Capítulo 13

17.9K 1.8K 166
                                    


“Esa mujer, ¿Es la invitada de su majestad?”

“Creo que ‘invitada’ se le queda muy corta a la palabra”

“Oh. ¿Entonces es ella la que llamo la atención de su majestad?”

“¿Crees que se convertira en la concubina de su majestad?”

“Shh, te escucharán si hablas muy alto”

Los susurros iban de boca en boca y desde ese momento rumores de extendieron por todo el palacio. Hasta los sirvientes del reino hablaban del tema con una sonrisa.

* * * *

Anastasio no estaba al tanto de esos rumores. Sino que estaba al tanto de otra cosa, otra persona para ser exactos.

“Su majestad, está es la carta que le envío el príncipe Claude para ustede” Erina, la doncella que lo cuido se había vuelto una gran confidente para Anastasio hace unos dos años atrás.

‹¿Uh?, Damela› Agarró la carta y la abrió rápidamente, estaba un poco nervioso y ansioso.

Estuvo muy ansioso desde hace dos meses. Claude junto con Félix fueron a otro estados de Obelia y en esos meses Anastasio se sentía solo ya que se había acostumbrado a la presencia de su pretendi-hermanito.
  Suspiro y se concentro en lo que decía la carta.

″Hermano, nosé como empezar a escribir una carta, nunca antes lo hacía echo así que por favor no te burles.
  Bueno te diré que con Félix seguimos  investigando sobre eso, estamos bien, si eso es lo que te preocupa.
  Estoy deseando llegar a casa lo antes posible, si me das la bienvenida, no te puedo asegurar de que no te haré nada si lo haces. Es tu desición si me recibes o no.

Atentamente, Claude″

El rostro de Anastasio se puso rojo hasta la nuca, claramente Claude le estaba dando una advertencia algo peculiar.
  Aunque con su rostro sonrojado una sonrisa apareció en su rostro.

«Te estaré esperando» Pensó mientras miraba la ventana de su despacho.

• • • •

Siento como si mí cabeza estuviera apunto de explotar. Que vergonzoso escribir algo así en una carta, si algo sale mal, voy a castigar a Félix por la tonta idea.

“Claude, me estás dando miedo en este momento” No me dí cuenta de que Félix estaba aquí, con más razón lo fulmine con la mirada “¿No le funciono la idea?”

“No lose” Respondí algo tosco, pero luego suspiré “¿Normalmente tardan tanto en responder?”

“Prin-Claude, acabas de mandar hace unos minutos la carta”

“¿Y eso que?” Pude notar como soltó un suspiro pesado, mientras me miraba.

“...Príncipe Claude, normalmente su carta será respondida dentro de un día o tal vez dos. Depende también si el emperador está ocupado o no”

“Eso es imposible, mí hermano me responderá dentro de un rato, ya verás”

“Vamos Claude, sabe que el emperador está ocupado y no creo que responda su cart-” El ruido de una ave hizo que Félix se callara, mire al animal que había llevado mí carta antes.

“Fira, ¿Traes algo para mí?” Aunque suene tonto hablarle a un animal, este animal en particular no es como otros, ya que tiene inteligencia.

Fira asintió con la cabeza y se acercó a mí volando, tenía una carta en su pie derecho. La agarre tan rápido cuando vi el logo que solo la familia real usa... Que solo mí hermano usa.

″Es lindo la forma en la que escribes las cartas. Mándame una más seguido, estuve muy preocupado por ti durante dos meses.
  Con respecto a la bienvenida... Te estaré esperando, así que no te retrases o podría cambiar de opinión.

Atentamente, Anastasio″

Abrí mí boca por la sorpresa, pero luego sonreí con emoción. Me levanté de la silla casi en un salto.

“Félix, estamos ya apresurado la limpieza. Mí dulce pretendiente está esperándome en casa” La cara de Félix al escuchar mis palabras eran de asombro, en especial la palabra ‘pretendiente’.

“¡Cómo diga príncipe Claude!” Sonrió y ambos salimos de la habitación en la que estamos y nos apresuramos a hacer la limpieza.

• • • •

Anastasio miro la décima carta que le envío Claude y siempre sonreía con cariño al leer las dichas cartas.
  El mayor leyó la carta despacio después de todo, nadie le quitaría esa paz que estaba teniendo en su jardín. Al menos eso creyó el.

“¿Qué lees?” La repentina voz de una mujer hizo que Anastasio se sobresaltara y soltara un leve jadeo de sorpresa. Se dio vuelta y miro a la causante de su casi muerte por el susto.

‹Por dios, Diana› Soltó un suspiro de alivió ‹No te aparezcas de repente, casi heces que muera del susto› Golpeó levemente la cabeza de la rubia con las ojas que tenía en la mano.

“Lo siento, ¿Te las envío envío tu encantador pretendiente?” Sonrió con burla mientras miraba como el rostro del rubio se ponía todo rojo.

‹No es mí pretendiente... Es mí hermano› Excuso algo deprimido. No se podía acostumbra a qué Claude lo amara de otra forma y el querer corresponder eso.

Diana pudo ver eso y agarró la mano del rubio, la apretó un poco para que Anastasio centrara su atención en ella y en lo que estaba por decir.

“Tu... Estás preocupado por lo que estás sintiendo. Ya que en esta historia eres el hermano de sangre de Claude y crees que es inmoral, porque tienes todos los recuerdos de tu vida anterior y en ella el incesto esta mal visto” El rubio apretó sus labios con fuerza. Diana estaba en lo cierto con respecto a cómo se sentía con todo lo que estaba pasando “Pero está bien ahora, si tu lo amas y el te ama a ti entonces todo está bien. Deja de ignorar esos sentimientos, sino te arrepentiras de no haberlos sacado a tiempo” Diana sonrió dulcemente mientras apretaba la mano de Anastasio, era como si, quisiera que el rubio viera que ella estaba ahí para el.

Pero... ¿Que pasa con la historia original?, ¿Que pasa contigo y Claude?, ¿Que pasará con Anastasia?› Su rostro preocupado se ocultó en el hombro de la rubia.

Anastasio necesitaba respuestas para esa pregunta.
  No quería que Claude estuviera con Diana, pensar en eso solo le daba dolor en su corazón, pero tampoco quería arruinar los momentos felices que iban a tener esos dos.

“Eso ya no importa. Está historia ya no es como la que nosotros conocemos, a cambiado, así que puedes tomar tus propias decisiones apartir de ahora. Concéntrate en buscar tu felicidad” Nadie dijo nada cuando dos gotas de agua cayeron en la mano de Diana, la cual sostenía la de Anastasio.

La de ojos rubí se concentro en el rostro del actual emperador, la cual tenía lágrimas cayendo por sus mejillas con un ligero rojo en sus mejillas.

‹Diana... Gracias› Expreso con una sonrisa dulce. La rubia sonrió y secó las lágrimas del emperador.

Ese día Anastasio nunca lo iba a olvidar, porque ese día... Era donde dejó de ocultar sus sentimientos por Claude.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Where stories live. Discover now