The Lover - Volkacio

Parte 8

El campo verde parecía no tener fin desde su punto de vista.

Podía ver a sus compañeros a su alrededor y oír sus gritos, pero estaba tan abstraído que no entendía lo que decían.

Se movía por pura inercia, sentía su cuerpo ligero mientras corría. Físicamente, estaba en el campo de fútbol americano, pero mentalmente no estaba allí.

En su cabeza, el único pensamiento que reinaba era Horacio.

No supo nada del menor desde que se separó de Gustabo y ya había pasado más de una semana desde ese día. Lo llamó, le envió cientos de mensajes y lo esperó a la salida de la universidad, pero él nunca respondió y lo que era aún más alarmante, no apareció en el campus.

Un día, inclusive, intentó buscarlo en un aula en la que sabía que cursaba, pero fue en vano porque Horacio no se presentó. Esa vez, supo por una de sus compañeras que el menor no había asistido a clases en casi dos semanas.

Simplemente, se había desvanecido, no sabía dónde buscarlo y él parecía no querer ser encontrado.

El balón voló en su dirección y su cuerpo se movió por costumbre. Saltó, dispuesto a recibirlo, pero apenas lo tomó, uno de sus compañeros lo tacleó haciendo que cayera y se diera un fuerte golpe contra el suelo.

Quedó boca arriba, tumbado y con el balón entre sus manos. El impacto fue tan duro que le cortó la respiración, por un momento creyó que moriría y lo último que vería sería el cielo azul y algunas nubes blancas.

-¡Volkov!- La figura de su entrenador invadió su visión. El hombre de cabello grisáceo lo miraba preocupado. -¿Qué coño te pasa? Era una jugada simple, ¿Cómo no pudiste evadir eso?- Tenía razón, en un día normal él hubiese previsto el tacle de su compañero y no le hubiese sido difícil oponer resistencia, pero en un día como ese, donde tenía la mente colmada con alguien más, se le dificultaba ver las cosas con claridad.

-Lo lamento.

El entrenador negó decepcionado.

-Venga levántate- Le tendió su mano y lo ayudó a ponerse de pie. -Ya hemos hablado de esto Viktor, te he dicho que no vengas a las prácticas si no estás con la mente en el juego- El hombre se acercó a él y le habló en voz baja. -¿Hay algo de lo que necesites hablar?- Estaba preocupado por él, Viktor era un jugador magnífico, profesional, de los mejores en el equipo, no entendía qué afectaba su rendimiento últimamente.

"Sí, de cómo me follé al hermano de mi novio, que lleva evitándome casi dos semanas, claro, me parece un buen tema de conversación para un alumno y un profesor" Pensó.

-No, es solo que, anoche no dormí muy bien- Era cierto, cada día que pasaba sin saber de Horacio dormía menos.

El entrenador bufó y lo miró poco convencido.

-Conoces mis reglas- Le quitó el balón de la mano. -Te quiero fuera, ve a las duchas, esta será la última vez que te permita este tipo de comportamiento, si no mejoras, tendré que dejarte fuera del torneo de verano.

-No- El ruso se alteró. -Por favor, deme una última oportunidad, no se repetirá- Quedarse fuera del torneo de verano era sinónimo de perder créditos académicos, Viktor no podía darse ese lujo.

-Mejora tu rendimiento o estás fuera- Advirtió comenzando a alejarse.

-Lo haré, se lo prometo.

El entrenador le dedicó una última mirada y le lanzó el balón a otro de sus compañeros.

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