¿Podrías especificar qué parte del fic enciende tanto fuego en tu entrepierna? Me gustaría saberlo para poder poner más. Claramente debo estar haciendo algo bien si puedo evocar una reacción emocional tan poderosa.

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Vivir en Potter Manor después de Azkaban había sido una experiencia emocional para Sirius.

Estuvo a punto de llorar cuando Teeny le dijo que le había preparado un baño y le había dejado una túnica limpia. Había llorado cuando tomó su primer bocado de comida en doce años que no sabía como si se hubiera raspado del culo de un troll o sacado de la basura. Le había tomado unos buenos diez minutos convencer a Teeny de que no había nada malo en cocinar después de eso. El elfo doméstico Potter siempre había sido una cosita insegura.

Fue entonces cuando decidió que había llorado bastante. Sirius Black no era una niña preadolescente emocionalmente frágil que no dejaba de llorar ante la menor provocación. Era un hombre varonil y actuaría como tal.

Esa resolución había durado exactamente una hora, que fue el tiempo que le tomó reunir el valor para ir a hablar con los retratos de Charlus y Dorea. Había comenzado a llorar de nuevo tan pronto como le dijeron que no lo culpaban por las muertes de James y Lily.

Sirius todavía se sentía responsable, pero no discutió. Nunca había tenido ganas de discutir con Charlus y Dorea.

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Remus pasó la mayor parte de la fiesta de Halloween mirando al hijo de sus amigos, todavía revolcándose indeciso sobre cómo o incluso acercarse a él.

Dumbledore le había dicho que el chico parecía saber de alguna manera sobre él. Sería mucho más simple si Harry se dignara a dar el primer paso, pero no podía poner todo eso en Harry sin ser un hipócrita.

James y Sirius siempre habían sido los que hacían que las cosas sucedieran en los Merodeadores. El carismático James Potter y el atrevido Sirius Black, metiendose y saliendose de los problemas con tanta facilidad como respirar. Remus había participado en sus payasadas con entusiasmo, feliz de tener amigos con su condición, pero no había sido una fuerza impulsora como James o Sirius. Peter había sido incluso más seguidor que él y ni siquiera podía presumir del mismo tipo de inteligencia y habilidad que lo habría convertido en su igual al igual que lo hizo con Remus.

Harry no se parecía mucho a James en temperamento. Ni tan sociable ni bullicioso y demasiado estudioso a la mitad.

Pero a veces le recordaba tanto a James que era difícil evitar llamarlo por el nombre equivocado. Momentos como ahora, cuando Remus había escuchado que había ido a Hogsmeade con una bruja de séptimo año y lo había dejado con dos. Remus una vez había estado terriblemente envidioso del trato fácil de sus dos amigos con el sexo opuesto, algo que siempre había tenido que evitar debido a su licantropía incluso cuando se presentaba la oportunidad. Hoy en día era solo otro lamento entre muchos.

Y hablando de arrepentimientos...

Uno de los más grandes estaba sentado en la misma mesa que él, ocasionalmente lanzándole una mirada ceñuda a Harry.

Snape había sido un objetivo favorito para James y Sirius, sin duda como resultado del enamoramiento casi obsesivo de James con Lily y Sirius siendo el mejor amigo que lo apoyaba. La amistad de Severus con ella los había irritado como ninguna otra cosa. Remus y Peter no habían participado a menudo en meterse con el severo Slytherin, pero tampoco habían protestado.