For Love of Magic (Traducción)

Capítulo 4.

Estoy seguro de que hay un montón de críticas a las que debería haber respondido en la semana rápida más o menos, pero el sitio web estaba siendo un poco loco. Por alguna razón, seguía afirmando que las reseñas publicadas después del 30 de diciembre no existían y no se podían responder. Ni siquiera los mostró en la página de revisión. Cosas raras, pero parece que ya pasó.

Muchas gracias a Joe Lawyer por su beta-ing xD.

De todos modos, aquí va el capítulo 4. Disfruta.

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Los gemelos Weasley se dirigieron directamente a la mesa de Ravenclaw, donde pudieron ver a Harry y Luna desayunando. Aparentemente, ser clasificado en la casa de las águilas no había convertido a Ginny en una persona mañanera.

"Saludos."

"Saludos*".

"Buenos días."

"Hola."

"No creo que nos hayan presentado".

"Soy Fred-"

"-¿Eso es un tipo guapo? Y yo soy George."

"Juntos somos los increíbles"

"los estupendos",

"los incandescentes-"

"-desde cuando conoces esa palabra, mi hermano?"

"Desde ayer, y ahora has arruinado el flujo".

"¡Oh no!"

"De todos modos, somos... ¡Los Gemelos Weasley!"

Harry los miró con indiferencia por encima de la montaña de comida apilada en su plato, sin estar completamente seguro de qué hacer con esta introducción.

"Hola." Dijo y volvió a taparse la cara. Siempre se despertaba con un apetito monstruoso en estos días.

"Digo, no creo que ni siquiera los Ronniekins ickles puedan comer tanto."

"Y puede comer mucho".

"El desayuno es la comida más importante del día." Harry se justificó, a pesar de haber sido una de esas personas que no comía mucho en las mañanas antes de las runas. "¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?"

"Ciertamente puedes."

"Verás Harry, estamos bastante seguros de que Ginny solo fue a Ravenclaw por tu culpa."

"A la luz de esto, nos gustaría saber-"

"-cuáles son tus intenciones hacia nuestra hermana pequeña." Los gemelos terminaron al unísono, sonriéndole con malicia.

"¿Intenciones?" Harry repitió. Entendía perfectamente su significado, pero él tenía doce malditos y Ginny once. Claro, aparentemente había hecho un número en su pubertad con ese ritual, pero ellos no sabían eso. Además, sus hormonas parecían estar dirigidas exclusivamente a las chicas más desarrolladas, por lo que estaba agradecido. Significaba que solo tendría problemas para evitar que sus ojos deambularan durante las comidas, los períodos libres y demás y no durante las clases, con la notable excepción de la profesora Sinistra.