Parte 3

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Viktor se había equivocado. Creyó que luego de haber satisfecho sus fantasías con Horacio su deseo por él desaparecería, cuando en realidad terminó sucediendo exactamente lo contrario. No podía sacarlo de su cabeza, no le atraía ninguna otra persona y no le excitaba nadie más, el chico de cresta lo había dejado marcado.

Pese a no dejar de pensar en él, se había esforzado por evitarlo en la universidad. No lo veía hacía varios días, no había vuelto a buscarlo y Horacio tampoco lo había buscado a él. Las cosas con Gustabo estaban mejorando y no quería arriesgarse a perder el equilibrio que habían logrado recobrar.

Pero para bien o para mal el destino tenía otros planes.

Viktor salió de los laboratorios de la universidad. Había terminado su clase de química y quería pasar por el baño un momento. Los laboratorios estaban en el edificio perteneciente al Departamento de Salud y el ruso recordó por un momento que cierto chico estudiaba Medicina. Frustrado, trató de sacar rápidamente esa idea de su cabeza.

Ingresó por la puerta y caminó hacia uno de los cubículos, pero se detuvo al oír un ruido extraño. Se quedó quieto un momento, intentando dilucidar qué era y notó que alguien estaba llorando. Analizando su entorno descubrió que débiles sollozos provenían del último cubículo que había junto a la pared. No pudo evitar acercarse curioso y preocupado, dispuesto a preguntar si alguien necesitaba ayuda, pero en el instante en que iba a golpear la puerta oyó su voz.

"¿Te ha dejado sola?" Era Horacio, lo reconocería en cualquier parte. La preocupación lo invadió. El joven hablaba con la voz rota mientras sollozaba. Volkov se quedó estático frente a la puerta. Por qué, era todo lo que podía pensar. Qué era lo que lo tenía tan agobiado.

"Está bien, iré allí al salir de la universidad" El joven volvió a hablar y poco después la puerta del cubículo se abrió.

Horacio salió con su bolso colgando de un hombro y su móvil en su mano. Tenía los ojos rojos e hinchados, la punta de su nariz también estaba enrojecida y trataba de limpiarse las lágrimas con el dorso de su mano. A Viktor le dolió el pecho al verlo así, su rostro era demasiado bello como para verse opacado por lágrimas.

Horacio se heló al notar su presencia. Sus miradas volvieron a encontrarse después de muchos días y la intensidad que renació seguía estando intacta. Había tanto que querían decirse, tantas incógnitas por resolver, pero ninguno se atrevía a dar el primer paso.

-¿Por qué estás llorando?- La pregunta escapó de su boca sin siquiera pensarlo y notó como los ojos del menor volvieron a llenarse de lágrimas.

Horacio le esquivó la mirada avergonzado, no podía hacerle frente al gris gélido de sus iris estando así.

-A ti qué mierda te importa- Respondió a la defensiva, pasó a su lado golpeando su hombro y salió por la puerta del baño. Lo hirió la manera en que lo había tratado, nunca había sido así con él.

Volkov se quedó procesando lo que acaba de pasar. Esa podía contar como la tercera vez en que Horacio huía de él. Pensó en lo remota que era la posibilidad de coincidir en el mismo baño, siendo que en la universidad habría por lo menos cuarenta. De alguna manera había logrado encontrarse con la única persona que quería evitar en todo el campus. No podía creer lo mala que era su suerte.

¿La peor parte? Ahora no solo no podía dejar de pensar en Horacio, sino que también estaba preocupado por él. Lo había encontrado llorando y el joven había huido de él cuando quiso saber qué le sucedía. Para empeorar la situación, el recuerdo del moretón en las costillas del menor vino a su mente. Tal vez estaba exagerando y se estaba precipitando, pero tuvo un mal presentimiento. No veía buenos indicios en eso.

The Lover - VolkacioKde žijí příběhy. Začni objevovat