Prólogo

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Bell estaba realmente cansado de su suerte tan equilibrada, casi haber muerto por un Minotauro por segunda vez no fue algo que disfrutara realmente, de hecho, empezaba a odiar estos encuentros predestinados con los monstruos con cabeza de toro y armas gigantes, ¿Por qué no podían ser solo chicas lindas rubias las que encontraba por el calabozo?

Había decidido tomarse un día libre tras subir de nivel, rompió el récord de aumentó de nivel con una diferencia de diez meses con el récord anterior, un logro para él y su pequeña familia de dos miembros, por lo que decidió quedarse en casa en vez de responder a los gritos de Eina, que aún estaba algo conmocionada por la noticia, y las preguntas de los otros aventureros que probablemente le harían tan rápido como llegara al gremio.

Hoy era un día muy solitario para él, su Diosa volvería más tarde de lo regular de su trabajo debido a que el gerente haría un evento para celebrar la integración de unos cuantos jóvenes aventureros que ayudarían en el pequeño local donde ella trabajaba, y por otro lado, Lily iría con su amigo enano del cual Bell aún le costaba recordar su nombre. Acostúmbrate por que nadie va a recordarlo en todo este fanfic.

"Nunca pensé que este lugar estaría tan silencioso" cambiando su posición de acostado a sentado, el joven Bell Cranel miro alrededor de él, una pequeña habitación con una cama, un sofá y una mesa con dos sillas donde él y su Diosa vivían. "Supongo que eso pasa cuando te acostumbras a los gritos de la Diosa" riendo ligeramente, el chico se levantó estirándose mientras movía su torso a la izquierda y luego a la derecha.

Intento pensar en algo que hacer, su Diosa llegaría en varias horas y estaba seguro que Lily no estaría en la base hasta un buen tiempo.

"Umm, ¿podría revisar las cosas del abuelo talvez?" Recordando la maleta que llevaba consigo en sus primeros días en Orario antes de conocer a su Diosa, no lo quería abrir hasta que conociera una linda chica a la cual salvar, pero ahora que sabía lo imposible que sería eso se limitó a solo abrirla cuando llegara al nivel dos.

Camino hacia la esquina de la habitación, ahí es donde ponía su mochila de aventurero y donde estaba la ansiada maleta de su abuelo, un estuche de cuero café que su abuelo le dio como último regalo al joven, "ábrela cuando creas que no hay nada más que hacer mi chico", esas fueron sus palabras antes de morir un mes después del cumpleaños de Bell.

Al abrir la bolsa encontró pocas cosas interesantes para la mayoría, aunque valiosas para el sensible corazón de Bell, varios libros escritos a mano sobre historias míticas y una que otra almohadilla de color rojo que su abuelo hacía con la lana de sus pocas ovejas, un regalo que le hacía ya que no podía comprar peluches.

"Aunque, esto es nuevo" viendo un brillo dorado al final de todos los artículos en la bolsa, Bell sacó una copa dorada con una nota atada con una pequeña cuerda de color negro que pasaba por un pequeño agujero en el papel.

"Oh gran espíritu del pasado, pido tu ayuda para cumplir mi deseo, ven a mí protector del equilibrio" eso era lo escrito en la nota, Bell casi ríe recordando el sin fin de bromas que su abuelo hacía cuando él era solo un niño, o más bien, juegos que ambos llevaban a cabo cuando estaban aburridos.

Su abuelo le hacía creer que había objetos mágicos que cumplirían los sueños del chico si se concentraba lo suficiente en ello, el siempre deseaba ser un héroe, por lo que su abuelo, disfrazado de algún monstruo de la mazmorra, lo acompañaría a una "travesía épica" donde derrotaría al monstruo.

"¿Este iba a ser tu último adiós abuelo?" Mirando la copa con nostalgia, Bell decidió seguirle el juego al anciano por última vez como una forma de brindarle honor a su tiempo juntos --Oh gran espíritu del pasado, pido tu ayuda para cumplir mi deseo, ¡ven a mí protector del equilibrio!-- diciendo lo dicho en la nota, Bell río al final recordando las locuras de su abuelo Seus, sonaba exactamente igual a un Dios llamado Zeus, pero su abuelo usaba una S y no una Z en su nombre.

Mientras Bell recordaba el pasado no pudo notar cómo un círculo mágico se formaba frente a él, no fue hasta que el circulo mágico brillo con intensidad casi cegándolo, que el joven vio la marca en el suelo.

--¡Hola!-- justo frente a Bell una joven mujer de pelo rosa y orejas de zorro le saludo, justo en el momento que el brillo se detuvo. Usaba un kimono azul con negro y una que otra línea blanco, llevaba en su cintura un hermoso cinturón dorado sobre una faja negra , en su mano traía un gran espejo azul con el Marco dorado. --Lo preguntaré incluso si conozco la respuesta, ¿acaso eres mi maestro?--

Bell no respondió a la pregunta, estaba totalmente confundido ante lo que acaba de pasar justo frente a él, una mujer con ropa oriental y cabello rosa estaba frente a él, las orejas y las colas de zorro le dieron la idea de que era una renard, una demasiado hermosa.

¿Su suerte finalmente se puso en el lado bueno?¿Los minotauros finalmente desaparecerían para traer bellas damas a su vida?

--¿Q-Quien eres tú?-- intentando no escucharse nervioso y parecer imponente Bell trato de usar un tono más grave en su voz, solo teniendo el resultado de una mirada de ternura por parte de la mujer.

--Awwwww, ¡parece un niño tratando de ser adulto maestro!-- gritando emocionada, la Renard le sonreía mientras le miraba con una extraña expresión de cariño, pero un cariño aterrador. --Definidamente soy más afortunada por ser invocada con un maestro tan lindo--

Bell trago duro ante la sonrisa y mirada de la chica, algo en su forma de hablar lo aterraba de una forma que solo sentía cuando caminaba por la calle y alguien lo mirada desde la lejanía, pero con una intensidad que casi penetraba su ropa y armadura.

--L-Lo preguntaré so-solo una vez más-- parándose para parecer más alto, cosa que era cierta pero no causo efecto en la joven, Bell tartamudeo --¿Quién eres tú?--

--Oh claro las presentaciones-- poniendo una mano en su cintura, la chica choco su Palma con su frente fingiendo ignorancia, pero Bell sentía que ella solo hacia más largo todo esto. --Me llamo Tamamo, aunque me dicen Caster la mayoría de la gente, ¡Y de hoy en adelante eres mi Maestro!-- dijo feliz mientras se acercaba a Bell tomando las manos del peli blanco.

Bell miro a la joven con complejidad en su rostro sin entender lo que decía con "maestro".

Este solo fue el inicio de la complicada vida que tuvo que llevar Bell Cranel, aunque ¿realmente está mal conocer servants en la Mazmorra?

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No, claro que no.

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FIN

Como solo es un prólogo, realmente no quise alargarlo mucho, intentaré hacer capítulos mucho más largos pero siendo esto solo una introducción decidí hacerlo corto.

En la primera invocación elegí a Tamamo no Mae GOD (No tengo a Castoria . . .), la elegí por una historia que leí entre todo el porno en mi biblioteca (No tengo a Castoria . . . ) . . . ¿buena elección no?

Esperó que como introducción te haya gustado, si hay algo que quieras comentar estoy totalmente abierto a opiniones y dudas.

Sin más que decir, ADIOS

¿Esta Mal Conocer Servants En La Mazmorra?Where stories live. Discover now